Capítulo 35.

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Llegamos al instituto y empezamos con las clases, a primera hora teníamos química.

Hoy fuimos al laboratorio, donde enseñaron (más a los alumnos muggles que a nosotros) a fabricar unas sustancias bastantes raras de colores mezclando otras sustancias iguales pero con otros colores diferentes. Algo raro, no me enteré mucho. Cuando salimos de esa clase, Seamus dijo que esa había sido la clase más parecida a una de pociones donde no le había explotado nada en la cara.

Después del recreo tuvimos francés, en estas primeras dos semanas había logrado aprender mucho, tenía hasta acento y todo; fueron pasando las clases restantes y cuando tocó el timbre nos volvimos todos a casa. Comimos y después yo me fui a mi habitación a preparar en una bolsa todo lo que necesitaba para el entrenamiento de esta tarde. Saqué del fondo de mi baúl de Hogwarts (que también tenía un hechizo de extensión indetectable y ahí estaban todos mis recuerdos, aparte de las cosas que necesitaba para el colegio) mi cinta, mi pelota, mi aro y mis mazas personales, siempre había practicado con ellas y normalmente en los torneos hacia todo lo posible porque me dejaran utilizarlas, me daban "suerte" por así decirlo. También saqué mi viejo vestuario de entrenamiento, aún lo conservaba, la última vez que me lo puse tenía diez años así que me estaba pequeño, nada que la magia no pudiera arreglar.

Salí de mi habitación hacia el salón, allí estaban Harry, Ron y Hermione viendo la televisión y Draco en la cocina terminándose su postre.

¿Por qué tenía que comer tan lento? Era algo que no entendía...

- Hermione -todos giraron su mirada hacia mí y me miraron raro al ver que llevaba un traje bastante pequeño en mis manos.
- ¿Necesitas algo? -me contestó. 

Los demás no dejaban de mirarme, qué cotillas.

- Eh... sí, ¿cómo era el hechizo para agrandar las cosas? Es que no me acuerdo y necesito que este traje sea de mi medida -le expliqué, Hermione se puso de pie y sacó su varita.
- Engorgio -dijo Hermione apuntando al traje, este rápidamente se hizo de mi medida.
- Gracias Herms -le sonreí y cuando estaba apunto de irme empezó el interrogatorio de mi hermano.
- ¿Para qué quieres ese traje? –yo me di la vuelta lentamente y me senté en un sillón que había al lado del sofá donde estaban ellos.
- Como ya sabrás Harry, cuando yo era pequeña, hacía Gimnasia Artística muggle -él asintió, pude ver como Draco también estaba atento a la conversación- pues ayer me encontré con mi antigua profesora y me dijo que quiere darme clases todas las tardes para que vuelva a tomar práctica de mi "talento natural" según lo llama ella.
- ¿Y a quién le has pedido tú permiso para ir? -me dijo Harry, pude oír como Draco ahogaba una risa desde su sitio.
- ¿Perdona? ¿Tengo que pedirte permiso?
- Sí, soy tu hermano, necesito saber dónde estás -me dijo, yo me di por vencida, no valía la pena discutir con él, ya lo habíamos hecho muchas veces justamente por este tema así que me rendí y me acerqué a él, me senté en su pierna y lo abracé por el cuello.
- Harry, mi queridísimo hermano medio idiota...
- Empezamos mal –advirtió pero yo le ignoré.
- ... ¿Serías tan bueno y bondadoso de dejarme ir a entrenar todas las tardes?
- Oh, por supuesto que sí, no hacía falta que me lo preguntaras -dijo riéndose de mí en mi cara.

Yo le di un ligero golpe en la cabeza y me puse de pie, caminé medio mosqueada hasta la nevera a coger una botella de agua mientras murmuraba: "Imbécil, definitivamente mi hermano es imbécil". Draco me miraba divertido intentando no reírse de mí, haciendo que yo le mirara mal antes de entrar otra vez a mi habitación. Terminé de meter en la bolsa todo lo que necesitaba para entrenar y salí de mi habitación todavía un poco molesta con mi hermano. Antes de salir por la puerta volví a oír su melodiosa voz (nótese mi ironía).
- ¿A qué hora vuelves?
- A la que me de a mi la gana –contesté borde y pude ver su expresión triste-. Es broma, Potter.
- ¿Y ahora me llamas Potter? Tú también te apellidas Potter.
- Ya ¿y...? he sonado muy Malfoy, reconócelo.
- ¿Te estás volviendo como él? Eso de vivir juntos te está afectando demasiado.

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