Me Convertí En La Niñera Del Príncipe.

Capítulo 8: Consecuencias de la Azúcar.

-¿Leíste el librito sobre "La Prometida del Principe Heredero" -le pregunté todavía con el diseño en la mano.

Dudboa frunció el ceño y busco algo en su escritorio y saco el librito tan famoso.

-¿Hablás de está ridiculez y burla? Porque si, lo leí y me indignó por como se expresó a ella.

Asentí y le quité el libro, si lo hice y lo peor es que lo tiré al piso. Dudboa me miró con la boca abierta y los ojos abiertos en par en par.

-La persona o personas que lo hicieron era para lastimarla y crear problemas, así que la señorita Beatrice y yo nos asociamos para contraatacar. Por eso te necesito.

Hablé con calma, pero me molestaba cada vez que veía ese libro y su contenido. Esperé que Dudboa hablará, pero todavía tenía la boca abierta. Me acerqué y se la cerré.

-¿Quieres escuchar el plan o quieres participar?

Esperé que hablara, pero solo asintio mientras seguia viendo el libro en el piso.

-Eres agresiva con un libro... -murmuro un poco bajo.

"¿Soy agresiva por arrojar el libro?"

"Creo que sí, pero en fin, no voy a entrar a discutir por eso. Directo al plan".

Le conté todo lo planeado y ella se emocionó por todo.

-Eres estratega igual que tú mamá. Ella era la estratega militar del Marquesado Sint y ahora, tú lo obtuviste como herencia. Menos mal no eres mi enemiga.

Y diciendo eso comenzó a reírse. Lucrecia bajo la cabeza para reírse bajito.

Las fulmine con la mirada y balbuceé un insulto. Suspiré y volví hablar:

-En fin, necesitamos que el libro sea más llamativo y las personas no piensen dos veces en leerlo. Y para eso...

-¡Se necesita ilustraciones impresionantes! -exclamo feliz Lucrecia.

Dudboa asintió con una ancha sonrisa y buscó algo en un mueble que tenía escondido al lado de su escritorio y saco tres libros.

Eran de un gran grueso y todos de tapa rojas. Los colocó en su escritorio y nos hizo una seña con la cabeza a Lucrecia y a mi para acercarnos. Dudboa abrió los tres libros y mostró las ilustraciones que contenían. Todas eran diferentes.

Una era colorida, estilo caricatura; la otra era negra y las figuras más alargadas; la última era prácticamente realismo, los colores eran elegantes y la imagen en si, era hermosa.

-Necesito que elijas el diseño para la portada del libro -me señaló los libros.

Asentí y analicé cada uno de ellos.

"Veamos lo que tenemos aquí...".

La caricatura me llamo la atención, pero me pareció que no encajaba para el libro. El otro me pareció para libros más dramáticos, novelas, así que no, porque este era un libro más pequeño.

Y el último... me cautivó. El arte realismo era hermoso y eso era lo que quería, quería buscar una imagen realista y colores realista.

"Sé ya como se vera la portada".

-Lucrecia ¿que opinas? -señale el diseño que elegí.

Lucrecia lo miró y sus ojos brillaron de la forma en que ves algo que te encantan.

-¿Te parece bien este diseño?

-La verdad es que se ve muy realismo y eso le da una belleza impresionante. Y si lo va a elegir, la apoyo.