Capítulo 9: ¿Demonio o Reencarnación?

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Si un niño me viera, saldría corriendo o me golpearía. Ni la chica del Aro se veía como yo.

Tenía unas ojeras como si me hubieran golpeado durante un buen rato. Mis ojos no tenían brillo. Mi cabello era como un nido, podría tener telarañas y la bata de algún modo estaba sucia.

En conclusión: mi aspecto era de una loca o una bruja de los cuentos locos.

Lucrecia me tomo de las mejillas e inspeccionó mi rostro.

-¡Dios! Debemos hacer algo, si los Duques la ven...

Podría pensar que estaba loca, eso era lo más seguro o...

-¿Usted fue el fantasma de anoche? -me pregunto mirando firmé mi rostro.

La pregunta me sorprendió. ¿Como se dió cuenta? Pero ella era de mi confianza y lo mejor era...

-... La verdad Lucrecia, es que me dio mucha pero mucha energía. Me sentí con muchos ánimos; no conseguí el sueño, asi que decidí salir a recorrer y vi a una sirvienta con un guardia en modo amoroso y como no quería que me vieran, intenté salir...

Me mordí el labio a recordar como me caí e hice todo este show. Ahora hay un sacerdote en la casa porque creen que el diablo se metió y el resultado de todo es que era yo en modo esquizofrenia con subida de azúcar.

"Soy la hija de un Duque y me comporté horrible en medio de la noche. Si mis padres supieran que fui yo la que abrió la puerta y le arruinó su momento".

"Aunque es mejor prevenir que traer otro niño al mundo... Att: mi yo egoísta".

-¿Se cayó, hizo un escándalo y gritó como si la estuvieran matando? -completo orgullosa.

La mire sorprendida por acertar de forma perfecta. Claro, Lucrecia es inteligente.

Pero...

-¿Escuchaste mi grito?

-Si, le digo algo, pero no se ofenda. El grito me despertó por lo agudo y terrible que fue.

Chasqueé la lengua un poco apenada de mi misma y deje el espejo.

-Ahora, la vamos a bañar y maquillar.

Asentí y me levanté con el cuerpo adolorido por dormir sentada la mitad de la noche. Entramos al baño.

***

Lucrecia estaba trenzando mi cabello y yo me veía en el espejo. El maquillaje cubrió todo y dejo en mi un aspecto brillante.

"Bien, no se darán cuenta".

-¡Listo, quedó hermosa!

Exclamó aplaudiendo. Busco algo en mi tocador y con un pincel aplicó lo que era brillo.

-Esto la mejorará... No le dije que dejará de comer muchos dulces -murmuro apretando los dientes.

-No pensé y esperando que Dudboa terminará me daba hambre...

-¿Si? ¿Por qué no le dijo que no al postre cuando ceno con sus Gracias?

-Se veía muy delicioso -le comenté con la verdad.

Lucrecia dejó el pincel y se cruzo de brazos.

-Ooh, se podría ver delicioso, pero una subida de azúcar es mas divertida. ¿No?

Lucrecia tenía el ceño fruncido. Si estuvo mal comer varios dulces en exceso pero no es un crímen.

-Si, me sentí rejuvenecida. A lo mejor tendré que hacer eso más seguido.

Me Convertí En La Niñera Del Príncipe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora