Capitulo 39: Fiesta de Té.

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2 días después.

Estaba sentada en mi tocador, sintiendo el pincel en mis labios, igual a la vez, pequeñas flores en mi cabello.

-Se ve hermosa, más de lo que es, Su Excelencia.

Me mostraron al espejo y el delicado maquillaje era bello, hoy me reuniría en la fiesta de té de la Condesa Eris. Me levanté y les agradecí por todo. Salí de la habitación y ellas me acompañaron hasta llegar a los carruajes. Si los carruajes, con bellos caballos grises.

Sair estaba acariciando los caballos hasta que me vio, se alejo de los caballos y se acercó a mí.

-Te ves preciosa con ese vestido.

-Gracias por regalarme lo -dije haciendo una reverencia.

Y si, Sair me regaló este vestido color crema y con flores de colores más fríos, tenía buenos gustos.

Sair se acercó más hasta estar a mi frente y tomar mis manos. Yo también acaricié con mi pulgar las suyas.

-Vas a ir con escoltas porque tú seguridad es primero. Espero que disfrutes hoy.

-Lo entiendo Su Majestad y gracias por sus deseos.

-Dime Sair, a partir de este momento. Cuando estemos juntos.

Sentí mis mejillas arder un poco pero le di una enorme sonrisa.

-Pues usted dígame Nivea... Sair.

Dije su nombre acercando mi rostro al suyo. Sair se acercó más y pego su frente a la mía.

-Me encanta mi nombre en su voz... Nivea.

Pronunció mi nombre con dulzura. Sair beso mi frente y mi corazón comenzó a latir sordamente. Volvimos a jugar con nuestras narices hasta acercar nuestros labios.

-Sair, el beso que me debe, tiene que ser más privado.

Sair sonrió y acercó sus labios a los míos, volvimos a rozar de forma casta.

-Ese beso se lo daré muy pronto...

Sair y yo fuimos a los carruajes y me ayudó a subir. Antes de entrar por completo, me incliné hasta dejar mi rostro con el suyo.

-Por favor, juegue mucho con Su Alteza y con Mirie, ¡ah! Y le leé un cuento.

-Hablas como si no supiera y eres su mamá... Es adorable.

Me dijo sonriendo, me acerque a él y dejé un beso casto en su labio inferior.

-Nos vemos, Sair.

Antes de entrar, Sair tomo mi mano y dejo un beso ardiente.

-Nos vemos, Nivea...

La puerta se cerró y me senté ahogando un grito con mi muñeca.

¡Le di un besito! ¡A Sair!

Comencé a cantar una canción y mover la cabeza, en estos dos días todo fue alegría. Iron y Sair se llevaron de maravilla.

"Aaah al menos su relación se acomodó. Ahora falta que todo se resuelva con la situación de su posición como Príncipe Heredero".

Cerré los ojos, dejando que está paz siguiera tiernamente.

Paso cuarenta y cinco minutos y llegamos a una mansión color arena, con rejas negras y flores de jardín roja.

El cochero me ayudó y acomodó mi vestido y me escoltó hasta la puerta. Tocó y esperamos.

La puerta la abrió una chica, su cabello era un rojo intenso que me hizo recordar a Eustace. Sus ojos eran un negro intenso. Al verme me sonrió.

Me Convertí En La Niñera Del Príncipe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora