doce

1K 156 4
                                    

Mi cabello estaba atado en una coleta mientras comía junto a mis dos compañeros de equipo, estábamos en el mejor puesto de Sushi, también habíamos invitado a Hikari-Sensei, pero no había podido venir.

—¡Estoy harto! —Me gritó Ryo. —¡Deja de comerte mi comida!Le saqué la lengua mientras le robaba otro rollito de sushi. —No seas envidioso, ni siquiera te lo vas a comer.

—Escúchame bien Nara Kiyomi, vuelves a comerte uno de mis rollitos y te juro que te voy a meter mi puto kunai por el ojo. —No me molesté en responderle, solamente le levanté el dedo medio.

—¿Quieren callarse? Todos nos estaban mirando. —Susurró Takashi al lado de Ryo, quien casi estaba arriba de la mesa. Murmuró un "Lo siento". —¿Cuándo será el día que se lleven bien?

Me encogí de hombros antes de apuntar a su plato. —Oye Takashi ¿te vas a comer eso? —Él me miró con una gota de sudor recorriendo su frente.

—Cómetelo, pero no me vuelvas a pedir nada durante las próximas cinco misiones. —Asentí sabiendo que era imposible que él me negara algo.

—¿Cómo les va con su familia, chicos? ¡Yo estoy hasta la -

—Si dices una grosería más, le voy a decir a Hikari-Sensei. —Amenazó el Aburame, me reí del Haruno y este simplemente se cruzó de brazos.

—Hikari-sensei me hace los mandados.

—Repite eso Ryo. —La voz de nuestra maestra sonó detrás de ellos, tenía sus manos en la cintura y un aura oscura la rodeaba. El mencionado tragó saliva antes de girar su cabeza para mirarla.

—H-Hikari-sensei ¿Ya le dije que se ve muy bonita hoy? —El puño de mi mentora se estrelló brutalmente contra la cabeza del castaño claro provocando que este empezara a lloriquear.—Lo siento. —Susurró mientras tocaba su cabeza en la cual había crecido un chichón.

Por mi parte yo reía, estaba llorando de la risa hasta que ella me miró con sus ojos verdes. —Sigue haciendo eso y la próxima será tu. —De inmediato me quedé en completo silencio, ahora el que tenía una sonrisa burlona en su cara era Takashi.

—Ojalá no se te par- —Mi oración fue interrumpida por la palma de mi Sensei. Y entonces yo también estaba adolorida sosteniendo mi mejilla con mi mano.

—¡Y están castigados! ¡Le diré a la Hokage que solo nos mande a misiones de Rango D! —Sentenció ella, a pesar de odiar esas misiones, ninguno de los tres dijo nada.

—Sí, Sensei. -Repetimos los tres al mismo tiempo.

.
.
.

Nuevamente estaba en casa, me quité los zapatos para luego saludar a mamá -quien era la única en casa - y luego irme a mi cuarto, la verdad es que me había quedado la intriga de las cartas de Shisui-san. Cerré mi habitación con llave para luego sacar la caja de mi closet, tomé la siguiente carta y empecé a leer esa hermosa caligrafía.

Mi linda Shikaki.

Aunque estamos separados físicamente, quiero que sepas que cada día que pasa, mi corazón late más fuerte por ti. Extraño nuestras conversaciones, nuestras risas y la forma en que iluminas mi vida.

Quiero hablarte de algo importante. Entiendo que mantener el embarazo en secreto es una decisión complicada, especialmente considerando nuestras circunstancias actuales.

Pero quiero que sepas que estoy dispuesto a apoyarte en cada paso del camino. Sé que debes estar pasando por un momento de emociones encontradas y decisiones difíciles. Quiero que sepas que estoy aquí para ti, pase lo que pase.

No importa cuál sea la situación, estoy a tu lado, listo para enfrentar cualquier desafío. Estoy emocionado por la llegada de nuestro bebé, y aunque no podamos compartir este momento abiertamente, quiero que sepas que mi amor y mi apoyo son incondicionales.

Por favor, no dudes en hablar conmigo sobre tus pensamientos, sentimientos y necesidades. Quiero ser una parte activa en la vida de nuestro hijo o hija y en tu vida. Juntos, podemos encontrar la mejor manera de enfrentar cualquier obstáculo que se presente.

Cada día, sueño con el momento en que podamos estar juntos nuevamente. Hasta entonces, ten la seguridad de que siempre estaré pensando en ti y en nuestro pequeño secreto que, con el tiempo, se convertirá en nuestro tesoro más preciado.

Tu Shisui.

Las lágrimas salieron de mis ojos por sí solas ¿La tía estaba embarazada? Ese era el secreto y por lo que veo nadie sabía de su bebé, no imagino lo doloroso que debió ser para ella estar sola, es decir, Shisui-san estaba con ella, pero no físicamente. Limpié mis lágrimas, Shikaki era una mujer muy fuerte, tanto mental como físicamente.

Entonces me pregunté ¿Qué pasó con el bebé? Tal vez por eso murió la tía Shikaki, durante el parto, o quizás fue una misión. ¿Su bebé murió sin conocer a su padre? Limpié mis lágrimas con las llamas de mis dedos, estaba siendo muy dramática, pero me causaba mucha tristeza el hecho de que la tía estuvo sola, sin apoyo, sin nadie que estuviese ahí para ella.

¿La tía respondería todas estas cartas? A juzgar por sus palabras, el Uchiha realmente la amaba, pobre, estaba tan emocionado de conocer a la bebé y volver para formar su familia con ella.

Guardé nuevamente la carta y finalmente saqué aquel papel que me ayudaría a encontrar con la niña o el niño que buscaba, a pesar de que el material era grueso -como el de cualquier certificado de nacimiento- estaba doblado, acaricié sus pliegues con nerviosismo.

Un chakra fuerte se acercaba a la aldea, quizás es el equipo de Guy-Sensei. Tal vez me estaba equivocando, porque en este momento mi curiosidad me estaba ganando. Desdoblé aquella hoja y no pude estar más sorprendida.

Mi nombre, mi fecha de nacimiento, ese era mi certificado de nacimiento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Mi nombre, mi fecha de nacimiento, ese era mi certificado de nacimiento. Había palabras tachadas, no me fue muy difícil descubrir lo que estas decían. Rogué por que todo fuera una broma de mal gusto pero no. Ahí estaba mi nombre "original" estaba rayado.

Las palabras iniciales decían Uchiha Kiyomi.

"No... no es eso. He venido a hablar con ustedes. Especialmente contigo Uchiha Kiyomi."

El recuerdo de Itachi-san no tardó en volver a mi mente, sus frases volvieron a mi. Coloqué mi mano en mi boca evitando que saliera cualquier sonido en ese momento mi mamá -quien nunca tocaba la puerta- entro en mi habitación, no le puse seguro. Me miró ahí, sentada en el suelo con ese maldito papel en mis manos, su expresión fue de total sorpresa.

—Kiyomi, hija yo...

—No digas nada, no quiero escucharte. —Yo, yo era el bebé del qué hablaban Shisui y Shikaki, yo era esa niña. En ese momento una terrible explosión me alertó. —Están atacando Konoha. —Le avisé mientras miraba por la ventana, en ningún momento la mire pero pude escuchar sus sollozos. —Te acompañare a resguardarte en los rostros hokage.

𝐑𝐔𝐁𝐈𝐎.- Uzumaki NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora