Lamparaman

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-Oye, Annabeth.


Dos jóvenes semidioses caminaban por un oscuro camino alumbrado únicamente por antorchas colgadas en la pared cada cierta distancia. Una muchacha de unos quince años con el pelo rubio ondulado recogido en una coleta era quien iba delante. Se giró para mirar a su acompañante, sus ojos grises mostraban curiosidad por la repentina mención de su nombre.


-¿Sucede algo Percy?


Él chico dudo por un momento al ver a su amiga a los ojos, quería hacerle una pregunta que le había surgido pero por otra parte no quería que se enfadase con el y discutieran de nuevo. Se revolvió su pelo negro despeinándolo aun más de lo que ya lo tenia y aparto su ojos verde-mar de los de la chica antes hacer su pregunta.


-Quería preguntártelo desde que salimos, ¿Por que llevas la espada de Elián atada a la cintura?


Annabeth detuvo su paso y se quedo quieta lo que casi provoca que el pobre Percy se termine estrellando con ella aunque para su suerte, pudo detenerse a tiempo. Cuando Percy se recupero del susto inicial de casi chocarse, se empezó a preocupar por la reacción de su amiga.


-¡No me malinterpretes! Es solo que como nunca te he visto usar una espada, pues pensaba que no sabias o se te daba mal o algo de eso... - Intento excusarse el chico.

-Sé como usar una espada Percy, fue el mismo Elián quien me enseño - respondió Annabeth ofendida - Pero supongo que tienes razón en algo, no se me da bien. Cuando Elián trato de enseñarme, él mismo se dio cuenta de que esa habilidad no me salvaría la vida, no soy grande y fuerte como Clarisse para manejarla bien.

-O como yo - le interrumpió Percy.


Una mirada de Annabeth de advertencia y Percy capto el mensaje, no debía interrumpirla.


-Entonces, fue cuando Elián me sugirió que me concentrara en entrenar mis habilidades con la daga. Al ser más pequeña y rápida sería mucho mejor en esa disciplina - terminó por explicar. Pero Percy se quedo mirándola esperando a que siguiese, no había respondido su pregunta - Pienso devolverle la espada cuando le encontremos.

-No digo que no te apoye, yo también quiero encontrarle, ¿Pero crees que este aquí? ¿Crees que ha escapado y se ha metido al laberinto? - preguntó confundido.

-Tanto si ha escapado como si sigue encerrado, Luke lo sabe y pienso averiguarlo.


Percy apretó los dientes. Odiaba la sola mención de Luke por parte de Annabeth y detestaba aún más que quisiera intentar cambiarlo. Sin embargo no opinaba lo mismo de Elián quien a pesar de haberle traicionado en el pasado, nunca había creído que el chico fuese malo, al menos no tanto como Luke. Había tenido tiempo de entender un poco mejor las razones del hijo de Apolo, de hecho, compartía muchas de ellas aunque no aprobase sus métodos. Al final de aquella misión del invierno pasado, Elián les había ayudado pero decidió quedarse atrás por razones desconocidas que Thalia no quiso explicar bien en su momento. Pero lo más importante para él, es que Elián jamás ha querido hacerle daño a los semidioses, y por encima de todos ellos estaban Annabeth y Thalia. Al contrario de Luke a quien no le importo mentir, engañar y manipular a Annabeth cada que tuvo una oportunidad.

Percy estaba seguro que lo que hizo a Elián dudar y terminar por traicionar de vuelta a los titanes, fue que Luke le hiciese daño a Annabeth y probablemente, el deseo de querer volver a ser una familia una vez que Thalia resucito.

𝑬𝑳 𝑹𝑬𝒀 𝑫𝑬𝑳 𝑺𝑶𝑳 // 𝑷𝑱𝑶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora