Capítulo 2 : Primera Fiesta Como Nivea.

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La puerta se abrió de un gran golpe, dejando entrar un joven alto, quien vestía una camisa llena de bordados. Se acercó muy rápido a la cama. No me dí cuenta que me tenía entre sus brazos; a ese acercamiento, noté sus ojos, que eran una esmeralda tan intensa que casi podía ver mi reflejo, también sus cabellos negros, caían de manera desordenada dándole un aire de misterio. Y su físico era extrañamente guapo.

Quedé cautivada con aquel hombre, hasta que su grito rompió el hechizo:

—¡Mi querida princesa!

Me abrazó más fuerte que mi mamá que me faltaba el aire. Estaba muy fornido, ya que lo sentía con su brazo que me rodeaba.

—¡Perdona al tonto de tu papá!

Me dijo mirándome con unas pocas lágrimas en sus ojos. Al verlo así, me sentí algo extraña, creo que era por que es muy apuesto.

"Siento que mis mejillas arden con solo verlo".

Creo que ya no podía seguir mirándolo a los ojos asi que oculte mi rostro lleno de vergüenza en su hombro. Me acarició el cabello con delicadeza y me movió como si fuera un bebé recién nacido.

—¿Mi princesa, me perdonas?

"¿Cómo le respondo? ¿Cómo una niña de tres años? ¡¿Cómo hablo un niño de esta edad?!".

Comenzó mi mente a trabajar. No había socializado con niños pequeños, por lo tanto no tenía mucha información de cómo hablar.

"¿Tiene que haber algo? Como una serie, novela o...¡Un anime!"

Recordé un anime que había visto, trataba de una niña con poderes para leer las mentes. Ella hablaba de ella misma en forma de tercera persona.

Tomando aire actúe como aquella niña.

—Nivea quiere a su papi y lo perdona.

"Me oigo ridícula".

—Mi princesa...¡Te amo mucho!

Emocionado, me abrazó más fuerte. De la nada, sentí gotas de agua en mi cabello, alzando un poco la vista, vi que estaba llorando.

Mientras veía por primera vez en vida un hombre llorar, el perfume de mi madre entró en mi nariz. Sentí su mejilla acariciando mi cabello, y por el sonido de su respiración, estaba llorando.

Me quedé paralizada, no tenía idea de cómo actuar, me sentía ajena de este momento, me sentía como una espectadora que vivía una realidad 3D, pero sabía que no era falso.

"Ahora estoy en carne y huesos en este mundo, soy al parecer por quién derraman lágrimas".

—¡Tristán! ¡Ven a ver a tu hermana!

Gritó feliz la Duquesa.

Y así, me sacó de ese momento. ¿Tristán? El hermano de Nivea que fue a la guerra, ¿cómo era?

En la novela se habla muy poco de él, solo se expresa que es un hombre frío y sin piedad. Fué a la guerra por la perdida de su hermana y la ganó en alto.

Tenía curiosidad de verlo y conocerlo, ¿cuánto años tendrá? Quince o dieciocho.

—¡¿Ése es mi hermano?!

De la puerta abierta, apareció un niño con una piel ultra blanca, de cabellos negros y ojos esmeraldas.

¡Pero era absolutamente un niño pequeño! Podría tener entre seis y ocho.

—¡Jajajajaja!

Escuchando la risa, quité mis ojos del niño y vi quién era que se burlaba.

La Duquesa se cubría la boca mientras soltaba pequeñas risas. ¿Qué era gracioso?

Me Convertí En La Niñera Del Príncipe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora