Capítulo 42

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Drew se lleva las manos a la cabeza y suspira frustrado por enésima vez está noche. Yo me quedo frente a él, pensado una manera en como lograr que se relaje, pero no hay manera, porque estamos en medio de un estanque de tiburones y el hijo del más peligroso, amenaza con poner nuestras vidas en riesgo si se le ocurre abrir la boca.

Le marco a su número, para ver si puedo intentar persuadirlo, pero no responde el hijo de putaaa.

—¿Están bien?

Levanto la mirada y me encuentro con los ojos color ámbar de Malia, en ese momento la rabia se apodera de mi y lo hago ver la furia en ellos.

—¿Tú qué haces aquí?

—Estoy intentando…—mira a Drew algo preocupada —¿pasa algo?

Me paro frente a ella con una mirada penetrante, no necesito que se meta en mis jodidos asuntos.

—Te voy aclarar algo, no me interesa una mierda quien eres y de que agujero saliste, pero deja de meterte en mi jodida vida. Deja en paz a Andy, porque tú y yo no somos amigas, si vuelves arrastrarlo a esto, vamos a ver quién tiene más poder de joderle la vida a la otra.

Su mirada es expectante, como sino supiera de que le hablo, pero si que lo sabe. Hace tiempo emerge desde las sombras en los peores momentos, antes creía que era coincidencia, pero en este punto nada lo es.

—Erica ya —me dice Drew.

Yo lo miro a los ojos y me alejo de ello, mi cabeza en este momento es un desastre. Regreso a la fiesta para ver si todo sigue en orden, pero no es así, se sigue llevando la ceremonia de las chicas que no tendrán un mejor futuro a partir de ahora.

—Earl, necesitamos hablar —le digo.

Él acepta sin reparos y se despide brevemente de sus invitados.

—Jeff… —intento buscar las palabras —¿es parte de esto? ¿Por algún motivo tendría que estar en esta fiesta?

—¿Jeff está aquí?

Por un segundo, noto como su mirada se ilumina de ilusión y no hace más que confundirme más.

—¿Con quién hablabas en el garage?

—No es algo que te incumba, Erica —mira por encima de mi —¿dónde está Knox? No debo recordarte que es la única razón por la que esas aquí está noche y si quieres salir bien de esto, es mejor que te límites a cumplir mis demandas.

Me alejo de él y miro todo a mi alrededor recordando la última vez que estuve aquí. Estaba tan confundida y llena de preguntas, pero las cosas no han cambiado desde entonces.

Mi mirada se encuentra con la de Drew y no sé que cosa sentir en este instante.

—¿Quieres irte ya?

—Earl estaría de acuerdo con eso —espeto.

Tomamos los abrigos y salimos de la casa, Earl mira nuestros movimiento y yo intento actuar coqueta con Drew mientras salimos de la casa.

En todo el viaje, me limito a mirar el techo transparente sobre mi cabeza. Me obsequia una buena vista del firmamento y también lo hago, para evitar cualquier contacto con Drew.

—Perdón por esta noche.

Volteo a mirarlo.

—No quiero sonar como una idiota, pero me dejaste sola en los peores momentos.

—Lo sé y lo siento —suspira —yo también tengo muchos demonios que no me dejan en paz.

—Si quieres hablar de eso, puedes hacerlo.

Bajo la superficie [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora