Segundo año, la barrera y el auto volador

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Narrador omnisciente

Era el día uno de septiembre y bien temprano por la mañana, se encontraban en el comedor desayunando la familia Weasley, los hermanos Potter y el joven Malfoy. Todos estaban emocionados y ansiosos por volver a Hogwarts, Ginny miraba nerviosa a Harry mientras comía una tostada, quien a su vez no paraba de mirar a Ron.

Una vez finalizado el desayuno, todos se pusieron a empacar lo que les faltaba en el baúl. Draco pronto se puso a pensar que serían muchas personas en el coche y que habría mucho equipaje, justo que se había comprado recientemente una Nimbus 2001, y mascotas.

Cada vez faltaba menos tiempo para ir a la estación King 's Cross, finalmente el equipaje ya estaba listo. El señor Weasley aplicó un hechizo de extensión en el coche encantado para que haya espacio suficiente para todos.

Estaban todos dentro del auto, Arthur Weasley estuvo a punto de partir hasta que de pronto, Ginny Weasley pidió salir del mismo porque se había olvidado su diario. Entonces tuvieron que esperar a que ella regresara por su diario.

Una vez que Ginny estuvo de vuelta, por fin partieron hacia la estación. Estaba repleta de gente con muchos baúles, gatos y lechuzas. Llegaron a poco de la hora de salida del expreso de Hogwarts y rápidamente se acercaron a la plataforma 9 y 3/4.

"Fred, George, Percy, ustedes primero", ordenó la señora Wasley.

Luego les tocó el turno a Draco, Elizabeth, Harry y Ron. Draco y Elizabeth ya la atravesaron pero cuando lo intentaron Harry y Ron, la pared se bloqueó y no los dejó pasar.

"Y ahora que hacemos?", preguntó Harry desesperado, mientras mucha gente curiosa los miraba.

"Ya sé, podemos usar el coche encantado de mi padre!", exclamó Ron esperanzado.

"De verdad?", interrogó Harry con entusiasmo.

"Las leyes mágicas de prohibición de magia en menores dicen que en caso de emergencia se puede recurrir al uso de la magia y esta es una emergencia, perdimos el tren y debemos llegar al colegio", afirmó Ron.

"Ah no sabía eso, entonces vamos. Sabes volar este auto?", agregó Harry.

Ron asintió y pronto ingresaron al auto, partieron rápidamente y tuvieron que accionar el botón de invisibilidad, ya que los habían visto algunos muggles. Volaron a gran velocidad, y divisaron el tren, pudiendo alcanzarlo. En una hora comenzaron a descender introduciéndose en los terrenos de Hogwarts pero justo cayeron sobre un sauce boxeador y el coche recibió unos cuantos golpes.

Ron acelero y pudieron liberarse de aquel árbol pero ya era tarde, su varita de había dañado. Salieron despedidos violentamente por el auto ellos, las mascotas y los baúles. Luego el coche se marchó hacia el bosque prohibido.

Entonces, Harry y Ron ingresaron al castillo y fueron vistos por el señor Filch. Este los condujo, bastante enojado, a la oficina de Snape. El profesor de pociones estaba furioso por haber sido vistos por no menos de siete muggles y por el daño causado al sauce boxeador.

"Si estuvieran en Slytherin, los expulsarían a los dos", les espetó Snape, mirándolos con severidad.

Justo en ese momento, la puerta se abrió y apareció el director de la escuela, Albus Dumbledore. Miró a los jóvenes con su característica calma y dijo: "Creo que la responsabilidad de este asunto recae en la profesora McGonagall, no en el profesor Snape."

Snape apretó los labios en desacuerdo, pero no contradijo a Dumbledore. Este último miró a Harry y Ron con una ceja alzada.

Luego apareció la profesora McGonagall, les comunicó que serán castigados, y que les escribirá a sus familias informándoles aquello. No les permitió ir al Gran Comedor pero les dejó una bandeja con sandwich y dos copas de jugo de calabaza en el despacho de Snape dónde se encontraban.

Harry y Ron terminaron de comer y pronto fueron al dormitorio, dónde algunos compañeros los recibieron con aplausos como si hubiera ganado una copa de quidditch. Sin embargo, sin embargo habían algunos enojados como Percy y Hermione y otros preocupados como Elizabeth y Draco. Elizabeth, quien ya se encontraba en la sala común y abrazo fuerte a Harry y luego a Ron. Por su parte, arriesgandose a ser castigado, Draco entro por el retrato detrás de otro compañero de Gryffindor y también abrazó muy fuerte a Harry y luego le dio un apretón de manos a Ron.

Por último, para que no castiguen a Draco, Harry lo acompañó a su sala común cubriéndose ambos con la capa de invisibilidad y luego que Draco entro a Slytherin Harry regresó a la torre de Gryffindor bajo la capa.

La hermana melliza de Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora