Capítulo 26

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AURORA

Matías abre la puerta de la camioneta en la que vinimos y me bajo con una sonrisa en el rostro.

–Gracias –respondo mientras él me da una asentimiento de cabeza–. No estaremos mucho tiempo, solo quería venir a saludar.

–No se preocupe, estaremos el tiempo que ud quiera –responde Dominic bajándose del lado del copiloto.

–Gracias...–caminé hacia la entrada–. Tomen o coman algo si quieren, no me hago dramas.

Ambos asintieron, pero no dijeron nada más.

Matías abrió la puerta de madera haciéndose a un lado y entré en el ruidoso ambiente, donde las risas y hablaudrías llegaron a mis oídos haciéndome sonreír ligeramente al impregnarme con la buena energía que ciruclaba por el lugar.

No me costó encontrar a mi grupo de amigos, que parloteaban y reian en una de las esquinas del bar en una de las mesas redondas.

Caminé hacia ellos con una sonrisa formándose en mi rostro cuando Francisco me divisó y se colocó de pie con los brazos abiertos.

–¡Sí viniste! –gritó en mi oído haciéndome reír–. ¿Qué quieres beber?

–Hola a todos –saludé al resto que me saludaron solo con voz–. Una cerveza estará bien.

Tome asiento, quedando entre medio de él y Brenda para pedir mi bebestible cuando se acercó uno de los garzones a tomar mi pedido mientras el resto del grupo conversaba entre ellos.

–Entonces, ¿Como lo han pasado? –pregunté antes de rascar el mi brazo cuando la marca me picó–. ¿A qué hora llegaron?

​​–La verdad no hace mucho –respondío Brenda–. Hace una hora más o menos.

–Sí, cuando te mande el mensaje recien nos habiamos sentado –respondió Fran.

–Genial –sonreí y agradecí cuando el garzón trajo mi cerveza fijandome en los que éramos–. ¿Dónde están Iván y Lina?

Varios se miraron de reojo con sonrisas cómplices y la curiosidad se instaló en mi cuerpo.

–¿Qué? –pregunte con una sonrisa sin poder evitarlo.

–Bueno...–Brenda comienza a hablar soltando una pequeña risa–. Iván estuvo de cumpleaños hace dos días y...

–¿Qué? –exclamé–. No lo sabía... no lo saludé.

–No te preocupes, no le gustan mucho sus cumpleaños así que no dijo nada....–Fran respondió–. Nosotros nos enteramos solamente por lo que sucedió ese día.

–Bueno...como decía –Brenda ríe–. Al parecer él fue al centro comercial, ahí se encontró con Lina y resultaron ser compañeros.

Un jadeo de sorpresa se me escapa mientras llevo una de mis manos a mi pecho.

–Pero...Lina aún no cumple los 18, ¿o también lo olvidé? –pregunté formando un puchero.

–No, no, ella aún no, pero como Iván pudo sentirla... –Brenda se encogió de hombros–. Ahora están juntos. Esperando el cumpleaños de Lina para poder completar la unión solamente.

–Que alegría por ellos –sonreí realmente feliz por mis amigos–. Y que emoción que se hayan encontrado inmediatamente, muchas personas buscan por años.

–Sí, bueno...al parecer eso me sucederá a mí –bufó Fran–. Ya que me he paseado por la manada todo el día y nada.

Solté una pequeña risa y palmé su hombro con cariño.

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