Capítulo 16.

403 31 4
                                    

Al final llegó el día del baile y entre prisas y nervios ya quedaban tan solo tres horas para que fueran las ocho y Draco y yo tuviéramos que estar en las puertas del Gran Comedor para abrir el baile junto a los demás campeones.

Yo me encontraba con los gemelos y Lee Jordan en un pasillo probando unas pastillas vomitivas con unos alumnos de primer curso.

- ¡______ Potter! ¿Dónde estás? ¡______ Potter! -escuché la melodiosa voz de Hermione llamándome por un pasillo.

Nótese la ironía, por favor.

- Se te está haciendo costumbre esto de gritarme ¿eh?

- Lo que tu digas, venga vamos -me agarró del brazo y comenzó a arrastrarme por el pasillo.

- ¿Qué? Pero... ¿a dónde?

- Pues a arreglarnos ¿a dónde va a ser si no?

- Hermione, aún quedan tres horas para el baile -me quejé.

- Pero nos va a llevar un tiempo, venga vamos, que Ginny nos espera.

Me giré a ver a los gemelos y Lee y ellos asintieron encogiéndose de hombro como diciéndome que no pasaba nada.

Llegué con Herms a la habitación rápidamente y Ginny ya estaba arreglada. Se veía realmente preciosa en aquel vestido color nude y los tacones del mismo color, además su maquillaje combinaba perfectamente con todo el conjunto, no parecía ella, aparentaba más edad de la que tenía.

- Venga venir aquí que os ayudo a arreglaros -nos dijo Ginny en cuanto nos vio entrar.

- Guau Ginny ¿eres tú? te ves hermosa –la halagué.

- Gracias -se sonrojó bastante.

- Pero Ginny, ¿estás segura que vas a aguantar toda la noche con esos tacones? Que solo tienes trece años –la advirtió Herms con su típico tono de madre.

- Si Hermione, parece que no pero son muy cómodos, además es solo una noche, yo no me pongo tacones todos los días.

- Vale, vale...

- Bueno, pues Hermione, ¿empezamos contigo?

- Genial.

Después de una hora y media Hermione estaba lista.

Mientras Ginny la peinaba y alisaba su largo pelo castaño que normalmente llevaba enmarañado a clase, yo decidí empezar con el maquillaje para después dejarla que se pusiera el vestido y los tacones en el baño y salir a ver el resultado.

- Hemos hecho un buen trabajo Ginny -dije orgullosa de mi misma mientras Hermione daba una vuelta sobre ella misma mirándonos.
- Si ______, muy buen trabajo -asintió Ginny y chocamos los cinco.
- ¿Me puedo ver ya? -preguntó Hermione.

Yo hice aparecer un espejo de cuerpo entero en la habitación y Hermione se miró en él. Su vestido era negro, palabra de honor con un lazo blanco en la cintura y la falda abombada y curvada en los extremos, sus tacones eran realmente grandes y también blancos, jamás me imaginé a Hermione llevando unos tacones así.

Pareció satisfechá con su reflejo.
- Wow estoy... bien.

- Pues claro que estás bien, te ves bellísima -le dijo Ginny.
- Pero, ¿no es muy corto el vestido? -preguntó Herms preocupada bajándoselo un poco.
- No Hermione, estás genial así, seguro que a Krum se le cae la baba cuando te vea -Hermione se puso roja y asintió-. Bueno, ahora me toca a mi ¿no? –mis amigas asintieron.

Lo primero que hice fue darme una ducha, para después salir y secar un poco mi pelo con la toalla, pero no mucho ya que de mi pelo ya se encargarian Herms y Ginny después. Después de eso me puse el vestido que compré en Hogsmeade, me enamoré de él en cuanto lo vi, era un vestido de gasa de color rojo con detalles en la cintura y los tirantes con pequeños diamantes, la falda tenía poco vuelo pero una gran caída hasta los pies y realmente eran comodísimo y para nada pegado al cuerpo, los zapatos iban a juego con los tirantes ya que eran plateados con decoraciones también con pequeños diamantes, eran unas sandalias con tacón realmente preciosas. A todo el conjunto le agregué unos largos pendientes también plateados y unas pulseras de aro brillantes a conjunto con los zapatos.

Wizard Love 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora