Capítulo 5.

419 29 4
                                    

Al día siguiente bajé con Hermione al Gran Comedor bastante temprano a desayunar y al pasar por el vestíbulo vimos el cáliz y a unos cuantos curiosos que querían ver quien se atrevía a poner su nombre como nosotras.

- Alumnos, antes de comenzar el desayuno quiero darles la bienvenida a las escuelas participantes del Torneo de los Tres Magos -anunció Dumbledore- bien, recibamos con un aplauso a las bellas alumnas del colegio Beauxbatons, y a su directora, Madame Maxime.

Entonces un grupo de chicas con un uniforme azul compuesto por un vestido, sombrero, capa, medias y zapatos muy cursis entraron bailando y soltando mariposas mágicas por todos lados, detrás de ellas venía una mujer que creo que era incluso el doble de gigante que Hagrid. 

Observé como todos los chicos tenían unas caras de atontados y "enamorados" impresionantes, y caí en que seguramente más de la mitad de esas chicas serían veelas.

 "Como tú" escuché a una voz en mis pensamientos. 

Yo miré a la mesa de las serpientes, en especial a un chico rubio, para comprobar que no estuviera mirando a donde no debía. Él al notar mi mirada de novia celosa me sonrió coquetamente y  yo le devolví la sonrisa un poco mosqueada.

- Buenog Diag Dumbledog, eg un placeg estag aqui en Hogwatg – escuché a Madame Maxime dirigirse a Dumbledore.

Vaya asco de acento francés, lo detesto.

- El placer es nuestro Maxime, por favor siéntese en la mesa de profesores y sus alumnas que se sienten en la mesa de Ravenclaw –y cuando ya se habían colocado Dumbledore volvió a hablar- bien, y ahora recibamos con otro gran aplauso a nuestros queridos amigos del Norte, los alumnos de Durmstrang, y a su director, Igor Karkarov.

En ese momento un grupo de chicos entró al gran Comedor con sus túnicas oscuras, un montón de capas de pieles y bastones de los cuales salían chispas de colores, empezaron a hacer piruetas y dragones de fuego. Detrás de ellos venía su director con una túnica blanca y el semblante más serio que el mismísimo Snape. 

Ahora era Draco quien me miraba a mi con su mirada de novio celoso y yo le saqué la lengua divertida.

- Buenos días Dumbledorrrrre -saludó Karkarov.

- Buenos días Igor, dígale a sus alumnos que se sienten en la mesa de Slytherin -ahora se dirigió a nosotros- bien, y sin esperar más, ya pueden comenzar a desayunar -y como siempre un montón de deliciosa comida apareció en nuestras mesas.

- Hey Ron, ¿ese no es tu enamorado Viktor Krum? -le pregunté mirándolo mientras me servía zumo de calabaza y galletas, pero él seguía mirando embobado a unas de las chicas rubias de Beauxbatons- ¡Ron! -grité.

- ¿Eh? Si, dime –me contestó girando su cabeza hacia mi y saliendo de su trance.

- Que ahí está Viktor Krum –le señalé al chico que se encontraba hablando con Draco en esos momentos.

- ¿Qué? ¿Dónde? ¡Quiero su autógrafo! 

- Tranquilo Ronnie, tendrás mucho tiempo para pedírselo.

- Nof me llamef Ronnie... -me contestó mientras devoraba un bizcocho de crema y Hermione le regañó por hablar con la boca llena.

- Bueno -interrumpió Dumbledore a medio desayuno- supongo que sus directores ya les habrán explicado el funcionamiento del Torneo y del Cáliz, solamente vuelvo a recordar que tienen hasta el día cuatro para poner su nombre en él y ese mismo día diremos el nombre de los campeones -explicó a las escuelas.

- Genial, tenemos hasta pasado mañana para poner nuestros nombres y nuestro plan tarda sólo un día en prepararse –escuché a Fred cuchichear.

- ¿Qué vais a hacer? –les pregunté curiosa a los gemelos.

Wizard Love 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora