ASTRID
Mi primer beso fue a causa de una apuesta. La "víctima" era Jones Boyd, un chico deportista y súper popular en la secundaria que le gustaba molestar con sus amigos haciendo retos; claro, ese reto me incluyó a mí y terminé siendo besada por el cotizado del colegio.
Mi segundo, beso fue un accidente y fue con un primo que no he vuelto a ver en años.
Y el tercero... bueno, ha sido una completa sorpresa.
Los labios de Mika unidos a los míos se mueven en busca de respuestas, desesperados, como si estuviesen ansiosos de probarlos. Abriéndose paso dentro de mí, jugando con mi lengua, acariciándola con la suya. Su cuerpo está apegado al mío. Me agarra con fuerza de las manos cuando hago un intento fallido por separarlo de mí y me empuja hasta una de las paredes acorralándome en ella. Con mis ojos apretados intento controlar los impulsos que surgen de pronto en mí, pero siento como si toda nuestra rabia, todo nuestro odio, se resumiera en un beso lascivo. Y, sin más preámbulos, me veo envuelta en el deseo de responderlo.
No tengo idea del tiempo, ni de cuanto rato hemos estado así. No obstante, cuando ya no puedo contenerme más muerdo su labio inferior provocando que se aleje al instante frunciendo el ceño, mas no parece enfadado en absoluto. No. En Mika aquella expresión macabra ha desaparecido cuando respondí a su beso.
Con el dedo pulgar limpia la acumulación de sangre que ha brotado de su labio y lo lame mirándome con osadía. Me he quedado perpleja con una mano cubriendo mi boca.
—Sabía que eras una cualquiera con cara de mojigata —manifiesta mirándome de pies a cabeza—. Ten tu porquería, Pajarito. Luego me regresas la mía —Busca en sus bolsillos mi celular y lo lanza. Antes de que caiga al piso, lo agarro con dificultad. Su mirada despreciable es lo último que queda rodando en mi cabeza después de verlo salir del baño.
Este ha de ser el peor error que he cometido desde que entré a Jackson. Deberían pegarme un maldito tiro en la cabeza por ser una estúpida.
Al salir de clases diviso a James; está sudoroso, con el cabello mojado después de las duchas que los chicos de dan y charla amenamente con sus amigos. En todo el día no me ha dicho palabra alguna. No es de extrañarse, fui yo quien rechazó su amable invitación para el baile y le sugerí que fuese con Megan. Seguramente se divertirá más con ella que con alguien callado y torpe como Astrid Fissher.
Pestañeo un par de veces y bajo mi cabeza. Lo he quedado mirando y sus amigos se han dado cuenta, pues comienzan a hacerle gestos y darle empujones. Al pasar por mi lado escupen comentarios sarcásticos que pretendo ignorar. Idiotas, creo que por hoy he tenido lo suficiente de chicos como para odiarlos de por vida.
Camino a paradero leyendo los mensajes que Mika envió con mi celular. No me sorprende la barbaridad de cosas que puso en sus mensajes ni los términos de chicas que usó. Tal vez, hasta su hermana tuvo que ver en todo este absurdo juego. Lo bueno es que McFly no borró nada y la fotografía de Patrick y yo sigue intacta de fondo.
Ahora lo único que me queda por hacer es esperar su próximo ataque...
MIKA
Observo mi reflejo en el espejo puesto en el techo de la habitación de Gruonie. No sé cuál es el afán de las chicas al poner un espejo en el techo, sobre la cama; lo primero que verán será su estúpido reflejo despeinado y sin maquillaje. El olor del cigarrillo que Gruonie encendió entra por mis fosas nasales. Ella suele terminar de tener sexo y fumar, como lo harían los hombres en su caso... a mí siempre me pareció un vicio disparatado. Así que Gruonie no se sorprende cuando, a través del espejo, la observo con grima.
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Obedeciendo tus Reglas TR#2 ✔️ | DISPONIBLE EN FÍSICO
Teen Fiction• YA DISPONIBLE EN LIBRERÍAS DE CHILE, PARAGUAY, COLOMBIA, ECUADOR, BOLIVIA Y ARGENTINA 🌎 • Versión Wattpad. Astrid Fissher es una silenciosa chica que cursa segundo año y sueña pasar inadvertida después de que su hermano Patrick, sufriera en mano...