Obedeciendo tus Reglas TR#2 ✔️ | DISPONIBLE EN FÍSICO

La fotografía perfecta. Parte 2.

Yo era una mujer normal, hasta que tuve la brillante idea de ver imágenes de Douglas Booth. Mala idea. Creo que ahora estoy completamente enamorada de ese ser casi celestial... alguien tráigame un babero xD

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ASTRID

Cuando me animé a salir de mi lamentable estado, recomponiéndome del repentino resfrió que me dio, decidí revisar mi correo electrónico encontrando allí el mensaje del concurso. Con tanto secreto revelado y revoltijos de sentimientos, apenas recordé que fui una de las seleccionadas para la siguiente fase del concurso. Me atrevería a decir que una de las más complicadas, porque lo que siento ahora —a pesar de que ya han pasado algunos días— es rabia y decepción. Plasmar la Felicidad es un sentimiento contradictorio, sin embargo, la forma ideal del hacerlo es fotografiando a niños. La fría noche del viernes me dormí temprano para llevar a cabo mi cometido en el majestuoso parque de la ciudad.

Claro, nunca imaginé que encontraría a Mika allí. O que él me encontraría, mejor dicho.

—¡M-Mika!

Verlo tan repentinamente me desconcierta, más aún cuando mi cabeza reproduce mi vergonzosa huida en el minimarket después de abrazarlo. No quería que me viera después de hacerlo y no estaba preparada para hacerlo tan pronto.

—Buenos días, Pajarito.

De no ser por la correa de protección para la cámara, esta ya estaría estrellada y hecha añicos en el suelo. Y no estaría mirando a McFly queriendo hacerme bolita, sino todo lo contrario. De todas formas, omitiendo lo nerviosa y el susto que me ha dado, hago un pequeño esfuerzo por lucir desinteresada.

—Hola —saludo sin más y emprendo mi paso hacia los juegos para fotografiar a los pequeños niños y sus inocentes, genuinas y hermosas sonrisas. McFly se apresura en caminar junto a mí, rozando nuestros brazos—. ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar haciendo algo productivo? O no sé... ¿haciendo algo?.

—Te hago compañía, eso es algo, Pajarito —responde con un sutil tono arrogante.

Vaya, el Mika McFly de antes ha vuelto al parecer.

— Sola estoy perfectamente bien, gracias.

Apresuro mi paso hasta detenerme frente a un enorme juego que parece ser el atractivo de la mayor parte de los niños en el parque; es una especie de castillo con resbalines y muchas escaleras. Me dispongo a tomar la fotografía, pero McFly me interrumpe cuando se interpone entre mi perfecta toma y el juego.

—Difiero de tu opinión, pequeña Fissher —dice—. ¿Acaso olvidaste que con mi ayuda fuiste seleccionada?

Respiro hondo.

Por amor a los pequeños presentescontengo las enormes ganas  de lanzarle un insulto a todo pulmón. En lugar de hacerlo, lo esquivo y enfoco otra vez. Entonces, vuelve a pararse frente a mi toma, inclinándose lo suficiente como para que pueda ver su pérfida sonrisa dentro del recuadro de la cámara.

Si su intención es fastidiarme, lo está cumpliendo a la perfección.

—¿Te parece divertido?

—Para serte sincero... Sí —canturrea expandiendo más su sonrisa, tanto así, que sus pómulos achinan sus ojos.

—Tu sinceridad apesta, McFly. Ahora quiero pedirte el enorme favor de apartarte del frente, no quiero que los jueces se topen con una fotografía tuya.

—¿Eso es sarcasmo? —indaga, alzando una ceja— Porque si mal no recuerdo, y según las fotografías del concurso que fueron publicadas en el diario, la foto que te hizo pasar fue una donde aparezco yo, Pajarito.