Capítulo 34.

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A la mañana siguiente en la cafetería del instituto a la hora del recreo me llevé una gran sorpresa al encontrarme a mi antigua profesora de Gimnasia Rítmica, Mary, sentada en una mesa tomándose un café mientras leía algo en su móvil. Según había oído creo que dejó de dar clases en el instituto después de irme yo.

Decidí ir a hablar con ella, hacía cuatro años que no la veía. Me acerqué a su mesa y al sentarme a su lado le toqué en un hombro.

- ¿Mary? ¿Eres tú? -le pregunté.

- Sí, soy yo ¿quién eres...? -se quedó callada cuando elevó la vista y me miró a los ojos, supongo que me habría reconocido.

Mary era una chica de no más de 24 años, con el pelo largo y rubio con mechas que siempre llevaba recogido en un moño en lo alto de la cabeza. Odiaba el maquillaje, y tenía los ojos azules más preciosos que jamás haya visto en mi vida. Me caía genial.

- ¿_____? ¿Eres tú de verdad?

- Sí, también soy yo, ¿cómo esta la mejor profesora de Gimnasia Rítmica que jamás haya pisado esta escuela? -dije emocionada mientras la abrazaba.

- Yo estoy genial, vengo a retomar mis clases extraescolares. Guau, pero mírate, estás mucho más guapa que cuando tenías diez años, y supongo que tu talento también seguirá intacto ¿cierto?

- Supongo, aunque creo que ese talento deberá de estar medio muerto, en estos cuatro años no he practicado nada porque no he tenido tiempo.

- Me acuerdo cuando era tu profesora, eras la mejor de toda la clase y encima tú disfrutabas los entrenamientos y las competiciones, realmente te gustaba -me dijo recordándolo- ¿no has echado de menos la gimnasia durante estos cuatro años?

- La verdad es que sí..., bastante, mi vida es un poco difícil en mi internado, digamos que no soy lo que se puede considerar una persona "normal", echo de menos mucho la gimnasia pero no creo que pueda entrenar ahora porque solamente me quedan un poco más de dos semanas para volver al internado -le dije medio triste.

- ¿Por qué no probamos? Es cierto que has perdido la práctica, pero el talento nunca se pierde y estoy segura de que con un par de entrenamientos volverás a ser igual o incluso mejor que cuando tenías diez años -me miró a los ojos esperando mi respuesta pero yo no contesté, no lo veía muy claro- así que te quiero ver mañana por la tarde en el gimnasio a las cinco, para empezar tu entrenamiento temporal, yo empiezo mis clases el mes que viene así que podré centrarme en ti todo este mes hasta que te vayas.

- ¿Es esto una especie de obligación?

- Por supuesto, desde hoy vuelvo a ser tu profesora, no sabes las ganas que tengo de volver a verte ensayar -dijo terminándose su café y recogiendo sus cosas, antes de irse me dio un abrazo y después desapareció por la puerta de la cafetería.

Yo suspiré y me encaminé otra vez a la mesa donde estaban mis amigos y mi hermano, me senté y estuve pensando en lo que me había dicho Mary, no creo que por muy buena que yo fuera en Gimnasia Rítmica consiguiera devolverme la práctica perdida durante cuatro años en dos semanas, pero en fin, Mary siempre ha sido así de atrevida, le encantan los retos y supongo que esto lo considerará como uno.

Tocó el timbre y nos fuimos todos a la clase de Lengua, hoy la profesora diría los papeles que haríamos cada uno.

- Hola queridos, sentaos, venga rápido a ver, pasemos lista -pasó lista y después rebuscó entre unos papeles hasta sacar una especie de hoja medio arrugada- bien, como dije ayer, hoy os diré el papel que realizaréis cada uno en la obra de final de mes, empiezo: el papel protagonista, el de Sheila Cooper lo realizará _____ Potter –"Toma ya" pensé y choqué los cinco con mi hermano-. El segundo papel protagonista, el de Mario Burton, Draco Malfoy.

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