Wizard Love 2

Capítulo 8.

Narra _______:

Ya habían pasado más de dos meses desde que llegamos a Hogwarts, estábamos ya en el mes de Noviembre y ni yo ni mi hermano teníamos ni la más mínima idea de en que podría consistir la primera prueba del torneo.

Esta tarde Hagrid nos había dicho a Harry y a mí que fuéramos a visitarlo a su cabaña, seguro que es para algo del proyecto de CCM, aunque lo extraño es que nos había pedido que por favor trajésemos con nosotros la capa de invisibilidad de papá.

Hablando del proyecto de CCM, cada vez que recuerdo lo que pasó una tarde con Draco y el pegaso me entran muchísimas ganas de reírme.

Flashback

- Pegaso, él es Draco, ya lo conoces es un amigo -le dije mientras lo acariciaba.

- Esto de que obedezcan sólo a las chicas no me gusta –se quejó Draco.

- Pues a mi me encanta –miré al caballo alado sonriendo- eres hermoso ¿lo sabías? 

- Gracias, y sí, lo sabía –Draco sonrió con arrogancia a mi lado.

- A ti no te decía bobo, le decía a Pegaso –rodé los ojos.

- Pues me parece muy mal que le digas hermoso a un caballo y no se lo digas a tu novio.

- Oh vamos no te enfades –lo miré sonriéndole divertida.

- Demuéstrame que me quieres entonces –me dijo para después cerrar los ojos y poner morritos, a lo que yo solo pude reír al ver su cara, acercarme a él y besarle lentamente mientras envolvía mis brazos en su cuello y él los suyos en mi cintura.

Escuché a Pegaso relinchar detrás de nosotros y yo me giré hacia él. Draco lo miró con cara una cara asesina que decía: "me acabas de fastidiar el momento, caballo estúpido".

- ¿Y a este que le pasa?

- No sé... ¿qué te ocurre Pegaso? -me acerqué al caballo y este bajó la cabeza como si estuviera señalando a las libretas que habían en el suelo-. Creo que quiere que nos pongamos a trabajar.

- Pf... está bien... –resopló rodando los ojos- caballo estúpido... -susurró.

- Draco...

- ¿Qué? Es la verdad, parece que esté celoso de mí –entonces el caballo alado levantó la cabeza de golpe indignado y Draco le sacó la lengua infantilmente.

- Bien, concentrémonos –rodé los ojos ahora yo y me agaché a revisar los apuntes- alimentación, hecho, le gusta la fruta, el agua y a veces la carne, hábitat, eh... supongo que el bosque ¿no, Draco? –fui nombrando sin levantar la vista de los papeles- ¿Draco? –lo volví a llamar- ¡Draco! –alcé la vista y lo encontré observándome- ¡¿Pero qué tanto miras?!

- Te ves tan guapa cuando estás concentrada –se mordió el labio sugerentemente.

- ¡Concéntrate!

- Está bien, está bien, los bosques sí –se rindió mientras se sentaba a mi lado.

- Vale, eh... ¿forma de ser? -estaba leyendo las preguntas que había que contestar para hacer el proyecto- ¿es que cada pegaso tiene una forma de ser?

- No sé, supongo.

- Vaya, pues eh... Pegaso, muéstranos tu forma de ser –le ordené y en ese momento, si no supiera que los caballos no sonríen, juro que vi como si lo hiciera.

Pegaso me cogió de la camisa con los dientes y me subió de un salto encima de él para después salir galopando por el bosque a un trote muy rápido.