"Too much to ask" - Primera parte.

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#LaRectaFinal

#Ay

#Obedeciendotusreglas





ASTRID

—Entonces... —Torno mis ojos en la figura imponente frente a mi banco. Apoyando en una de las mesas en el centro del salón, el profesor Jensen recorre con uno ojos a cada uno de los presentes hasta detenerse en mí— resumiendo la clase de hoy; Dadá es el punto final de una evolución en el arte y no trata de seguir desarrollando nuevas propuestas a partir de los estilos anterior, sino conciencia del fin del camino y actitud de "saltar la tapia" hacia algo nuevo —Sacude su brazo mientras habla. Con su mano libre corre la manga de su camisa y mira la hora en su reloj de muñeca—. Idea del primitivismo, de la creación espontánea de la obra de arte. Bueno chicos, eso sería todo por hoy.

Como por arte de magia la clase termina justo en el momento en que el rechinido tan molesto del timbre resuena por todo el salón de clases. Al instante, los veinte habitantes del salón ordenamos los cuadernos de la mesa y los metemos dentro de nuestros bolsos y mochilas.

—As, toma tu lápiz. —Petunia Grantz, la pelirroja que se sienta junto a mi banco, alarga su brazo hasta dejar en mi mesa el lápiz. Al igual que yo, ella está en la academia gracias a una beca, con la diferencia que yo estoy desde el año pasado y ella sólo de éste—. Gracias.

—¿Por qué tanta formalidad? —le pregunto, esbozando una sonrisa— Haces que me sienta una anciana.

—Es que te veías tan seria y pensativa... —Se encoge de hombros, para luego correr su larga melena y colgar la mochila de su hombro—. ¿Harás algo hoy?

Asiento, frunciendo los labios. Me cruzo mi bolso con todos mis útiles dentro y suspiro.

—No se lo digas a nadie —le sugiero, acercándome a ella confidente—. Hoy tengo una cita.

Los ojos color miel de Petunia se encienden en lo que parece querer descifrar mis pensamientos más agudos sin atreverse a preguntar con quién será la cita. Hace una inspección rápida a los chicos que van abandonando la sala al tanto las dos avanzamos hacia la puerta doble de madera, seguidas por el profesor Jensen.

—¿Quién es? —pregunta, dándose por vencida.

—No creo que lo conozcas —respondo, saliendo del salón y escuchando la puerta cerrarse a nuestras espaldas.

El largo pasillo está lleno de estudiantes que se marchan de vuelta a sus hogares. Casi son las cuatro de la tarde y podría decir que estoy igual de ansiosa que ellos por volver. Aunque el ambiente es completamente diferente a como lo era en Jackson —tanto que no podía acostumbrarme al comienzo—, después de casi un año y medio en la academia me acostumbre a ver los mismos rostros, divagar por los pasillos, cargar mi cámara fotográfica y tomar fotos cuando se me plazca. Es bueno que nadie se te quede mirando como si fueses un extraterrestre en la tierra sólo por tomar una fotografía. Todos los estudiantes y compañeros que recorren los largos pasillos luego de horas en la academia, están acostumbrados a ver demostraciones así.

Los artistas están locos, y nosotros vamos por el mismo camino hacia la locura.

Saludo a las chicas de último año con quienes tuve que hacer un trabajo hace dos semanas, las cuales caminan de lado contrario al nuestro. Las tres chicas me devuelven el saludo y apresuran su paso llamando al profesor Jensen.

Sonara estúpido y casi ridículo decirlo, pero aquí me siento encajar siendo yo misma, y no recibo represarías de nadie. Es lindo sentirse así, como un pajarito libre. Incluso los profesores son muy diferentes a los de mi antiguo colegio. Aquí no son tan estirados, amargados y grises; los profesores de la academia son más liberales, más permisivos, menos estrictos y todos los tratan con un respeto asombroso.

Obedeciendo tus Reglas TR#2 ✔️ | DISPONIBLE EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora