¿Cuánto sabes?

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La cosa podía salir o muy bien o muy mal.

Os explico el plan que hicimos sobre la marcha.

Claire y yo estábamos cada uno subido a un árbol. Ethan sin embargo, se encontraba en abajo junto al río con su espada en la mano y mirando para todos lados nervioso. Para resumir, Ethan hacia de señuelo. Y que conste que yo me negué a que lo fuera, pero su argumento sobre que soy el único capaz de atacar a distancia (con arco) era muy bueno.

Así que esperamos ansiosos lo que sea que fuese a llegar, intentando escuchar, ver o sentir lo que sea. Elián no estaba acostumbrado a rezar a ningún dios, principalmente porque los odia, pero la presencia de Claire, su nueva amiga mortal que se había ofrecido a ayudarles arriesgando a vida pudiendo pasar completamente de ellos y uno de sus mejores amigos haciendo de cebo, bueno, digamos que le dio por probar a pedir ayuda extra. 



Hola Atenea, ¿Cómo te va? Se que hace mucho que no te hago ninguna ofrenda y que tal vez no te molase nada eso de me revelara y ayudase a empezar una guerra. Pero estos días me vendría genial algo de ayuda y así si llegamos vivos al campamento, ayudare en todo lo que pueda en la preparación para la guerra. También seguiré cuidando de Annabeth por supuesto. En fin, un abrazo. Espera, quizás no te gustan los abrazos. Un saludo.



Cuando termine mi pequeña oración, el sonido de ramas moviéndose y partiéndose me alertó. Me giré, Claire se agarraba con fuerza a su rama mientras miraba horrorizara debajo de ella. Nunca los había visto pero no era muy difícil saber que eran, escorpiones. Tiene gracia, me recordaron a aquel escorpión que Luke invoco hace unos años para matar a Percy, solo que unas cincuenta veces más grande y que como nos lleguen a picar probablemente nosotros no tengamos tanta suerte como la tuvo el hijo de Poseidón.

Los rayos de sol se reflejaban en el cuerpo acorazado de cada color negro mientras ambos monstruosos escorpiones abrían sus pinzas preparándose para atacar.

Yo preparé una flecha en mi arco y cuando uno de los dos escorpiones se adelantó acercándose más a Ethan, lance la flecha directamente a su aguijón, su punto débil. Era curioso como un monstruo aparentemente tan grande y fuerte eran tan fácil de matar si sabías a donde apuntar. El segundo se conmocionó por unos momentos y tras localizarnos subidos a un árbol se apresuró a intentar matar a Ethan primero. Esto me llevo a preparar la segunda flecha, pero ocurrió un inconveniente.

La rama crujió.

Tan fuerte que Claire se giro a mirarme.

Lo entendí, tenía que bajar de esta rama lo más rápido posible. Y como si el universo hubiese escuchado y deseara burlarse de mi, la rama terminó por partirse y caí al suelo con ella.

Estaba alto, me dolió bastante la bromita por parte de la naturaleza pero lo peor fue escuchar a Claire gritar el nombre de Ethan y estar demasiado adolorido como para incorporarme rápido. Levante la cabeza y pude ver como Ethan esquivaba el intento del escorpión de clavarle su aguijón pero esa no era su única preocupación, ese bicho tenia dos pinzas enormes. Mientras Ethan retrocedía rápidamente esquivando al monstruo, yo conseguí ponerme de pie apoyándome en un árbol y a penas avanzar unos pasos para tener mejor ángulo. Preparé el arco, pero Ethan había retrocedido demasiado y ya tenía el río justo detrás.

Pisó mal. Se calló al agua.

Sacaba la flecha del carcaj y miré con desasosiego como el escorpión echaba hacía atrás la cola para coger fuerzas. No iba a conseguirlo a tiempo.

𝑬𝑳 𝑹𝑬𝒀 𝑫𝑬𝑳 𝑺𝑶𝑳 // 𝑷𝑱𝑶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora