𝐑𝐔𝐁𝐈𝐎.- Uzumaki Naruto

veintinueve

—¡Pulpo, pulpo, pulpo! ¿Ves algún pulpo, Kiyomi-chan? —Le pregunto a la azabache quien recientemente se había quitado la venda de los ojos y apenas estaba intentando acostumbrar nuevamente a los colores brillantes.

—¿Pulpo? ¿Por que buscamos a un pulpo?

—¡Se supone que el pulpo me ayudará, dattebayo!eso fue lo que dijo el gran sabio Sapo. —Ella sonrió con ternura.

—Si, ya me acorde. —La boba sonrisa no desaparecía de su cara, estaba tan feliz de nuevamente ver aquellos ojos azules que tanto amaba.

—Estaba en lo cierto cuando dijo que sería en una olvidada isla paradistica dattebayo. Estoy seguro de que sin duda conoceré a alguien que me ayude.

El Jinchūriki saltaba de un lado para otro buscando aquel animal marino mientras qué los Jounin vigilaban todas y cada una de las acciones de la joven pareja.Pronto se pudo ver la isla a lo lejos cosa que emocionó aun más al rubio.

—Por favor prepárense para desembarcar. —Avisó uno de los ninjas.

—¡Kiyomi-chan, mira la isla! —La menor mostró una cara de asco ante el lugar que supuestamente era una isla paradistica.

—Parece un lugar donde matan gente. —Dijo mientras se acercaba al rubio. Aquel lugar estaba formado por púas y en sus alrededores había insectos, cráneos, aves qué no eran muy lindas.

—¿Una... isla paradistica? —Cuestióno el Uzumaki ante el lugar que era de todo menos lindo.

—Es como el bosque de la muerte de Konoha. Solo que éste es un poco más extremo.—Aviso el hombre de otra aldea.

—¿Esto es un lugar para vacaciones?

—No te preocupes, es seguro. Mientras no provoquemos a las criaturas, estas son bastante dóciles. Exepto una...

—¿"Exepto una"? ¿Cuál? —Preguntó Yamato.

—¡¿Qué parte de este lugar es paradistico?! ¡Eres idiota, Gran Sapo sabio! —Gritó el de rubios cabellos a los cuatro vientos.

—Para uno que vive al lado de la costa.. —Justo en ese momento un gran tentaculo se dejo ver.

—Mira, Naruto.

—¿Huh? ¡Un tentaculo de pulpo! —Rápidamente corrió hasta un lugar donde el animal lo pudiese ubicar. —¡Esta bien, pulpo! ¡Ven y guiame dattebayo! —Le ordenó con fascinación, sus ojitos brillaban y sus mejillas estaban levemente rojizas

—Yamato-san...

—¡Naruto, este en realidad... ES UN CALAMAR! —Anuncio cuando sus extremidades movieron el barco gracias al agua. El agua baño a la Nara quien no tardo en quejarse.

—¡Estaba apunto de advertírles qué es es con el que tienen que tener cuidado, pero apareció antes de que pudiera decirlo!

—¿¡Que?!—Los Jounin de la hoja estaban alterados.

—Esa cosa mojo mi ropa. —Susurró la adolescente mientras sacudía sus manos.

—Uno, dos, tres...

—¡Es obvio sin contar sus tentáculos! ¡Naruto, vamos!

—Sin embargo, tenemos que estar seguros. El calamar tiene diez tentáculos, en cambio un pulpo tiene ocho. —Naruto mostró sus dedos.

—Voy a matar esa cosa si me sigue llenando de agua.

—¡Kiyomi-chan, si ese es el pulpo qué me va a guiar no puede...! —Sus palabras no pudieron completarse por que tanto el como la Nara fueron tomados con una extremidad del animal.