Narrador desconocido

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Debo admitir, que aunque siempre he sentido desprecio hacia ella, a veces suelo considerar que no es tan mala

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Debo admitir, que aunque siempre he sentido desprecio hacia ella, a veces suelo considerar que no es tan mala. Solo es una pobre chica insegura, que hace cosas por agradarle a los demás: a sus amigas, a cada chico con que ha estado, los cuales la tratan como basura y ella lo acepta.

Le marca a su nuevo novio por sexta vez, pero no consigue respuesta. Mensajea a Klay para ver cómo van las cosas, se encuentra ocupada incluso el día de su cumpleaños, confirmando de ese modo la idea, que no le importa a nadie lo suficiente.

Solo una de sus amigas se ha pasado a saludarla, Erica. Entiende que hay alguien más pasandola mal, pero no lo hace menos triste.

Se queda en su viejo columpio con su vestido rosa, esperando a su madre como cada año, ella tiene cosas e hijos, más importantes que atender. Su padre, está como siempre, cada día y cada año, pero siente que no es suficiente, porque quiere a su madre.

Lana quisiera que no le importara nada como a Hayden, que todos la amaran como a Erica, que las emociones pasajeras le fueran suficiente como a Klay, tener algo que le haga evadir su realidad como Brandy, sueños tan grandes como Holly, desaparecer como Donna y lo más importante, obtener el amor de él, pero es imposible.

Se mece en su columpio durante horas, como suele hacer cada triste cumpleaños, deberían felicitarla de ese modo; no “feliz cumpleaños” ¿quién la pasa realmente bien ese día?

Escucha de nuevo la puerta y corre hasta la sala para abrirla, pero desilusionada se encuentra con un repartidor, que sostiene un paquete. Lo recibe y es como una recompensa de la inasistencia de su madre, como de costumbre y no lo revisa porque le da igual, la quería a ella.

Se sienta en el muro de la calle, hasta que ve al viejo Impala estacionarse. El chico desciende del auto con un gran regalo y una gigantesca sonrisa, pero esa vez no la contagia.

—Feliz cumpleaños, algodón de azúcar.

—Gracias.

Recibe el regalo y él se sienta a su lado.

—¿Cómo sigue ella?

—Estable.

El silencio se extiende durante unos segundos y ella se mira los pies, esperando la hora que tenga que abandonarla.

—¿Quieres hacer algo? —la mira —seguro encontramos algo que hacer.

—¿De verdad quieres estar aquí conmigo? ¿Te sientes tan mal por mi?

—Se que no nos entendemos muchas veces, pero yo te quiero Lana. Siempre será de ese modo, yo soy tu amigo fiel —le sonríe.

—Amigos.

Se han odiado tantas veces y amado en secreto, que ya no saben que cosa son.

—Sabes que siempre estuve enamorada de ti y soy una idiota, se lo que eres y nunca te gustaría una chica, mucho menos yo.

—No quiero lastimarte, eres tan dulce y yo solo no puedo.

—No soy tu madre y tu no eres tú padre, no serías capaz de lastimarme nunca.

—Lo he hecho durante años y tú solo te quedas ahí viendo como te lastimo.

Ella voltea a verlo y él se encoge de hombros, pero es cierto. Se siente culpable por muchas cosas, tiene tantas amigas y a todas las ha lastimado.

Le acaricia las mejillas y se miran fijamente, sus miradas logran un brillo especial al estar una sobre la otra. Él acerca su rostro y Lana lo recibe, para luego fundirse en un cálido beso, lo hacen de manera lenta y es justo como ella siempre imaginó que sería.

—¿No eras gay, Andy?

—Me lo han preguntado tantas veces, que ya no tengo respuestas creativas. —sonrie —pero el amor es amor, Lana.

Se vuelven sus labios contra los del otro y luego se levanta, pero ella se queda sentada, con su mirada perdida en la suya. Le extiende la mano con una sonrisa y la recibe.

—No sigas esperando a tu madre y ten un feliz cumpleaños, conmigo.

Que lindo, ¿no creen? De repente… siento como todo mi sistema deja de funcionar y mis cámaras fallan. Pierdo la conexión con ellas, pero luego sonrió, eso solo significa una cosa… pronto sabrán quien soy y con eso todo será un completo caos.

He pensado muchas veces en huir, pero algo me detiene. No olviden que yo también tengo deseos y peleare con ellos, sin importarme que la ola me arrastre consigo.

 No olviden que yo también tengo deseos y peleare con ellos, sin importarme que la ola me arrastre consigo

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Bajo la superficie [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora