Jongin

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Por lo general me levanto temprano, pero Kyungsoo necesita dormir. Me visto, mirando hacia abajo su cara. Su piel es más clara que la mía. Le da un brillo dorado que enciende mi cuerpo de nuevo.

Por un momento considero despertarle y tener mi camino con él una vez más, pero no. Quiero que descanse. Es mejor para el bebé que está llevando, también. Me agacho y lo beso en la mejilla.

Pienso que es la primera vez que le hago eso a un varón. Mis parejas nunca han existido por mucho tiempo, y por lo general he querido que se vayan poco después. Pero éste me gustaría que se quedara.

No. Él tiene que quedarse.

Tiendo a manejar las tareas más duras a primera hora del día, por lo que el resto del día es más fácil. Convoco a la duquesa Krystal. Ella se pasea en mi habitación. Está vestida inusualmente conservadora. No muestra sus pezones. Eso, en todo caso, me dice que ve las cosas como son.

- Hola, Jongin el del secreto - Ella está en un estado de ánimo extraño, me he dado cuenta de eso inmediatamente. Su sonrisa no llega a sus ojos - He oído que has asegurado la sucesión real. De una manera que es algo controvertida. Nunca fuiste de los de hacer las cosas de la forma habitual, ¿verdad? O a derechas, se podría argumentar.

- Y estoy seguro de que te gustaría argumentar, Krystal - Me siento de nuevo en mi nueva silla. Ésta no está atornillada al suelo. Ella entrecierra sus ojos.

- No me conoces en absoluto, ¿verdad? Sólo tengo tu mejor interés en mente. ¿Alguna vez he sido nada que no sea completamente leal a ti? Y entonces me haces desfilar ante estos extraterrestres primitivos, completamente ignorante de que has embarazado a uno de ellos. Algo que no parece haber dudado en contar cada pequeña persona de la prensa en este planeta. Me cuesta pensar cuando he sido humillada de esa manera.

Yo suspiro.

- Krystal, cometí un error. Pero desde luego yo no le dije nada a la prensa. No fue mi intención que fueses humillada. Están extremadamente interesados en nosotros. Nunca he visto esto en cualquier otro planeta. Fui atrapado con la guardia baja - Ella camina irritada de ida y vuelta en frente de mi nuevo escritorio.

- ¿Puedes culparlos? He oído que se encendió esta nave como una hoguera en cada longitud de onda del espectro de ayer. Los alienígenas pensaron que habíamos dejado caer una bomba nuclear sobre ellos. Tuve que hablar con uno de los suyos durante casi dos horas anoche. ¡Y tú no estabas por ningún lado! - Me animo al oír eso.

- ¿Con quién hablaste? ¿Y dónde?

- Oh, he invitado a alguien. Una autoridad local de algún tipo. ¿Un presidente? Algo así. Sólo a la planta baja. Estrellas, una persona tediosa. Quiero decir, en serio tediosa y aburrida como agua de fregar. Pensé que podría empezar a ligar con él en algún momento, al menos si fuese un poco interesante, pero no. Ni un brillo en sus ojos durante dos horas. Creo que prefiere la compañía de los hombres, a decir verdad. Le dejé estar, no te preocupes.

Típico de Krystal. Un hombre no liga con ella y ella piensa que es gay. Bueno, no es una mala suposición. Ella es extraordinariamente hermosa, incluso para una Itherian.

- No hay nada malo con la compañía de los hombres, Krystal. A veces lo prefiero - Se da la vuelta sobre sus talones hacia mí, y sus ojos vuelven a parpadear.

- De hecho lo haces. Hasta el punto de aparearte con uno. Y fecundarlo. ¿No te paraste a pensarlo? - Miro hacia fuera a la ciudad alienígena que nos rodea. Es de oro brillando en la luz del amanecer. Su pregunta es una que muchos Itherians se hacen.

- No sabía que era posible. Resulta que lo es. ¿Sabías que el Rey Minho Segundo nació así? - Sus ojos se estrechan.

- No. Ese es el tipo de cosa que debería comprobar bastante a fondo antes de empezar a hablar en público. ¿El héroe Rey Minho, nació de un alien? Parece casi imposible.

Mi Amante Alien (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora