cuarenta

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El plan dio inicio con la estrategia del InoShikaChou, Ino logro entrar en el cuerpo de Obito. Mi hermano conecto su Sombra con la del Jubi, y a el se sumaron más personas del clan, si bien yo también podría haberlo hecho papá no lo permitió por mi estado actual. El dijo que yo podría ser útil en otra cosa.

Escuché a Lee gritar el nombre de Takashi mientras lo sostenía en sus brazos - después de todo ellos siempre habían tenido una relación cercana - , me acerque a ellos y tan pronto como llegue ya estaban Guy-Sensei, Kakashi-Sensei y Hikari-Sensei.

—Lee... —Susurro Tenten.

—Lee... Mientras no abandonemos los sentimientos de Takashi, el seguirá viviendo dentro de nosotros. —Hablo su maestro.

—Les diré algo interesante ¡Esa union de la qué hablan, fue lo que me creo! ¡Sepan que también puede ser una poderosa maldicion!

—Naruto... yo fui quien te dijo lo de no dejar morir a los compañeros. Es algo de lo que quería prevenirme a mi mismo, tuve muchos compañeros a los que no pude proteger. Así que sigo diciendo que los protegeré... Pero sigo teniendo que afrontar la realidad que no soy capaz de protegerlos. Debo cargar con esa heridas durante el resto de mi vida. —Escuché con atención las palabras de Kakashi-Sensei.

—Porque... somos lo que qué aguantanos en silencio. Ya qué somos "shinobis", los qué aguantan. Nunca le permitiré olvidarlo... Y esa herida significa que mis compañeros siguen aquí conmigo. Mis verdaderos compañeros no son los que creé en un sueño para no salir herido. ¡Eso sería como eliminar a mis auténticos compañeros! —Sonreí ante sus palabras.

—¡Ey, Lee! ¡Guarda a Takashi aquí!—Señalé mi pecho. El se quedó pasmado unos segundos para luego asentir. — ¡Levántate, lee! —Naruto le dio la mano formando aquel manto de chakra rojo.

—Conmovedor... —Escuché a Madara.

—¡Conmueveme esta! —Le mostré mi dedo medio al Uchiha mayor quien simplemente rio.

El Jubi comenzó a resistirse a las ataduras de mi clan. —¡Naruto, Kiyomi! ¡Ahora! —Un ataque convinado de la alianza hizo retroceder a la criatura, agregué el elemento luz y de esa forma cuando nuestro poder toco al Jubi la resplandeciente luz lo quemó al punto de derretir las yemas - Si es que tenia - de sus dedos. Sin embargo no se rindieron, clavaron sus brazos formado una especie de prisión a nuestro alrededor.

—Buen trabajo, mocosa. Pero creo que tu amigo el muerto no muestra mucha alegría. —Comentó de manera sarcástica el de cabellos alborotados.

—La voluntad de Taka...—Naruto acerco su mano a mi mano mientras formaba un Rasen Shuriken, a su vez agregué el elemento luz para que este quemase por completo las celulas del Jubi. —¡AUN NO MURIÓ, IMBÉCILES! — Tal pronto como dije eso todos saltamos hasta sus brazos cortando los.

Lee atacó a Madara cortando aquello qué lo unía al diez colas además de su torso, Naruto estuvo a punto de lanzar su técnica sin embargo su hombro estaba dislocado, golpeé con suavidad para intentar arreglarlo cosa que de alguna forma funciono, mi novio logro imitar las acciones de Lee con Obito, con la excepción de que el no cortó su cuerpo en dos.

La alianza se encargó de tirar hacia atrás al Jubi, y todos caímos frente a nuestros dos enemigos.

—La diferencia entre tu y yo... —Naruto se coloco al frente conmigo a su lado. —Es que no quiero cortar los lazos qué me atan. Ni quiero que me los corten.

—¿Ahora lo entiendes, Uchiha?

—No habría que cortarlos. —Dijo Obito a Naruto. El Jubi alzó su puño.

𝐑𝐔𝐁𝐈𝐎.- Uzumaki NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora