Inefable Atracción [+18]

Capítulo 6 | ¿Nuevos Amigos?

Elián Johnson

Saber que Luciana Harper era amiga de Mateo y Daniel me sorprendía.

¡Vale!, ya sé que soy un mentiroso. Quizá, si me lo esperaba, una chica como ella era obvio que iba a vivir en la zona donde se asentaba Mateo. Además, de toda la información que me llego ya sabía todo acerca de su vida, estaba al tanto que era cercana a Mateo solo espero que no tanto, eso podría desviar un poco el rumbo de mis planes.

La foto que me llego junto a los demás papeles con la información de su familia, era exactamente igual a la chica de cabello negro, ojos verdes, mirada gélida, pero con un toque amigable, cuerpo esbelto, facciones de su rostro delicadas pero definidas, cejas un poco espesas, nariz respingada, pómulos marcados, sonrisa que no te sabría describir... porque tiene ese toque amigable pero hechizante que te sucumbe en tus más oscuros pensamientos, y de los cuales yo tengo muchos.

Ella era todo lo que detestaba en una persona; se podría decir que era amigable, demasiado para mi gusto, confiaba a ciegas en las personas, aunque también se notaba que si la llegaban a sacar de quicio reaccionaba según la persona, así tal cual lo hizo hoy en la biblioteca.

Tengo que estudiarla más a fondo, conocer cada uno de sus pensamientos y si eso implica mostrar interés en su persona lo hare. Pero mi plan no va a fallar. No puede fallar, no tiene por qué fracasar.

Estábamos todos sentados alrededor de una mesa en la cafetería, Mateo me había presentado a dos mujeres más. Una era rubia creo que se llama... no me acuerdo de su nombre, tampoco es como si fuera necesario saberlo y la otra era de cabello rizado, de igual formo no recordaba su nombre. Se podía notar que Lucia se llevaba mejor con la chica de cabello rizado.

—Mateo, yo quiero saber cómo se conocieron ustedes dos —dijo la irritante rubia.

—¡Si!, vamos cuenta, parecen que son dos grandes amigos —acoto la chica de cabello rizado.

—Mejor dicho, que llevan años de amistad —inquirió Daniel.

—Es verdad, ¿Cómo se conocieron ustedes dos? —pregunto Luciana, quien estaba tomando un café frio.

Se nota que ama el café, creo que es el segundo que lleva. Porque en la biblioteca estaba tomando uno y ahora otro. Mateo y yo compartimos una mirada cómplice.

—Bueno, todo comenzó...

—Claro como fue tu amiga la que te pregunta. Hay si respondes ¿verdad, Mateo? —inquirió la rubia haciendo énfasis en amiga —y cuando te preguntamos nosotros tres no nos dice nada.

—¿Por favor déjate de berrinches, Brenda? —inquirió Daniel.

—Lo que he dicho es la pura verdad —comento la susodicha retando con la mirada a Mateo.

—Hay ya por favor, todos saben bien que Lucia y yo somos mejores amigos. Nos conocemos desde hace años —dijo Mateo con voz fría. En su rostro tenía una expresión indescifrable, pero claro yo podría jurar que estaba molesto más que por la interrupción por quien lo hizo. Que habrá ocurrido entre estos dos. —o acaso vas a creer lo que dicen de Lucia y de mí.

—No, claro que sé que tú la consideras como tu hermana —dijo Brenda.

—Exacto, como mi hermana. Crecimos juntos. Además, me tiene sin cuidado lo que pienses tu Brenda, si te trato es por Lucia. Porque si fuera por mi créeme no estaría sentado en la misma mesa que tú.

—¡Ya!, dejen de hablar de mí. Como si yo no estuviera aquí —exclamo la pelinegra, estaba enojada lo podía ver en sus rasgos —sabes bien Brenda que Mateo es como mi hermano. Así que si quieres algo más con el convérsenlo en otro lado, ¿de acuerdo? —dijo con voz fría mirando a cada uno de los que estaban sentados en la mesa.