Wizard Love 2

Capítulo 42.

Ya había pasado un mes y las cosas en Hogwarts estaban bastante normales, exceptuando los extraños sueños que teníamos mi hermano y yo por las noches. Ahora mismo nos encontrábamos Ron, Hermione, Harry y yo en el Gran Comedor terminando de comer.

- ¿Qué clase tenemos ahora? –nos preguntó Ron.

- Adivinación –dijimos Harry y yo a la vez.

- Entonces yo tengo Aritmancia –dijo Hermione– os veo en la cena, adiós.

- Genial, lo que nos faltaba, una hora con la loca de Trelawney, te aseguro que en la clase va a hacer un calor infernal, nunca se acuerda de apagar la chimenea –dijo Ron mientras subíamos por la escalera que nos llevaba al aula de Adivinación.

Y así era, en el aula hacía mucho calor, pero compensaba estar al lado de la ventana y dejar que una brisa ligera nos golpease en la cara a Harry, a Ron y a mí de vez en cuando. En la clase, Trelawney apagó las luces para que pudiésemos contemplar no sé que cosa de los movimientos de Marte, y no sé cuando, me quedé dormida junto a Harry.

***

Estaba junto con Harry encima de un búho; éste nos llevó hacia una casa y nos dejó en una habitación. En esa habitación había una serpiente, un sillón dándonos la espalda y... ¿Colagusano?

- Tranquila Nagini, hoy no te comerás a Colagusano, pero pronto podrás comerte a... Harry y _____ Potter –habló esa voz fría que ya se me hacía conocida desde el sillón– y voy a darte un recordatorio para que no me falles nunca más, Colagusano, ¡CRUCIO!

***

En ese momento desperté, estaba en el suelo del aula de Adivinación, sudando, Harry estaba a mi lado, él estaba igual que yo. Me dolía mucho mi cicatriz y creo que a él también. Toda la clase se había levantado y estaban alrededor de nosotros mirándonos atentos.

- Harry... era... era ¿él? –le pregunté en un susurro, notablemente muy asustada y con lágrimas en los ojos.

- Oh por Merlín, queridos míos, ¿qué habéis visto? ¿una premonición? ¿predicción? ¿habéis visto algún augurio de muerte con vuestro ojo interior? –empezó a preguntarnos Trelawney.

- ¡Cállese, por favor! –le dije a esa vieja loca– Harry, era él, joder que sí, que era él –me puse de rodillas a su lado y empecé a moverlo de los hombros, Harry tenía la mirada perdida.

- ¿Os pasa algo? –volvió a preguntar la chiflada de la profesora- ¿me vais a contar que habéis visto?

- Nada, no nos pasa nada, ni hemos visto nada –contestó Harry saliendo de su medio trance.

- Era él... Voldemort –susurré escondiendo mi cara entre mis piernas, muchos de los que estaban a mi lado se asustaron y pusieron cara de espantados, menos mal que Trelawney no me escuchó.

- Hijo mío, os estabais retorciendo por el suelo y os tocabais la cicatriz mientras gritabais, habéis visto algo, sé de lo que hablo –volvió a decirnos Trelawney- ¿Qué habéis visto?

- Lo único que quiero ver ahora es un analgésico, vamos ____, tenemos que hablar –yo me levanté rápidamente del suelo y cogí mis cosas apartando a la gente, pude distinguir a Draco que me miraba muy preocupado, intenté sonreirle pero no pude. Salí junto con mi hermano del aula, pero no nos dirigimos hacia la enfermería, fuimos a ver a Dumbledore.

Narra Harry:

Dumbledore nos aconsejó que le escribiéramos a nuestro padrino, y así lo hicimos, a los pocos días recibimos su respuesta, nos dijo que fuésemos a Hogsmeade y que por favor llevásemos mucha comida, _____ y yo no entendimos muy bien que quería decir con eso, pero esperábamos que a Sirius no se le ocurriera hacer ninguna locura que le costase su libertad.