𝑬𝑳 𝑹𝑬𝒀 𝑫𝑬𝑳 𝑺𝑶𝑳 // 𝑷𝑱𝑶

Calma

Elián adoraba la playa.

Podía pasarse horas tomando el sol, bañándose en las aguas cristalinas del mar o jugando con la arena.

Había sido un año distinto. Elián se había perdido algún que otro año escolar y como este era probablemente su último año de vida, no lo iba a malgastar estudiando, así que se puso a trabajar en una cafetería.

Ethan se metió a trabajar con él, a diferencia de Chris, quien si había retomado los estudios con la ilusión de tener un bonito futuro con su novia, Clarisse. Elián no tenía ni idea de en qué momento Chris se había enamorado de Clarisse, pero si su amigo era feliz, él no tenía ningún tipo de problema. También se habían mantenido en contacto con Claire, quién iba a verlos desde Los Ángeles muy seguido. Los cuatro se habían vuelto muy cercanos e incluso Ethan y Claire con el paso de los meses habían comenzado a salir.

Elián los fines de semanas estaba ocupado ayudando y entrenando a Percy. Aunque principalmente le proporcionaba conocimientos teóricos, las prácticas de espada no faltaron. Nico se dedicaba a viajar y recabar información pero solía quedarse en casa de los Díaz bastante seguido.

La relación entre Elián y su tío mejoró con el tiempo. Este último se había echado novia, una agente de policía amiga de él desde hacía mucho. A Elián le caía de maravilla.

Todo el mundo parecía avanzar sentimentalmente y Elián no se quedaba atrás. Después de casi morir, le hizo un mensaje iris a Thalia, al que se sumo Zoe y les aseguro que todavía estaba de una pieza. A Elián le chocó ver a ambas chicas bastante descuidadas, no creyó que fuesen a estar tan preocupadas. Aunque siguió en comunicación con Thalia, con quien más hablaba era con Zoe.

Todo comenzó un una noche que Elián no podía dormir y se armó de valor para llamarle, bueno, por mensaje iris. Y a raíz de aquello, empezaron a hablar todas las semanas. Elián le hablaba de Nico y Percy, de sus visitas al campamento para ayudar y planificar la guerra, sobre su trabajo en la cafetería y sobre sus amigos. Zoe, a pesar de no ser una persona muy habladora, se esforzaba por contarle los movimientos de la caza y su progreso en el reclutamiento para la guerra. Antes de finalizar las llamadas, quedaban para hacer la próxima.

Por lo general, la vida le iba bien.

Volviendo a lo del principio, Elián estaba de vacaciones disfrutando antes de su inminente muerte. Y no, no tiene nada que ver con aquel extraño sueño que tuvo en el que las Moiras cortaban un hilo, no. Sino a una difícil decisión que había tomado antes de irse de vacaciones que temía que pudiese terminar con él.

Su amiga Claire propuso el viaje. El plan era irse los 4 juntos a la playa y disfrutar como "adolescentes normales". Elián se lo dijo a Nico y Percy por si les interesaba. Nico se negó rotundamente pero Percy aceptó emocionado y además, pregunto si su amiga Rachel podía irse con ellos. Percy y Rachel se habían relacionado mucho con ellos y todos se llevaban bien, nadie tenía ningún problema con ello.

Pero entonces, ¿Dónde está el dilema? ¿Cuál es la decisión difícil? La repuesta se encuentra en un conversación que Elián tuvo con Claire en su cocina un día que todos se quedaron a cenar.

-Por favor - dijo Claire susurrando mientras se pegaba a Elián para que nadie les escuchase - Dime que no soy la única que se ha dado cuenta de que a Rachel le gusta Percy.

-No eres la única - admitió el rubio mientras abría la nevera y agarraba un refresco - Pero él parece no darse cuenta.

-¿No tenía algo con tu hermana?

-¿Con Annabeth? No, son solo amigos.

-¿Pero se gustan mutuamente? - insistió la chica.