treinta

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—¡No voy a hablar contigo! —Le grité al Uzumaki cuando volvió a nuestra habitación como perrito con la cola entre las patas.

—¿sigues enojada por eso? ¡No volveré a hacerlo ttebayo! —Se disculpo para luego recostarse en la cama con su short como única prenda, supongo que después de un mes siendo pareja ya tenía algunas confianzas.

Le di la espalda, si bien solo estaba haciendo berrinches no podía evitar sentirme mal por mi comportamiento. El se acostó a mi lado sin embargo me sentía sola, no me estaba abrazando y eso era raro. Pasaron los minutos, estoy segura de que casi había pasado una hora, tal vez más. Sin embargo yo no podía dormir y supuse que el tampoco por que no dejaba de moverse a mi lado.

—¿Kiyomi-Chan? —De mis labios salio un sonido parecido a un "¿uhm?" —¿Estas despierta? —No sonreí pero en ese momento me invadio una ternura incontrolable. —¿Te puedo abrazar?

—Claro que puedes, tonto. —Entonces sus brazos rodearon mi cuerpo brindandome su calidez, su desnudo pecho chocó conmigo y después sus labios besaron mi cabeza.

—Hasta mañana Kiyomi-chan. —Me dijo y estoy segura de que tenia una sonrisa en los labios.

—Hasta mañana rubio.

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—"Niriti, istiri tidi il díi icipidi" —Repetí las palabras que Yamato-san me había dicho antes de llevarselo por la mañana. En realidad de cierta forma me había beneficiado puesto que no me habían obligado a levantarme temprano. Sin embargo tenia un grave problema.

Los dolores menstruales no ayudaban para nada, sostenía mi vientre. Usualmente las Kunoichis requerimos de un ninja medico para retrasar o minimizar este tiempo, sin embargo en una isla donde no había ni una sola mujer me costaba tomar confianza.

Me retorcía en la cama mientras algunas lágrimas salían de mis ojos, Naruto llevaba fuera todo el día, durante un tiempo sentí como el chakra del Kyubi se hacía más fuerte pero no duro mucho este calmo.

¿qué estarás haciendo Naruto?

Uzumaki Naruto.

—Gracias por dejarme ser tu mamá. —Me susurro en el oído mientras sus brazos rodeaban mi cuerpo, no pude responder, mis lágrimas salían por si solas. Después de escuchar la historia de como papá y mamá se conocieron. todo lo que paso el día que nací, simplemente me sentía feliz pero al mismo tiempo no podía reacciónar. —Y gracias por dejar qué Minato sea tu papá. —Su cuerpo comenzó a convertírse en particulas pero aun así seguía aferrándose a mi. –¡Gracias por nacer... con nosotros! —Finalmente desapareció dejándome en ese lugar lleno de luz, no pude evitar llorar, el viento mesia mis cabellos. —Gracias... Muchas gracias.

Mamá, desde ahora, prometo comer vegetales y no solo ramen ttebayo. Me gusta bañarme, así que no te preocupes, voy mucho a las aguas termales. Y me gusta dormir ¡De hecho duermo demaciado, dattebayo! En relación a los amigos, tengo muchos. Me hubiera gustado que los conocieras. Hay uno con el cual ya no me veo mucho.

En los estudios... bueno, tenias razón, Mamá. Pero no me deprimí por eso, ¡dattebayo! Muchas cosas han pasado con mis Senseis y senpais durante mis días de escuela, pero nos respetamos mucho ahora.

Jiraiya-sensei me enseñó acerca de las tres prohibiciones shinobi. ¡Tenias razón acerca de el, mamá! ¡Pero el me enseño como un shinobi debe vivir! Fue un gran shinobi, dattebayo.

Tal vez abuse de una regla mamá, me enamore de una chica, se parece mucho a ti cuando se enoja, así que trato de no hacerla enojar ¿sabes? es raro, pero te prometo que nunca hare algo que ella no quiera ¡Dattebayo!

—¡Soy Uzumaki Naruto, un ninja de Konoha! ¡MI sueño es convertirme en hokage! ¡Y superaré a los hokage qué estuvieron antes que yo! ¡Seré mejor que papá! ¡Y seré un shinobi más fuerte que tu mamá!

Nara Kiyomi.

Mi cuerpo comenzó a temblar, no solo por el dolor. El chakra de Guy-Sensei era terriblemente enorme, además qué había un chakra qué no soy capaz de reconocer, me hice bolita en la cama por que tenia miedo, me sentía cobarde por no salir aduera y enfrentar al enemigo, pero estaba demaciado adolorida para hacerlo.

Tiempo después deje de sentir los fuertes chakras, baje de mi cómoda cama mientras sostenía mi vientre y me dirigía hasta el lugar donde estaba Naruto, la energía de Guy-Sensei estaba casi extinta.

—¿¡Qué mierda?! —Grité llamando la atención de los seis hombres que se encontraban en esferas—¿Suiro no Jutsu?

Pronto me di cuenta de que en cada prisión había un tiburón, Guy-Sensei parecía estar a punto de desmayarse, con rapidez toque la Esfera de agua para absorber el chakra usado debilitando de esta forma la Esfera, con el chakra qué tome lo concentre en mi puño para romperla logrando que esta estallara dejando libre el de cejas gruesas.

Me senté a su lado para escuchar su corazón, si estaba vivo, solo se había agotado. Repetí el proceso con cada una de las prisiónes, en cuanto se liberaba el tiburón lo golpeaba en uno de su puntos débiles para evitar que hiciera algo malo con el resto.

Finalmente termine de sacarlos a todos, el hombre pulpo no tardo mucho en irse corriendo hasta el lugar por donde se entraba a la isla.

—¿Qué paso aquí? —Les pregunté y Yamato-san comenzó a relatarme todo, desde el entrenamiento de Naruto, hasta el momento en que Guy-Sensei peleó con un Akatsuki y este logro escapar con información de nosotros.

—Kiyomi-chan, ¿estas bien? —Me susurro naruto para que nadie nos escuchara. Asentí con pena. —Tu chakra ha estado algo alterado.

Sonreí. —Estoy bien, rubio. Deberíamos preocuparnos por Guy-Sensei. —El no me respondió, simplemente se acercó al mayor para tomarlo por el chaleco.

—Estas bien Gekimayu-sensei, deja que te ayude. —El de cejas pobladas rápidamente comenzó a gritar.

—¡Ey! ¡No toques a Guy-san ahora! —Regañó el castaño a Naruto. — Ahora está sufriendo los efectos secundarios de las ocho puertas. —¿Asi qué por eso elevó su chakra tanto? —¡Cualquier roce le provoca un terrible dolor en todo su cuerpo.

—¿Qué? ¿De verdad? ¡Lo siento ttebayo! —Se disculpo, sin embargo lo dejo caer en el suelo generandole aun más dolor del qué ya tenía.

El pulpo espero volvió y no tardo mucho en tocar a Guy-Sensei quien no tardo en quejarse, al mismo tiempo yo me tire al piso haciéndome bolita con la mano en mi estómago. A mi lado de sento Naruto quien si bien estaba preocupado, no sabia que hacer.

Maldito sea Kakashi-sensei ¿por que nunca le enseño a sus alumnos que hacer en estas situaciones si Sakura también era parte del equipo?

—Kiyomi. —Gire la mirada hacia Yamato-san quien retrocedio soltando un gritito. —Deberías ir a la cama, Naruto seguirá con la misión.

—¿¡Esta diciendo que no sirvo para nada?! —El nego mientras una gota se sudor recorría su frente.

—N-No dije eso.

—¿¡Ahora dice que soy una mentirosa?!

—Naruto ven ayudame con tu novia. —Le imploró.

—¿¡Me esta dividiendo histerica?! —Lo tome por el cuello del chaleco. —¡¿Cual es la maldita misión?!

—¡Kiyomi-chan! Ven, tu eres buena con los animales, ahora tenemos que analizar la biología de los animales. —Me explico el rubio tocando mi mano.

—Si tu lo dices...

𝐑𝐔𝐁𝐈𝐎.- Uzumaki NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora