𝑩𝒆𝒚𝒐𝒏𝒅 𝑻𝒉𝒆 𝑺𝒄𝒓𝒊𝒑𝒕 || 𝑳𝒆𝒆 𝑺𝒖𝒉𝒐

Chapter 39

Tenía ambas cartas sobre la mesa. Leía una y otra vez las tarjetas.

No podía creer que había roto dos reglas en tan poco tiempo y además, todo por mis descuidos.

Aish, eres tan torpe Moon Sun-hee.

- Maldición - dije agotada - Ahora, ¿¡qué se supone que debo hacer!?

Miré al techo, buscando alguna respuesta a mi queja, pero nada.

Intenté contactarme nuevamente con el narrador omnisciente para que me ayudase o me dijese las consecuencias que podrían pasar de ahora en más, sin embargo, el narrador no hizo acto de presencia.

Al día siguiente me dirigí a la escuela. Una vez llegué al salón, me lancé sobre mi banco y puse mi cabeza en la mesa.

De pronto, un ruido me obliga a levantar la cabeza y mirar en aquella dirección.

- Tira esto a la basura - dijo Jukyung a Seojun.

Seojun se detiene y observa a la chica.

- ¿Estamos en una relación en la que podemos dar y recibir cosas el uno del otro? - dijo molesta Jukyung.

- Pero...

- ¡Dije que lo tires! - dijo molesta - ¿No me escuchaste?

Lim Jukyung toma el jugo que Seojun dejó sobre su mesa y se lo entrega de manera brusca en la mano.

Todos estaban boquiabiertos mirando aquella escena, pues Jukyung jamás se había mostrado de esa forma.

La mencionada se queja al no recibir respuesta de Han Seojun, se pone de pie molesta y sale hecha una furia del salón.

Los presentes comenzaron a murmurar sobre lo ocurrido.

Me puse de pie rápidamente y salí tras mi amiga. Corrí hasta alcanzarla, tomé su muñeca para detenerla. Esta volteó a verme.

- Lim Jukyung - llamé - ¿Qué ocurre? ¿Está todo bien?

- ¡Claro! - exclamó alegre - ¿Por qué lo preguntas?

Miré extrañada a mi amiga, me perturbó un poco este cambio tan repentino de actitud.

Hace poco parecía querer golpear a todo aquel que se cruce en su camino y ahora volvió a ser la chica dulce de siempre.

- Es que... - dije dudosa - La forma en que hablaste a Seojun fue...

- ¡Oh! ¿Te gusta? - exclamó alegre - Estoy intentando cambiar mi personalidad, sinceramente, no me gusta como me hicieron.

- ¿Cómo? - pregunté extrañada.

- Ya sabes - dijo y me guiñó el ojo - Ser una chica tímida y que se deja pisotear fácilmente no me agrada, ahora que sé la razón de mi personalidad, planeo cambiarla.