Me Convertí En La Niñera Del Príncipe.

Capítulo 18: Soy Egoísta y Cobarde.

Advertencia: Capítulo tiene escenas un poco molestas para algunos lectores, si no las quieres ver, se les recomienda que lean después de los ***

Todo era oscuro, solo se escuchaba un llanto amargo. Seguí el llanto y vi una mujer tirada en el piso. Sus brazos tenían moretones y lloraba sin parar.

-¡Suéltame! -dio patadas en el aire.

Intento levantarse pero su cuerpo no reaccionaba. Una figura se apareció y la tomo de las piernas.

-Estas drogada y todavía eres rabiosa, me encanta tu resistencia.

-¡Desgraciado! -la mujer intento arañarlo, pero le apretó con una mano las suyas.

-Dios, eres una bucanera, déjate llevar y sera sin dolor.

La mujer comenzó a moverse intentado liberarse. La figura masculina saco un pañuelo y lo presionó en su boca, ella quiso apartar el rostro pero no lo logro.

-Shhs, esto te va a gustar...Nivea.

Casi grito, cuando el hombre dijo mi nombre, ví a la mujer y era Nivea, la Nivea que sufrió el peor de los daños que se le puede hacer a una persona. Y la figura era Briels.

-¿Qué ganas con esto? -dijo la pobre Nivea.

Briels se toco la barbilla y luego se quitó la camisa.

-Como hombre placer pero también consigo venganza.

Le quitó de forma brusca la falda, dejando sus piernas libres. Él las tomo y las acercó a su cintura.

-¿Contra quién te quieres vengar? -pregunto una Nivea ida por la droga.

-Contra el Imperio -respondió tocando su cabello negro.

-¿Y eso que tiene que ver conmigo?

Briels sonrió y se montó casi encima de Nivea, beso su cuello. Nivea hacia muecas de asco y la entendía. La estaban tocando sin su autorización.

-Tu eres mi otra venganza, venganza contra los Ivor, y tu eres pieza clave.

Con eso dicho empezó a besarle debajo de los pechos, Nivea se sacudió asqueada, pero no lograba nada.

-Veo que te gusta...

-¡Claro que no! -grito Nivea-, ¡Me das asco!

Briels chasqueó la lengua y se levantó, con su mano toco la mejilla humedad de Nivea.

-Nivea, no digas esas cosas. Quédate quieta, que verás que te gustará.

-¡Prefiero morir!

-No digas cosas así de fea.

Briels sonrió y beso a Nivea, quien apretó la boca para no responderle. Briels sonrió y se quitó la correa del pantalón y la arrojo lejos.

-Vamos directo a la acción.

Mis piernas temblaron al ver como intentaba retirar el corset. Nivea giro la cabeza y me miro, su rostro estaba lleno de dolor y vergüenza, entendía y sentía lo mismo.

Corrí hacia Briels para detenerlo, pero todo se volvió oscuro...

Y ahora era yo, la que estaba debajo de él. Me miro con una sonrisa de psicópata y me tomo de las piernas. Sus manos me dieron tanta repugnancia, intenté moverme, pero mi cuerpo estaba casi muerto...

-¡A! -abrí los ojos.

Me levanté rápido de la cama, mi corazón latía a millón, el sueño era horrible. Me toque el rostro y me di cuenta que estaba llorando y sudando frío. Me tiré al piso, queriendo calmar mi corazón y mis nervios.