𝐑𝐔𝐁𝐈𝐎.- Uzumaki Naruto

veinticuatro

—Quiero que me digas algo. ¿Por qué? ¿Por que matar a Uchiha Shisui? ¿No confíabas en el?

—¿Por qué quieres saberlo?

—¡Contesta, maldita sea!

—Nada hubiera detenido el golpe de estado de los Uchiha y el sacrificio de los ojos de Shisui solo seria un desperdicio. —Apreté mis puños. — No merecía sus ojos.

—¡Eres un maldito! ¡Tenia una mujer a la que amaba! ¡Una familia! —Su único ojo visible se abrió más de la cuenta.

—Así que los rumores eran ciertos, Shisui embarazo a una chica. —Me miro con desprecio. —Es imposible que seas tu, eres demaciado joven. —Mordí mi labio evitando hacer cualquier tontería.

—No, no soy yo. —Le dije. El me observó con cuidado cuando cerré mis ojos para luego abrirlos nuevamente mostrándole mi sharingan.

—Vaya... Entonces tu eres la bastarda. —Mis látigos se apretaron aun mas. —Lo suponía, no podía esperar mucho de alguien tan idiota como Shisui.

Mis músculos se tensaron y cuando menos me di cuenta el estaba en el suelo conmigo apretando su cuello. —¡Retractate! ¡No te atrevas a hablar así de el. —Probablemente ese anciano tendría dificultades para respirar, pero se que podía formular palabras.

—¿Y quien era la desafortunada mujer? ¿Yoshino...? — El mencionó el nombre de mamá y no pude evitar sentír como mi sangre hervía. —No... no caería tan bajo... Tal vez Shikaki. —Mi expresión lo dijo todo y el sonrió cínicamente. — Era de esperarse, después de todo siempre fue una perra.

—¡CALLATE! ¡CALLATE MALDITO! —Grite mientras algunas lágrimas salían de mis ojos. —¡NO TE ATREVAS A DECIR ESO!

—Kiyomi... —Escuche una voz detrás de mi.

—¿Qué pasa? ¿la verdad es dolorosa? —Una mirada de sorpresa me rodeo y luego de ello perdi el control de mi misma.

Lo último que recuerdo fue golpear una tras otra tras otra vez el cuerpo de ese viejo, ¿en que me convertí? una asesina. Mire mis puños llenos de sangre y el rostro desfigurado del hokage, no pude evitar llorar ante esa escena, mis ojos comenzaron a arder y no tarde mucho para escuchar la voz de Sasuke detrás de mi.

Ese hombre ¿Otra ves? —¡Kiyomi, cuidado! —Escuche y cuando me gire para mirar sus ojos me arrepentí inmediatamente. Mis ojos por si solos crearon unas estrellas que eran tan blancas y puras pero al tocar ese hombre el comenzó a retorcer se tocando su cabeza mientras los lugares que habían tocado las estrellas comenzaban a derretirse. Cubrí mi vista con mis manos.

Mientras las lágrimas no paraban de salir, toque el suelo para crear una barrera de agua que me protegiera de cualquier ataque qué Danzo pudiera lanzar.

Mis manos temblaron, mire como la sangre del hokage seguía sobre ellas. Mate a un hombre, no. Mate al hombre que es el actual hokage, no solo una, dos veces.

Me cubrí los oídos con las manos cuando Sasuke comenzó a gritarme por ayuda, pero no podía, no podía moverme, estaba paralizada. Escuche a la chica pelirroja pedir mi ayuda. Sasuke estaba a punto de ser asesinado.

No puedo permitir eso... pero salvarlo implicaria ayudarlo y si no lo hago... ¿Qué sucedería? Naruto me odiara. No, no quiero.

Estuve a punto de ir sin embargo su chakra volvió a la normalidad, Sasuke estaba bien. Puede seguir luchado.  El chakra de ese hombre me abrumaba, no tarde mucho para descubrir su Jutsu pero... ¿Sasuke lo haría? después de todo hasta donde se, el no es un ninja sensorial.

Cubrí mi ojo del cual salieron aquellas estrellas para evitar cualquier incidente y mire al anciano. Pude notar qué su piel era de un lado algo más clara... Los libros que había leído sobre los experimentos de Orichimaru con células del primer hokage llegaron a mi mente. ¿Ese hombre quería el poder de los Uchiha y de Hashirama-sama, eso quiere decir que... ¿Quiere controlar a Kyubi? ¿Esta tras Naruto?

No, no puedo permitir eso. Ese hombre invoco un animal gigante qué estuvo a punto de matar a la peliroja. Libere mi barrera de agua para atraparla, ella no era inocente pero no era mala. Tal vez podría llevarla a Konoha para que...

Tomé en brazos a la chica para luego ponerla en un lugar seguro y a su vez un lugar estratégico para que pudiese ver la pelea. No podía irme del lugar el supuesto Madara seguía ahi y quien sabe lo que me haría en caso de que intentaste escapar.

Cómo shinobi, mi deber era proteger a ese malnacido, como amiga mi deber era ayudar a Sasuke, y como hija mi trabajo era matar a Danzo. Me debatí mentalmente en lo que debería hacer. ¿Qué tan bien estaría matarlo? Después de todo el no era un traidor al menos para la aldea, me darían prisión pero al menos Naruto estaría a salvo y yo... Yo haría lo que fuera por ese rubio idiota.

—Cuando los diez ojos de tu brazo derecho se hay cerrado, tu Jutsu ya no funcionará ¿no es así? —Vaya, si estudio sobre su clan.

—¿Ya sabias sobre el Izanagi?

Sasuke continuó presionando a ese hombre durante largos minutos, no interferiria hasta que ese hombre estuviera a punto de morir. Kakashi-Sensei y Hikari-Sensei van a regañarme pero... Sasuke también fue mi amigo y a pesar de todo, ese hombre fue el responsable de la muerte de mis padres ¿por que debería ayudarlo a matar a otro Uchiha mas?

Finalmente hubo un último choque de poderes donde - Si bien Sasuke estaba muy dañado - Danzo se encontraba tirado en el suelo. Aun cubría mi ojo, me sentía mal, muy mal pero... Tuve que tomar una decisión.

—Oye, roja. No te vayas a acercar pase lo que pase.

Salté hasta el lugar donde estaban los combatientes poniéndome cara a cara con Sasuke.

—Sasuke, es suficiente. —Le dije evitando qué atacará. —Las células del primer hokage comenzaron a descontrolarse del brazo de Danzo salió un árbol gigante qué logro repeler.

—No te metas Kiyomi, esta no es tu pelea.

—¡Te equivocas! —En ese tiempo fue el suficiente para que aquel hombre me usará como rehén. —Maldito Danzo.

—Tu has utilizado demaciado tu habilidad visual, ¿no es así? —Comenzó a hacer presión en mi cuello, podria liberarme fácilmente si hubiese estado en mi mejor estado mental pero... ¡Esto resolvía todos mis problemas! Mi cuerpo protegía al Hokage y al mismo tiempo Sasuke estaba a salvo mientras Danzo no hiciera nada imprudente.

—Yo ganó. —Susurro entre dientes con una sonrisa.

—¿No es irónico qué tu, quien glorifica el autosacrificio, tome un rehén?

—No lo es si yo considero valiosa mi vida. Por el honor de Konoha... por el mundo Shinobi. No puedo darme el lujo de morir aquí. No importa lo que signifique, debo sobrevivir. Para ser el único que reformó, que hizo cambiar al mundo shinobi. —Su brazo cada vez me apretaba más. —Esta mujer será sacrificada por esa causa.

El Uchiha formo un chidori con su mano izquierda. —No te muevas... Kiyomi. —Me ordenó. Sabia lo que haría y cualquier final lo aceptaría. Un dolor se instalo en mi pecho y pude sentir como sangre comenzaba a salir de mi boca. Su técnica me atravesó junto con el anciano.

—Nii-san... Uno menos. —Murmuro.

—S-sabia que harías eso —Sonreí con dificultad mientras di un paso adelante para no caer sobre el hombre.

—No eres digna de ser hija de Uchiha Shisui. No lo eres desde el momento en que te pusiste a llora por matar a este infeliz. —Reí por sus palabras, ya no importaba.

Caí al suelo duramente y mis ojos se cerraron con pesadez, tal vez no moriria en ese momento pero... No me quedaban más de treinta minutos de vida.