Avance anímico

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A la salida del vertedero, tropezamos con un camión de remolque tan desvencijado que parecía que también lo hubiesen dejado allí como chatarra. Pero el motor arrancó y tenía el depósito casi lleno, así que decidimos tomarlo prestado.

Yo conducía porque a parte de ser quien más edad aparentaba, también era quien menos aturdido estaba. Zoe venia conmigo en la cabina y Thalia, Grover y Percy iban atrás en la caja. 

Avanzamos por el desierto bajo un cielo límpidamente azul. La arena brillaba de tal modo que no podías ni mirarla.

—Los guerreros-esqueleto aún andan por ahí — nos recordó Thalia — Hemos de seguir adelante.

Zoe y yo nos quedamos solos en la cabina en absoluto silencio, solo se oía el ruido del motor y temía que la chatarra esta nos dejara vendidos en medio de la nada con el calor que hacia.

-Debí haberte hecho caso - me dijo con voz débil - Tenias razón cuando me dijiste que no debería haberla traído.

-Zoe - pensé bien en como expresarme porque animar a la gente no es uno de mis fuertes, yo soy más bien pesimista - No importa nada de lo que te haya dicho. No podías hacerme caso porque por desgracia el destino de Bianca era sacrificarse por vosotros hoy. No hay nada que pudieses haber hecho para impedirlo y lo siento muchísimo.

-Es como si hubieses sabido lo que iba a pasar. Dime la verdad Elián, ¿Tú lo sabías? - pregunto Zoe.

Yo me gire a mirarla por unos breves segundos que se me hicieron muy largos al observar lo hundida que estaba. Volví mi vista de nuevo a la carretera.

-Cuando te dije que no deberías haberla traído no tenia ni idea de lo que iba a pasar, simplemente descubrí algo sobre Bianca y me asuste.

-¿No vas a decirme el qué, verdad? - Zoe resoplo al ver que no le respondí - ¿Y después? Cuando me gritaste en mitad del combate contra Talos, ¿Lo sabías? 

-No exactamente. Cuando Bianca echo a correr hacia Talos, tuve un déjà vu.

-¿Eso que diantres es? - pregunto confundida. Yo hice un esfuerzo por no reírme de su expresión.

-Cuando de repente sientes como si ya hubieses soñado lo que has vivido. Presentía lo que iba a pasar, pero no lo sabia seguro.

Mi declaración aunque pareció relajar levemente a Zoe, creo que le hizo sentirse aun más culpable. Cuando pensaba que ya se había acabado la conversación, ella volvió a preguntarme.

-¿Y por qué razón Afrodita quiso hablar contigo?

-¿Y tú por qué quieres saber eso? - indague.

-Es sospechoso que una olímpica vaya a un desierto en mitad de la nada solo para hablar con un par de semidioses.

-Tampoco mentí sobre eso, Afrodita esta como una cabra y no la entendí. Dijo que estaba interesada en mí, dejo claro que estaba especialmente interesada en mi "vida amorosa".

-¿Qué no entendiste de eso?

-Pero si yo no tengo vida amorosa. ¿Sabes lo ocupado que estoy con la guerra? ¡Desde que la empecé no he parado de trabajar! No he tenido nunca nada con nadie. ¿Cómo voy a hacerlo si estoy ocupado siempre?

-¿Ocupado cómo cuando me drogaste? - aprovecho para echármelo en cara.

-¿Sigues enfadada con eso? Solo te puse a dormir. No hice nada más.

-La culpa es mía por haber confiado en ti en aquel momento - dijo enfadada.

-Oh vamos. Admite que si no fuese del otro bando, tú y yo seriamos amigos y nos llevaríamos bien.

𝑬𝑳 𝑹𝑬𝒀 𝑫𝑬𝑳 𝑺𝑶𝑳 // 𝑷𝑱𝑶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora