Bajo la superficie [BORRADOR]

Capítulo 51

Drew

Haría cualquier cosa por evitar esto, pero sencillamente no puedo, es algo que debo hacer y nada de esto estuviera pasando, si me hubiera mantenido a raya. No tengo más opción que enfrentar la situación, debido que la misión llegó a un punto sin retorno, Earl sabe quién soy y sospecho que siempre lo supo.

Hemos tenido que extraer agentes infiltrados por su seguridad y la del comando, debido que básicamente jodí la misión y mi carrera está en riesgo, solo espero poder conservar mi trabajo.

Mis pensamientos se quedan a un lado cuando la veo entrar por la puerta. Me levanto intuitivamente y no entiendo porque mi pulso se acelera con solo verla. No paso desapercibido cuando su mirada se enfoca en el anillo en mi dedo, lo remuevo incómodo, ella aparta sus ojos enseguida y se sienta frente de mí, sin decir una sola palabra.

Intento contrarrestar la incomodidad al tomar las carpetas en mis manos, siento como las hojas escapan de mis dedos y ella coloca los codos en la mesa, me mira fijamente. No soy capaz de no corresponder a su mirada, no es un secreto el estrago que causa está chica en mi.

Me permito contemplarla por unos instantes, en otra circunstancia lo haría para tomar detalle del lenguaje corporal o para psicoanalizar sus expresiones, pero la realidad es que solo lo hago para observar sus bellas facciones, como intenta por todo los medios mostrar una actitud ruda y el brillo de sus ojos marrones cuando descubre mi mirada sobre la suya.

—¿Estás feliz Ahora? Agente Bradford —cambia su expresión a una burlona —por fin tienes a mis amigas y a mi justo como querías, ¿no?

—No es así, Erica.

—¿O me traes aquí a declarar de nuevo… porque simplemente me extrañas?

Se inclina en el asiento y pone los codos sobre el reposabrazos, adoptando una actitud relajada. Detrás de toda su hostilidad, descubro que luce cansada, sus ojeras son notorias, su piel parece que no hubiera tenido contacto con el sol durante semanas y es como si algo en ella fuera distinto.

—Han pasado mierdas como te lo imaginas —me mira a la cara —y tener que verte debe ser la peor.

—Sé que te sientes herida, pero basta de intentar hacerme sentir como una mierda, solo estoy cumpliendo con mi deber. —la enfrento —Entre más pronto terminemos más rápido podrás irte.

La veo tomar una calada de aire, sin decir nada más y aunque lo disimule, está situación me está afectando, pero es toda mi culpa.

—Erica lo siento, no es el momento —miro las cámaras —pero que sepas que nunca fue mi intención ponerte en medio de todo esto.

Mira a los papeles sobre la mesa y noto que no quiere escucharme, por eso no intervengo con una sola palabra más.

—Está bien, como quieras. —tomo de nuevo los papeles —¿Cuándo fue la última vez que viste a Karla Davidson?

Sus pupilas se dilatan y titubea al instante que la miro a los ojos, percibo como traga grueso, pero intenta mantener una expresión serena. Inclino mi cuerpo hacia ella, porque soy consiente de la evasiva en su lenguaje corporal.

—En el cementerio —dice rápidamente.

Lo anoto en mi libreta y me detengo un instante para mirarla de nuevo.

—¿Qué? No tienes pruebas de nada de lo que estás pensando. Te fuiste del club mucho antes de saber lo que pasaba. —me recrimina.

—Porque tu me lo pediste. —la miro fijamente —No estoy insinuando nada, es cierto lo que te dije ese día.