cuarenta y cinco

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"Gracias"

Morir... Un limbo donde eres feliz, tal vez por fin podre vivir con mis padres, con todos aquellos que perdí. Escuchaba las voces de Ryo y Hikari-sensei gritandome para que abriera los ojos pero sencillamente no podía.

-¡Por favor! -Rogó a lo lejos mi amigo. -¡¿Naruto?! -Esta bien... Naruto esta bien, seguramente lograron salvarlo.

Sentí como mis heridas se curaban con el tacto de Naruto sobre ellas, ¿qué? ¿qué fue eso? Los sonidos de sorpresa de mis amigos no se hicieron esperar. -Despierta Kiyomi-Chan. -Su voz... es su voz. -Por favor... -Esta triste, parece que tiene un nudo en la garganta. -Prometiste quedarte conmigo siempre. -No puedo irme, todavía no.

-¿Acaso crees que te mentiria? -Le pregunte mostrandole mis ojos qué rápidamente se conectaron con los suyos, no tenian sus tonalidades azules que tanto adoraba si no que sus pupilas formaban una cruz y las marcas en sus mejillas eran mas negras que usualmente. Sus lágrimas no tardaron en descender mojando mi cara.

-Creí que te perdería. -Susurró en el oído cuando su cuerpo envolvío el mio con fuerza, como si no quisiera soltarme.

-Estoy aquí rubio, aunque no se muy bien como. -Mire detrás de el a Ryo y Shikamaru, ambos lloraban de forma discreta. -Estoy bien chicos, pero si me sigues apretando así se me va a salir un pulmón, rubio. -El me soltó entre risas limpiando sus lágrimas.

-No lo vuelvas a hacer, ttebayo. -Pidió.

-Supongo que no puedo evitarlo. -Sonreí. -Naruto, ¿eres un clon? -Pregunté recibiendo un asentimiento por su parte. - ¿Qué esta pasando?

-Madara se convirtió en el Jinchūriki del Jubi Gekimayu-sensei peleó contra el y lo dejo muy herido pero lo salve así como a ti- -Puse mi dedo sobre sus labios.

-No te estoy entendiendo nada rubio, mejor vamos allá. - Pedí en un intento de levantarme.

-¡Eso es peligroso, Kiyomi-chan. -Replicó apenas termine de hablar. -Solo equilibre tu fuerza vital pero aun están abiertas tus heridas si vienes conmigo y Madara te hace daño entonces tu...

-No pasará. -Afirme mientras lo miraba a los ojos, esa había sido la manera de convencerlo toda mi vida. -Hikari-sensei, ¿tiene chakra para cerrar mis heridas?

-No, la gaste toda hace unos momentos. -Asentí. -Pero Ryo si tiene. -Informó y la de cabellos rosados desvío la mirada.

-Ryo... -Canturee intentando convencerlo.

-Kiyomi, es suficiente. -Sentenció Shikamaru, lo observé por encima del hombro de Naruto. -Un ataque más y morirás.

Intenté ponerme de pie pero apenas lo hice cai en brazos de Naruto, era cierto, si iba al campo de Batalla solo seria un estorbo, incluso podría llegar a ser una carga qué retrasaría al equipo siete.

-¡Bien! ¡Pero que quede claro que no lo hago por que ustedes lo dicen! -Me crucé de brazos mirando hacia otro lado.

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Su sonrisa iluminaba el lugar como si se tratara de un sol. Ambos pasábamos por las calles de Konoha tomados de la mano, no tengo idea de hacia donde nos dirígiamos pero... Se sentía bien.

𝐑𝐔𝐁𝐈𝐎.- Uzumaki NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora