once

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"Pequeño Secreto"


En un misterioso lugar, tres personas se encuentran conversando: Pain, Konan y "Tobi".

—Finalmente tenemos al Rokuby.

—Ahora podemos ir tras el Kyubi.

—Buena idea. Como mataste a Jiraiya, Konoha te tiene en la mira —advirtió el enmascarado. —Entre más tiempo pase, es probable que realicen un contraataque.

—No importa lo que pase, atraparemos al Kyubi —susurró la única mujer, acostada plácidamente en su sillón.

—Solo nos falta un biju.

—¿No eran dos?

—Sasuke ha atrapado al Hachibi.

—Ya veo.

El hombre que estaba en medio se levantó de su asiento. —Konan, inicia los preparativos de inmediato. Nos dirigimos a Konoha.

—Pain. —Llamó Tobi. —Si fracasas en tu misión, usaré cualquier método para traer al Kyubi.

—Eso lo sé, no pienso fallar.

Kiyomi Nara
Actualidad.

Era de noche, la luz de la luna era lo único que iluminaba mi habitación, puesto que no quería prender la luz. Miré las cajas que quedaban en mi habitación. Puse todo aquello que ya no necesitaba ahí: millones de objetos inútiles para mí en este momento, libros de princesas, armas de juguete (kunais, shurikens), mis trabajos de la academia, los papelitos que le pasaba a mi hermano durante clases, prendas viejas.

En todo el día nadie me había molestado, solamente para avisarme de la comida y cosas parecidas, pero sinceramente no tenía muchas ganas de hablar. No tuve tiempo para pensar en mí misma gracias al tema de Jiraiya-sama, pero finalmente había llegado el momento y realmente me sentía mal. Represé tantas mis emociones que simplemente se estaban desbordando.

Me recosté en la cama un momento, ¿realmente soy una buena Kunoichi? Literalmente, toda mi vida no he hecho más que quejarme y cometer errores. Es más, ni siquiera puedo dominar los jutsus de las sombras. Sin darme cuenta, una rebelde lágrima cayó por mi mejilla. ¿Por qué estoy así?

El simple hecho de que no ayudé en absoluto para el rescate de Sasuke me hacía sentir mal, como una completa inútil. Nuevamente me levanté de la cama para dirigirme al ático con una caja entre mis manos. Nunca subía ahí; no era un lugar lindo, estaba lleno de polvo y telarañas. Dejé la caja por ahí y entonces revisé por mera curiosidad los objetos que había en ese lugar.

Una caja de zapatos pintada de blanco en su tapadera llevaba el nombre de Shikaki Nara. No creo que mamá se moleste si reviso esto. Limpié mis lágrimas antes de hacer cualquier cosa; no quería ensuciar las pertenencias de la tía. Encontré miles de hojas viejas, probablemente más que yo; reí ante mis pensamientos y tomé la primera carta, no tenía fecha ni nada.

Querida Shikaki:

Antes que nada, quiero que sepas cuánto significas para mí y cuánto me duele estar separado de ti durante esta misión. Cada día lejos de ti es un desafío, pero sé que las misiones son parte de nuestro deber como ninjas.

Quiero que estés tranquila, mi querida. Esta misión es de alta importancia para la seguridad de nuestra aldea, y estoy comprometido a llevarla a cabo de la mejor manera posible. Aunque el riesgo es real y las situaciones pueden volverse peligrosas

, quiero que sepas que estoy entrenado y preparado para enfrentar cualquier adversidad que pueda presentarse.

Llevo conmigo el recuerdo de tus palabras, de tu sonrisa y de todos los momentos que hemos compartido. Eso me da la fuerza para superar los desafíos que encuentro en el campo. Tu amor y apoyo son como un faro de luz en la oscuridad, y eso me ayuda a mantenerme enfocado en mi objetivo.

Durante esta misión, estaré en constante comunicación con los demás miembros del equipo y con nuestras superiores. Espero que puedas sentir la conexión entre nosotros incluso a través de la distancia. Mantente fuerte, como siempre lo has hecho. Eres una ninja excepcional y una persona increíblemente valiente.

Mantendré tu recuerdo cerca de mi corazón en cada paso del camino. Espero con ansias el día en que podamos reunirnos nuevamente y compartir nuestras experiencias. Hasta entonces, cuida de ti misma y de nuestro pequeño secreto.

Siempre tuyo Shisui Uchiha.


Abrí mis ojos con sorpresa, no tenía ni idea de que la tía Shikaki tuviera una relación con un Uchiha. ¿Mamá lo sabía? ¿Esto era a lo que se refería Itachi cuando me dijo que investigara de la tía? En ese momento lo recordé. ¡Él también mencionó a Uchiha Shisui! Era el remitente de la carta. Su letra era muy bonita; era elegante e incluso la delicadeza con la que escribió sus palabras. Él la amaba. Una sola carta me dio la esperanza de creer que una relación en este mundo de mierda era posible.

Me pregunté a qué se referiría con "pequeño secreto". Tal vez su relación era secreta, y por eso mamá y papá no me habían contado; ¡quizás ellos no sabían nada de lo que yo sé ahora!

Volví a doblar la carta con sumo cuidado, dejándola en su mismo lugar, y tomé entre mis dedos una carta más. Quería entender eso que Itachi-San había mencionado; quería saber qué tenía que ver yo con ellos dos. Antes de que siquiera tocara otra de las cartas, escuché pisadas acercarse. ¿Papá seguía despierto?

—¿Quién anda ahí? —Una femenina voz se escuchó en la pequeña puerta que estaba colocada en el suelo. Me escondí detrás de unas cajas cubiertas por una blanca tela, manchando mi ropa por polvo. Hice una mueca de asco, pero no dije ni una palabra. —Debo estar soñando. —La puerta se cerró, y pude respirar con naturalidad.

Luego de unos diez minutos, me aseguré de que mamá estuviera dormida para luego bajar con la caja de la Tía Shikaki entre los brazos. La guardé junto con los demás papeles que revisaría... Algún día.

No tenía muchas ganas de pensar, así que simplemente me puse mi pijama, y luego de ello, me fui a descansar.

Mañana sería un largo día.

𝐑𝐔𝐁𝐈𝐎.- Uzumaki NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora