Capítulo 22 | ¡Feliz Cumpleaños, Esposa!

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Elián Johnson 

—Elián... —jadea la mujer que monta mi verga como una desquiciada.

—Sigue así —ordeno dando una palmada abierta a su trasero, su cabello negro le cae en la cara, mientras tiene sus manos sobre mi pecho. Coloco las manos en sus caderas guiando sus movimientos, observando como sus apetecibles pechos se mueven en sincronía de sus toques. Ella clava su mirada en mí de la misma manera en como tiene clavada mi verga en su pequeño coño, sus ojos verdes brillan tan profundamente. Sé que si ella sigue así no tardaré mucho en correrme.

—Luciana —gruño, y en un rápido movimiento me coloco sobre ella, dejando su espalda contra el colchón —eres una jodida Diosa —susurro repartiendo besos en su cara, bajando por su cuello, pasando por sus pechos, lameteándolos a ambas. Ella envuelve sus manos en mi cabeza, jalando de mi cabello. Sigo en mi tarea recorriendo su cuerpo con mi lengua.

—Elián, follame —demanda conectando su vista a la mía.

—A tus órdenes, Sorcière —empiezo a embestir su pequeña vagina, entrando y saliendo de ella, sus expresiones me demuestra que le encanta que la parta con mi verga —¿Quieres que te parta, Harper? —interrogo embistiendo su centro, mientras que con mis manos envuelvo sus senos.

—Eso quiero... —sus palabras mueren en su boca cuando la penetro con más fuerza.

—Te gusta suave o duro, Harper —inquiero disminuyendo mis movimientos para ver su reacción.

—Sigue... —chilla posando sus manos en mis hombros.

—Respóndeme —ordeno mientras abro más sus piernas, acomodándome entre estas. —Me vas a responder a las buenas o a las malas.

—¿Cuál sería a las malas? —inquiere y una sonrisa maliciosa jala de mis labios.

—¿Quieres descubrirlo? —asiente —Como gustes.

Saco mi verga de su interior y ella no tarda en refutar, pero la cayo antes de que inmute palabra. Conecto mis labios a los suyos, en un beso carnal, deseoso, fundiéndome en ella tanto como puedo. Mientras la beso, tomo mi pene en mi mano y paso la cabeza por sus pliegues, rozándolos y empapando mi virilidad con sus fluidos.

Ella gime en mi boca y sus manos viajan a mi cabello, desordenándolo más de lo que ya estaba.

—Estas tan caliente y mojada —susurro mezclando nuestros alientos —lista para que siga follándote como me dé la gana.

—Hazlo —ordena.

—¿Quieres que lo haga? —cuestiono envolviéndonos en un juego lujurioso.

—Te lo exijo —arquea la espalda en la cama cuando introduzco la cabeza.

—Y yo te exijo que me contestes —lo saco de su interior y su mirada conecta con la mía, no escondo la sonrisa que se forma en mis labios al ver su enojo palpable en el ambiente.

—Para tú manera de follarme no sabría si eres duro o no —pasa saliva, al observar como me masturbo entre sus piernas —pero suave, no lo eres para nada... y

—¿Y? —la insisto a que termine la frase.

—Y me gusta —susurra en una voz baja pero firme, siguiendo los movimientos de mi mano. Mi pene palpita y mi corazón golpea en mi pecho ante sus palabras.

—Te gusta, mejor diría yo que te encanta, te excita y me vuelve loco tu pequeño coño, Harper —susurro posicionándome encima de ella y penetrándola de una sola estocada —se cuán loca te puedo volver a esto —arremeto mas duro contra su pequeño sexo.

Inefable Atracción [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora