Estoy segurísima que cuando terminen de leer quedarán así: Really Nigga?! Y me pedirán otro capítulo, pero ñoh~ Quizá haga epílogo... quizás.
#OTR
#FelizDiaMaii ❤
ASTRID
Llevo el dedo índice a mi boca para morder con nerviosismo mi uña. Ese gesto involuntario que todo ser humano hace cuando se está nervioso. No sé si sea la repentina llamada de Jordan diciendo que tuvo un accidente, o el hospital en sí lo que me pone los pelos de punta. Lo concreto y sabido acá es que los hospitales nunca me han gustado. Siempre me limité a estar lo más distanciada de ellos, aunque por diferentes motivos tenía que visitarlo; como cuando Boo nació. Pero ese caso fue diferente, ahora estoy aquí temblando de nervios, con un malestar en la boca del estómago y dejando mi dedo sin uña por Jordan.
Lo malo es que la mujer no parece captar que quiero una respuesta ya de su parte, sino que parece tomarse todo el tiempo del mundo.
—¿Y? ¿Está aquí? —interrogo otra vez.
La mujer rubia aparta sus ojos de la pantalla del computador y asiente.
—Está aquí —responde, desplegando una sonrisa en su rostro.
Escuchar eso es como oír el melódico coro de ángeles. Toda la tensión de mi cuerpo desaparece como globo desinflándose.
—¿Puedo entrar a verlo?
—Sólo familiares pueden entrar a verlo —responde con un fingido tono de lastima.
Aunque me esperaba esa típica respuesta al preguntar, tenía la mínima esperanza de que me dejara pasar al menos para ver en qué estado está. Fuera de riesgo puede ser un alivio, pero el poder verlo es una cosa diferente. ¿Estará sangrando? ¿Qué tan fuerte fue el golpe? ¿Cómo pasó todo? Son miles y una preguntas son las que me sumergen en un estado de divague. Apelar a la misericordia puede ser una buena idea para ver cómo está.
—Soy una amiga —insisto, colocando una mano en mi pecho con dramatismo—. Él y yo vivimos en la misma pensión, sus padres no están en la ciudad.
La recepcionista hace una mueca, mirándome con compasión.
—Aún así no puedo, son reglas del hospital —mira unos segundos la pantalla del computador y vuelve a mí—. Quizás pueda hacer una excepción con los dueños de la pensión... alguien mayor de edad. Más que eso, no puedo... Lo siento.
Resoplo hundiendo toda esperanza. Ni siquiera el gesto de misericordia ha servido para poder cambiar su parecer.
—Okay, gracias —digo finalmente en un hilo de voz.
Acomodo el asa de mi bolso por encima del hombro y me giro para darle la oportunidad a alguien más de hacer su consulta. Sin embargo, en cuanto me giro, mis ojos dan de lleno contra un abrigo gris. Unas manos me sostienen por los hombros impidiendo que me estrelle contra su pecho, pero aún así la distancia que nos separa es mínima. Ese perfume tan peculiar ya me es familiar. Alzo mi cabeza para contemplar a la persona que tengo en frente, descubriendo que es el profesor Jensen.
—¿Qué pasó?
Lanzo un áspero bufido ante su pregunta mientras él procede a soltar mis hombros.
—No puedo verlo porque no soy su familiar, pero está bien —respondo, encogiéndome de hombros—. El señor y la señora Grace podrán verlo. —Caminamos hacia la salida del hospital esquivando a las personas que entran y salen del lugar—. Oficialmente la salida se arruino...
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Obedeciendo tus Reglas TR#2 ✔️ | DISPONIBLE EN FÍSICO
Teen Fiction• YA DISPONIBLE EN LIBRERÍAS DE CHILE, PARAGUAY, COLOMBIA, ECUADOR, BOLIVIA Y ARGENTINA 🌎 • Versión Wattpad. Astrid Fissher es una silenciosa chica que cursa segundo año y sueña pasar inadvertida después de que su hermano Patrick, sufriera en mano...