Luciana Harper
Cinco horas atrás
El cráneo me duele, los oídos me zumban, siento mi cuerpo pesado y adolorido, mis ojos arden al intentar abrirlos por lo que opté por mover mi cabeza pero me cuesta horrores, mi respiración es difícil de mantener pero me esfuerzo en ello, cuando al fin logro orientarme y abrir mis ojos, una luz opaca proveniente de un desgastado foco pegado a lo que se le podría denominar techo ilumina mi campo de visión. Es una asquerosa habitación, de paredes blancas llanas, con cierta "decoraciones" de pieles de animales a las esquinas, demasiado horroroso para mi gusto, al fondo de la habitación divisé una cama que tenía aferrada a la pared unas gruesas cadenas. El olor a cigarrillo llega a mis fosas nasales, este maldito lugar apesta.
—Hasta que despierta la invitada especial —canturrea una voz que se me hace remotamente familiar. La he escuchado en algún lugar o estoy loca.
Me mantengo con mi cabeza agachada y los ojos cerrados, mientras mis muñecas arden del dolor al ser sostenidas por los gruesos grilletes que se cierran en ellas, los mismos que están conectados a unas cadenas que cuelgan del techo, manteniendo mi cuerpo de puntillas al piso... el insípido suelo brilla al estar manchado de sangre. Sangre seca. Divisé rápidamente mi ropa, la tenía puesta... al menos eso era un alivio.
—Respóndeme bonita, sé que me escuchas —insistió—. Como no quieres hacerlo, me obligas a hacer cosas que no quiero... —dejó las palabras al aire, arrastrando sus pasos en el pringoso suelo hasta que lo llevan a posicionarse frente a mi. El cabello que caía en torno a mi rostro, es movido de un tirón a mi espalda, sus asquerosos dedos rozan mi piel buscando posicionarse en mi barbilla levantando mi rostro, al sentir su tacto me alejé rápidamente de él, impulsando fuertemente mi torso hacia atrás sin importarme ni siquiera en caerme, ya que a la final estoy amarrada. No quiero que nadie me toque, que nadie alce mi barbilla, ese acto íntimo solo se lo permito a Elián. Mi cuerpo se mueve efusivamente a causa de mi inesperado movimiento, mientras mantengo mi rostro en alto, encontrándome con ese rostro que vi alguna vez en mi vida—, ves que si me escuchabas.
Todas las palabras que emite son acaparadas por el viento, tan solo me centro en observar los tatuajes que adornan sus brazos, cada línea se extienden por estos hasta tapar su cuello, que lo lleva descubierto. Esos tatuajes... esa voz, cerré mis ojos de golpe y los recuerdos se atestan en mi mente. Una serie de consejos, palabras, imágenes, aparecen como cámara fotográfica en mi cerebro, hasta que esa voz que había estado oculta al fondo de mi cabeza llega a mis recuerdos.
—¿Tío? ¿Tu serás mi tío?
—Si, bonita. Yo seré tu tío en estos días.
—Todos los tíos que he tenido me quieren.
—Y yo no seré la excepción. Ahora, bonita, dime, ¿Le harás caso en todo, absolutamente en todo a tu nuevo tío?
—Si.
—Si, ¿Qué, bonita?
—Si, mi capitán.
—Entonces desnúdate...
Abrí mis ojos de par en par, cortando la secuencia de mis recuerdos y detallando esos intensos ojos verdes que me contemplan tan de cerca. Sabe que ahora lo recuerdo tanto como él a mi. No, no, no, él no puede estar aquí, ¿por qué mierda lo trajeron aquí? Mi cuerpo se pone rígido, tembloroso aunque traté de ocultarlo, no puedo mostrarme frágil ante él. Si lo haces solo aprovechará para sucumbir en ti.
—De seguro te preguntas qué hago aquí, ¿verdad, bonita? —pasé saliva, manteniendo mis ojos clavados como estacas en los suyos. Inquirió como si leyera mis pensamientos— mi querido hermano me mandó a llamar, me dijo que estarías aquí y que me extrañarías.
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Inefable Atracción [+18]
Teen FictionLuciana Harper es hija de los empresarios más exitosos de Madrid, España. Su vida era bastante tranquila, pero el destino tenia otros planes al cruzar en su camino a el chico de ojos azules. Elián Johnson poseedor de un apellido que denota poder, p...