Obedeciendo tus Reglas TR#2 ✔️ | DISPONIBLE EN FÍSICO

¿La Ardilla tiene razón?

ASTRID

Es McFly...

¿Por qué? ¿¡Por qué entre todos los chicos de Jackson tiene que ser él?! ¿Por qué entre Los Tres, tiene que ser el peor de ellos? Es el maldito destino que tiene algo contra mí. Siempre es así. Siempre tiene que ser él. Mientras me rehúso a creer que tengo ante mí a McFly, las miradas de los demás se clavan en mí, prejuiciosas y curiosas, volviéndome el centro de atención. Y las de él también. Él está mirándome, fijamente.

Un vago pensamiento se cruza por mi mente; quiero salir corriendo. Pero lo descarto enseguida. Si quiero que el macabro juego de Mika termine, esta es una oportunidad de probar que, lo que me propuse antes, sea cierto. Que todo lo que me dije sea verdad. Por lo que junto el valor suficiente para responder; sin embargo, antes de hacerlo, el contrincante de McFly también se saca la mascarilla —o como sea que se llame—. Para mi sorpresa, su rostro también me es familiar.

—Es mi prima —interviene la hija del sr. Gruonie antes de responderle al impaciente profesor—. Ella viene conmigo. Quiere tomar unas fotografías, si no es problema...

Me hace una expresión y mueve sus ojos hacia el profesor, esperando que apoye la mentira que acaba de decir. Me doy cuenta de esto un poco tarde, luego de salir del desconcierto por verla aquí también.

—A-ah... s-sí —tartamudeo.  Las manos comienzan a sudarme mientras agarro, nerviosa, la cámara fotográfica—. S-soy su prima. Vine a tomar unas fotografías para el concurso fotográfico sobre deporte —finalizo mi frase con más seguridad.

El profesor me mira de pies a cabeza, colocando su mano en la barbilla, reflexionando. No sé si es en mi vestimenta anticuada o en dejarme fotografiar a su clase.

—¿Traes alguna autorización para fotografiar a mis muchachos? —interroga, cruzándose de brazos.

—Vamos, profesor —salta McFly con voz arrogante y sarcástica. Me sorprende que no haya abierto su bocota al verme—. Deje que la pequeña tome la fotografía. Yo no tengo problema si quiere usarme como modelo —una sonrisa retorcida surca en sus labios. Fotografiar a McFly no traería nada bueno. No señor.

El hombre mayor parece meditarlo una vez más. Le pregunta a la clase si están de acuerdo con que los fotografíe, siendo ninguno de ellos los que se oponen.

Doy un suspiro largo para tranquilizarme. La sola presencia de McFly me pone los dedos de punta.

MIKA

Ella está aquí. No puedo creer que la pequeña Fissher sea tan ingenua para hacerle caso a un completo desconocido; es tan ingenua como tonta. Insisto, el apodo de Pajarito le queda a la perfección. No obstante, a pesar de toda su ingenuidad, me inquieta y sorprende que aceptara quedarse, en vez de salir huyendo como cualquier otro lo haría al verme. Aunque parece inquieta, actúa como si todo fuese normal —cosa que no es así—. De vez en cuando, mientras los demás vuelven a sus asuntos, los ojos de Parajito se desvían hacia mí. Parece un movimiento involuntario de su parte, pues intenta evitarme a toda costa.

Mala idea. Ella aún no sabe cuánto disfruto tenerla bajo mis dominios.

Al darle la dirección de la academia a Pajarito, sabía que no la dejarían entrar con tanta facilidad, mucho menos siendo... bueno, alguien como ella. Así que por la mañana, al llegar aquí, le dije al portero que si venía una niña de lentes gruesos y aspecto extraño la dejara pasar sin decir ni preguntarle nada más. Evidentemente, eso la asustaría.

Tras un pequeño soborno de mi parte para el portero, procedí a platicar con la Ardilla:

—No me gusta cuando eres tú el primero que se acerca para hablar, siempre es para un favor —dijo al sentarme a su lado— ¿Qué quieres? ¿Qué te diga qué se siente estar enamorado o algo así?