treinta y tres

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Dos soles y la estrella más brillante”

“Dos soles y la estrella más brillante”

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diez años antes
omnisciente

Al rededor del patio de la academia se encontraban todos aquellos jóvenes estudiantes qué miraban todos y cada uno de los combates iniciando con Hyuga Hinata y Nara Kiyomi.

—¿Por qué debo de pelear con Hinata-san? — Le pregunto la menor a su maestro cuando ambas se posaron frente la otra.

—No se trata de eso. Esto es un entrenamiento tradicional Shinobi. —La Hyuga preparo sus palmas mientras su contrincante simplemente miro con pesadez al mayor.

—No quiero pegarle a Hinata-san. —Dio unos pasos adelante poniéndose justo frente a la niña mayor, le regalo una pequeña sonrisa para luego rodearla y salir del área limitada. —Oh, no. Salí del área límite, creo que he perdido. —Menciono entre risas para luego volver a su lugar inicial.

—¡Kiyomi! ¡Tomate las cosas en serio! —Ella simplemente continuaba riendo antes de extender su mano derecha a la jover heredera de los hyuga.

—Hinata-san, creo que ganaste. —Sus dedos formaron el simbolo de reconciliación, y con timidez la de ojos aperlados lo completo.

—Arigato, Kiyomi-san. —La menor cerro sus ojos indicando qué no había nada que agradecer.

—¿Puedo volver a mi lugar? —Iruka la miro con pesadez antes de asentir.

—Quiero que la próxima vez te tomes en serio en combate, Kiyomi.

—Hai, Hai. —Le resto importancia volviendo a su lugar junto a cierto rubio travieso y su hermano. —Oe, Naruto. Si te toca pelear a ti, quiero que sepas que incluso si no ganas, estoy orgullosa de ti. —Hablo en un tono bajito en el oído del Uzumaki quien simplemente asintió múltiples veces con sus mejillas tan rojas como las fresas.

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Actualidad
Nara Kiyomi.

Corríamos los tres por una especie de desierto, Naruto parecía preocupado, seguramente sus habilidades sensoriales lo ponían nervioso. Sin embargo pronto una nuebe de polvo obstucalizo mi visión.

No me hizo falta verlos, solamente con sentir sus chakras sabia quienes eran.

—¡Baa-chan! —Naruto miro sorprendido a la mujer y a su acompañante. Yo simplemente trague saliva, ahora si estamos en problemas. Por su parte Bee-sama miro con sorpresa a la hokage, fijando su mirada en los pechos de esta.

𝐑𝐔𝐁𝐈𝐎.- Uzumaki NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora