Capítulo 7: Primera parte del Plan.

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Beatrice frunció el ceño al terminar de leer el libro de menos de dos páginas. Su sirvienta estaba a su lado, mordiéndose la uña del pulgar.

—Mi señorita, ¿que va a ser?

Beatrice suspiro y dejo el libro a un lado, se tocó la frente y soltó un largo suspiro de cansancio.

—Defendernos —dijo sin más.

—¿No va a pedir ayuda al Príncipe?

—No, yo soy la tengo que dar está batalla.

Su sirvienta asintio y agarró el libro muy enfadada. ¿Como se atrevían a hablar mal de la prometida Del Principe?

Lo más probable era que un noble de alto estatus estaba involucrado.

Beatrice se mordió el labio mientras pensaba lo que iba a hacer.

"Debo de atacar usando un medio de comunicación...el periódico sería buena opción".

—Agara.

—¿Si mi señorita?

—Necesito que te contactes con una imprenta de periódicos.

—¿Y cuál, la de los plebeyos o nobles?

Beatrice miró de reojo a Agara y pensó en cuál era la opción para elegir.

"Si usó la noble, voy a dividir la nobleza, a favor de mi y en contra, lo cual causará problema debido a que tengo apoyo del Ducado Ivor".

Beatrice jugueteo con sus dedos analizando, era obvio que ella era inteligente.

"Si usó a los plebeyos, voy a tener todo a mi favor. Los nobles no van a permitir comentarios sobre mí e incluso que hablen sobre el libro y los critiquen".

Un brillo apareció en sus ojos. Tomando el té que estaba cerca de ella, Beatrice habló:

—Agara, sera con la imprenta de los plebeyos, y si puedes pide una cita para una reunión personal.

—Con gustó mi señorita.

Agara se inclinó y salió de la habitación. Beatrice miró inexpresiva la puerta y se centro en beber su té. Aunque en el fondo, sentía una tristeza por aquel libro. Jamás imagino ser insultada a través de un libro, dónde la llamaron belleza hueca.

La esquina de su boca se frunció al recordar la moralejita.

—Y todo es por mi posición... él responsable no le importó que tuviera el apoyo del Emperador y un Ducado. Pero no importa, no voy a quedarme callada, me defenderé.

Beatrice respiró hondo para calmarse un poco de la molestia. Despertarse con un lindo libro que la ofendió, le quitó el humor.

—¿Mi señorita? —la voz de Agara se escuchó desde la puerta.

—Entra y ¿que sucede? —le pregunto un poco sorprendida de que volviera rápido.

—Tiene visita.

—¿Quién es?

***

El carruaje nos llevó a Lucrecia, Eustace y a mi a la mansión de Beatrice. Por todo el camino pensaba en como dar los golpes bajos a esas personas tan estúpidas.

"Idiotas, no dejaré que quieran pisotear a una dama. ¡Y menos que no nazca mi Iron!"

Solo imaginar ese niño de mejillas regordetas buscando el amor de su padre me hizo enloquecer el corazón. De todos los personajes, Iron era mi bebé favorito.

Me Convertí En La Niñera Del Príncipe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora