Monstruo Besucón

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PARTE 2

Era un jueves, papá y mamá no habían llegado al jardín para recogernos esa tarde.
Ambos observamos como cada niño se iba con sus padres, abuelos o niñeras que iban para recogerlos. Ese día Bahiyyih se había parado al lado de la maestra Esther despidiendo a cada persona que salia –porque según se estaba aburriendo–.

— ¡Ve con dios! — Dijo antes de acercarse y estampar sus labios en la mejilla de uno de nuestros compañeros. Bahiyyih se despedía con un beso en la mejilla.

Algunos se negaban, pero ella terminaba forzandolos a aceptar su beso en la mejilla. Empezó a hacerlo todo el tiempo, al parecer le gustaba regalar besos; ya fuera en la mejilla o en la frente.

Cada día sin falta se posicionó al lado de la maestra y despedía a todos con un beso, al punto que todos se acostumbraron, de hecho nuestros padres empezaron a recogernos de últimas porque la niña se negaba a irse sin darle su beso de despedida a todos.

Un día la maestra la llamo "The Kissing Monster" causo tanta gracia en nuestra aula que todos empezaron a llamarla de igual manera.

— Sky Scarlett Grimmes Holmes, no viniste durante toda una semana a la escuela. — Regaño Bahiyyih a la oji azul. — ¿Sabes lo que eso significa?

— ¿El monstruo besucón me va a dar una lluvia de besos?

— ¡Si!

En vacaciones de verano salimos todos a comer helado, la heladería al que habíamos ido tenia un parque de juegos por lo que ambos corrimos con Lea hacia el lugar.

Bahiyyih tenía algún tipo de obsesión por los toboganes con forma de gusano, si veía uno, definitivamente tenía que deslizarse sobre el, o haría un berrinche durante tres días seguidos hasta que la llevarán al tobogán o encontrará otro más llamativo.

En ese parque habíamos conocido a unos niños que estaban jugando en los columpios. Empezamos a jugar con ellos al pilla pilla.

— ¡¿Bahiyyih que haces?! — Grite, pero ya era demasiado tarde.

Pero de alguna manera la tarada de mi hermana había visto un tobogán con forma de gusano fuera de servicio, y con lo terca que es, corrió chocando con otros niños decidió deslizarse a toda velocidad arrastrando a una niña por accidente en el acto.

Tuvimos que llamar a nuestros padres para que nos ayudarán porque empezaron a gritar, Bahiyyih pedía ayuda diciendo que alguien había tapado el tobogán y no podía salir, mientras la otra niña lloraba y gritaba cosas sin sentido, quizás era otro idioma, o quizás ella no sabía hablar.

— ¡Mamá, papá! Hiyyih se quedó atorada en el tobogán que está fuera de servicio. — Grito Lea llamando la atención de nuestros padres los cuales vinieron corriendo.

— ¡Alguien tapó el tobogán! Esto es inaudito, imperdonable. ¡Quiero a mi abogado!

Después de llamar al dueño del lugar –el cual después nos prohibió volver– llamaron a los bomberos y pues hubo un escándalo donde las familias de los otros niños se reunieron viendo la escena de Bahiyyih reclamándole al dueño por tapar el tobogán de gusano, mientras la otra niña no paraba de llorar.

THE HUENINGZ (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora