La cicatriz

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En las vacaciones de verano, en el orfanato dormía Harry profundamente, estaba muy cansado y soñaba un extraño sueño:

-Ya me has oído, Colagusano

Lentamente, con el rostro crispado como si prefiriera hacer cualquier cosa antes que aproximarse a su señor y a la alfombra en que descansaba la serpiente, el hombrecillo dio unos pasos hacia delante y comenzó a girar la butaca. La serpiente levantó su fea cabeza triangular y porfirio un silbido cuando las patas del asiento se engancharon en la alfombra.

Y entonces, Frank tuvo la parte delantera de la butaca ante sí y vio lo que había sentado en ella. El cayado se le resbaló al suelo con estrépito. Abrió la boca y profirio un grito. Gritó tan alto que no oyó lo que decía la cosa que había en el sillón mientras levantaba una varita. Vio un resplandor de luz verde y oyó un chasquido antes de desplomarse. Cuando llegó al suelo, Frank Bryce ya había muerto.

Entre el sueño que ha tenido y dolor de la cicatriz, que no se producía desde los eventos de primer año, Harry tiene sus motivos para preocuparse.

La última vez que le dolió la cicatriz fue porque Voldemort estaba cerca y recuperando sus poderes; como resultado Harry baraja la posibilidad de que su némesis ande por allí cerca, pero pronto lo descarta, lógicamente. Más alarmante es la visión que ha tenido, en la que Colagusano se ha reunido con su señor, y juntos están planeando su retorno, con vistas a la muerte de Potter.

Aunque Harry no tiene motivos para pensar que su visión pueda ser nada más que un sueño, sus antecedentes le dan buenos motivos para preocuparse, y se pregunta a quién puede pedirle consejo sobre lo que hacer, limitado como está en el mundo muggle. Los Dursley y el orfanato están fuera de la cuestión, por supuesto; Harry subestima lo que saben del mundo mágico, pero sí está en lo cierto en que no puede confiarles sus problemas. Y por supuesto, a su hermana no se lo puede ocultar, ya lo notó muy raro en los pasillos del orfanato. Inevitablemente, tuvo que mencionarselo, en un tono de voz muy bajo para que nadie los escuche.

Ron, Draco y Hermione son su primera opción, claro, pero está seguro de que se preocuparían demasiado, y de todas formas ninguno tiene experiencia con este tipo de cosas. Dumbledore es una opción más viable, en perspectiva es quien sabe más sobre la cicatriz de Harry, pero de momento la relación entre ellos no es tan íntima como llegará a ser, y evidentemente Harry se preocupa de molestarle en sus vacaciones con algo que podría no ser importante.

Esto le lleva a pensar en Sirius. Aunque su padrino lleva poco en su vida, para Harry es ya una persona importante, alguien con la suficiente autoridad y experiencia para comentarle asuntos serios pero lo bastante cercano como para poder hablar de asuntos más livianos; un padre, o figura paterna, en pocas palabras, algo nuevo para Harry. Sirius ahora puede ser lo que necesita para poder calmar su malestar (sobre todo porque Sirius está en contacto con Dumbledore, aunque Harry no lo sepa).

Harry le escribe entonces una carta a su padrino, cuidando de no parecer demasiado preocupado y hablando también de temas banales. Satisfecho de tener gente en su vida con la que puede contar cuando lo necesite (quienes le regalaron tarjetas de felicitación por su cumpleaños, entre otros regalos, a él y a Elizabeth), Harry y su hermana se sienten con las fuerzas suficientes para pasar un día más en el orfanato.

"Muy bien, Harry, que bueno que le contaste", le dijo Elizabeth dándole un abrazo.

Unos días después, Harry y Elizabeth reciben una carta de la señora Molly Weasley invitándolos al mundial de Quidditch, y avisándoles que pronto los irán a buscar para llevarlos a la madriguera dónde ya se encuentran Draco y Hermione.

Mientras se preparaba para su nuevo año en Hogwarts, Harry sentía crecer sus sentimientos de amor hacia Ron y pensaba escribirle una carta en algún momento expresando sus sentimientos. A su vez, Draco también sentía lo mismo por Harry pero no sabía si jugarse o no por él, temía perder su amistad.

La hermana melliza de Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora