El Palacio Angelical estaba lleno de la nobleza Ducal. Ambas habitaciones salían y entraban personas. Los causantes de esto, uno medio dormía y el otro tenía poca conciencia y vista. Sair, se quedó observando a lo lejos. Kael apareció a su lado.
—¿Hoy vas a ir al Templo?
—No. Mañana, ya es muy tarde.
Sair suspiró y caminó a la habitación de Nivea, más ella estaba dormida, y adentro estaba Dudboa que le cepillaba el cabello.
Suspiró y fue a la de su hijo, adentro estaban todos los Duques alrededor de él. La Duquesa Krieln se arrodilló y sacó de su manga varios pinceles.
—Su Alteza, le traje esto porque a usted le gusta pintar mucho.
La Duquesa tomó su mano y dejó los pinceles, para sorpresa de todos, Iron los apretó.
Sus pequeños rubíes se abrieron, Iron se quejó y poco a poco se levantó. Se estrujó un ojo y los miró a todos.
—¿Sus Gracias? —dijo medio dormido.
—Su Alteza —le respondieron al unísono mientras hacían una reverencia.
—¿Dónde está Nivea?
—Ella está en su habitación —respondió Zafiro—. Ella despertó.
—¡Quiero verla! —Iron intentó levantarse pero la Duquesa Arianne lo detuvo.
—Su Alteza debe descansar, Lady Nivea se despertó pero volvió a dormir —intentó calmarlo.
—Hace rato ella también dormía, quiero verla.
Obstinado Iron intentó salir de la cama, pero se cayó porque su cuerpo estaba débil.
—¡Su Alteza!
"¡Demonios, no, no siento casi mis piernas, me duelen!".
Iron miró sus piernas las cuales le empezaron a doler. Bastián se arrodilló y lo cargó para dejarlo en la cama.
—Su Alteza —lo llamó con firmeza—, usted está muy débil, durmió por tres días, su cuerpo está casi en reposo. Descanse que si la podrá ver.
Iron bajó la cabeza y se mordió los labios, tenía impotencia por no poder verla. Apretó las sábanas y con fiereza miró a Bastián.
—Si no la voy a ver, no quiero recibir visitas. Por favor, retirense.
Asintieron porque sabían que Iron era un niño y que seguramente estaba molesto.
—Iron, no seas descortés —Sair hizo presencia—. Sus Gracias vinieron a verte y no puedes correrlos. Lady Nivea está descansado, igual que tú, ella está más débil.
—Pero quiero verla —Iron lo confrontó—. ¿Acaso me estás ocultando que Nivea no está bien? Es eso verdad.
—No, Iron, ella está bien.
—Mentira —sus labios temblaron y dos gruesas lágrimas bajaron por sus mejillas—. Mentira, porque no la he podido ver y ella me cubrió con su cuerpo...
Sair se acercó pero Iron le esquivó la mano y con sus pocas fuerzas, se cubrió con la sábana.
Estaba triste y mordiéndose los labios, lloró. Los Duques lo miraron con compasión pero es no podían hacerlo ver a Nivea, todavía no.
—Su Majestad.
Miraron a Sair y notaron como su cuello se apretaba por la marca. Sair negó y suspiro vencido. Se sentó en la cama y cruzándose de brazos se quedó al lado de su hijo.
ESTÁS LEYENDO
Me Convertí En La Niñera Del Príncipe.
Fantasy-¡Señorita! ¡No lo haga! En mi novela web favorita, siempre muere mi personaje favorito "Lady Nivea", una joven que sufre acoso por el hermanastro de su padre. Ella siempre lo rechazaba; pero un día...¡El abusa de ella! Odiando se ella misma, se sui...