La primera prueba

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A pocos días de la primera prueba, Harry se aferra desesperado a las palabras de Sirius para poder superarla; lo único que pudo decirle antes de irse es que bastaba con un conjuro sencillo, así que él y Elizabeth, Draco y Hermione se comen la cabeza buscando conjuros que sean útiles contra un dragón (y hay pocos, pues los dragones son muy resistentes a la magia).

Aunque está desesperado, Harry se toma un momento para decirle a Cedric en qué consistirá la prueba, ya que es el único de los campeones que no lo sabe. No está claro lo que hubiera hecho de no tener claro que Krum y Fleur ya sabían qué iba a pasar, pero no deja de ser una prueba de altruismo muy noble.

Moody le da la idea de aplicar sus puntos fuertes y adaptarlos a las circunstancias de la prueba. En este caso, su habilidad con la escoba le daría un amplio margen de maniobra frente al dragón, y como sólo puede llevar su varita en la prueba, necesita dominar el encantamiento convocador, que le permitirá atraer su Saeta de Fuego hacia él. Harry practica sin cesar, y su esfuerzo da sus frutos.

Incluso teniendo un plan, comprensiblemente Harry está más aterrorizado que nunca en su vida, al igual que los otros campeones; es algo a valorar que todos muestren nerviosismo a pesar de saber lo que tienen que hacer y sus actitudes anteriores y mayor experiencia: la autosuficiencia de Fleur y la aparente indiferencia de Krum ya no están aquí, y los cuatro campeones están igualados frente a lo que les espera.

Y precisamente eso es lo que le conviene a Harry: hasta el momento ha sido el raro del grupo, el que no debería estar allí, el que todos pensaban que caería o se retiraría a las primeras de cambio. Ahora, viéndole competir al mismo nivel que los demás, y no sólo superando la prueba (que justo fue el colacuerno húngaro), sino haciéndolo de una forma espectacular, se ha ganado el respeto de muchos, pero más importante, ha recuperado el de Ron.

Al ver a lo que se enfrentaba, Ron comprendió (o más bien se recordó) los peligros que Harry tiene que afrontar, casi nunca por su culpa, y que él nunca ha querido la fama. Es estupendo ver cómo toma la iniciativa para retractarse, aún más cuando, una vez llegado el momento, Harry no quiere saber nada de disculpas. Sólo quiere recuperar a su novio.

No todo está resuelto, pues aún quedan dos pruebas, la incógnita de quién puso el nombre de Harry en el cáliz y por qué sigue estando ahí, y descifrar el enigma del huevo que rescató del dragón, pero aún quedan personas que se burlarán de él, encabezadas por Rita Skeeter. Pero a Harry no le importa, porque tiene el apoyo de sus amigos y su novio, y con ellos se enfrentará a lo que surja.

La hermana melliza de Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora