Capitulo 43: El Zorrito No Tan Tierno.

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—Mis lágrimas fueron de felicidad. Ver a Iron como se desenvolvió fue lindo.

—Tienes un corazón muy sentimental.

Sair beso mi frente y luego bajo a mi cuello y de ahí a mi clavícula. Con ternura beso hasta mi hombro, dejando un beso húmedo.

—Te aseguro que el evento será un éxito y la academia igual.

—Amo tu optimismo.

Le di un beso en su barbilla y hundí mi rostro en su cuello. Nos quedamos así, compartiendo los latidos de nuestros corazones.

Tomé la mano de Sair y nos separamos.

—Es hora de ir detrás del señor Priven y Su Alteza.

—Tienen que andar recorriendo —me abrazo y salimos de ahí.

Caminamos por el mismo pasillo que ellos tomaron. Ahí estaban viendo los cuadros.

—En está escena, podemos ver a los ejércitos protegiendo de las bestias —el señor Priven señaló una parte del cuadro—. Esas bestias aparecían a mediados del crepúsculo.

—¿Y dónde fué eso, Señor Priven?

—En la zona del Oeste, es decir el Ducado Striert.

Sair y yo nos acercamos. Admiré el cuadro que contenía la escena de cincuenta jinetes con lanzas. Todos alrededor de unas bestias que eran enormes, parecían una mezcla de tigres con piel de serpiente.

—¿Y qué pasó después?

—Las bestias fueron derrotadas...

—¡Las asesinaron! —exclamó Iron mirando entre el cuadro y el señor Priven.

—No, fueron domesticados. Cuentan que ellos protegen al Ducado. Son seres que adoptan dos formas.

Iron admiro la obra por un buen rato. Sair y yo nos acercamos a ellos. Noté como Iron no apartaba su visión de las bestias.

Me doble en dos, le tomé el hombro.

—¿Te gusta está pintura?

—Quisiera ver a las bestias... ¿Se puede?

—Eso lo tendrías que hablar con los Duques, Su Alteza.

Iron asintió y me tomó la mano.

—¿Seguimos el recorrido?

—¡Si!

Me levanté e Iron me siguió y así el señor Priven nos contó cada una de las historias.

—Aqui como vemos, estas son las aves de fuego del Ducado Perlier.

En el cuadro se apreció un águila con un plumaje rojo con una larga cola encendida en llamas.

—Se llaman las águilas ardientes y son muy peligrosas. Su cola puede incendiar todo lo que toque.

Seguimos y vimos otro cuadro con pavos reales que brillaban. Su pelaje parecía de mentira.

—Estos son los pavos reales de cristal. No son pavos inusuales, porque una vez al año, sus plumas se mudan, pero crecen un plumaje que es de cristal absoluto, que mudan en menos de cinco días. Con esos crean los mejores diseños para los vestidos del Ducado Krieln.

"Que increíble"

Seguimos hasta un cuadro con lobos blancos. Mi corazón se llenó de felicidad porque eran:

—Ellos son los lobos del invierno. Criaturas venerables y respetables del Ducado Ivor. Sus ojos verdes le permiten ver en la oscuridad y su pelaje no sufre por las temperaturas. Solo respetan a los Ivor.

Me Convertí En La Niñera Del Príncipe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora