El castigo y la voz misteriosa

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Narra Harry

La cena terminó y Ron y yo nos despedimos de Elizabeth, Neville, Fred, George y los demás Gryffindors, yendo a cumplir nuestro castigo. A mí me tocó colaborar con el profesor Lockhart respondiendo su correspondencia y a Ron limpiar los trofeos de la sala de trofeos, bajo la supervisión del señor Filch, sin magia, al estilo muggle. Era la fiesta de Halloween pero tuvimos que cumplir con nuestro castigo.

Saliendo del Gran Comedor, nos cruzamos con Draco y mientras caminábamos por los pasillos, Draco nos comentó que no le importaba lo que Goyle o los demás de Slytherin pensaran de él. Dijo que prefería tener amigos verdaderos, como nosotros, que seguir manteniendo una fachada ante su casa.

Draco afirmaba querer ayudar a uno de nosotros con la tarea del castigo y como Lockhart no le agrada para nada, prefirió acompañar a Ron a la sala de trofeos. El castigo era para Ron pero Filch gustoso aceptó tener otro colaborador con la limpieza de trofeos. Así que, cuando una vez Ron dejó limpio cada trofeo seguía vomitando babosas, las cuales los ensuciaban nuevamente. Entonces, Draco lo asistía limpiando los trofeos cubiertos de babosas.

Mientras tanto, yo estaba en la oficina del profesor Lockhart ayudándolo con la correspondencia de sus administradoras hasta que de pronto, escuché una misteriosa voz que no se de donde venía pero que decía claramente: "Es hora de matar, déjame matarte, déjame despedazarte...". Sentí mucho miedo.

La voz que resonó en la oficina de Lockhart me llenó de temor y confusión. Era siniestra y amenazante, y lo peor de todo es que parecía estar dentro de la misma pared. Miré a mi alrededor, pero no había nadie más en la habitación. ¿Qué estaba pasando?

Por un momento, pensé que tal vez era mi imaginación, o que estaba sobreestresado debido a todo lo sucedido en el entrenamiento de Quidditch y el castigo. Pero la expresión de miedo en el rostro de Lockhart me indicó que algo no andaba bien.

- ¿Ha escuchado eso? - le pregunté, buscando confirmación de que no era el único que había oído esa voz aterradora.

Lockhart parecía completamente aterrado, pálido como un fantasma. Asintió con la cabeza, incapaz de articular palabra. La voz continuaba susurrando, retorcida y malévola.

- Seguro que es solo tu imaginación, Potter - dijo Lockhart con nerviosismo. - Deberías descansar más, podrías estar estresado.

No insistí, aunque sabía que lo que había escuchado era real. Salí de la oficina junto a Lockhart, pero en el fondo, tenía la sensación de que algo oscuro se cernía sobre Hogwarts.

Caminamos por los pasillos en dirección a la salida, y nos encontramos con Ron y Draco. Les contamos sobre la voz misteriosa, pero Lockhart insistió en que no la había escuchado.

- Seguro que fue solo producto de tu cansancio, Harry - dijo Ron tratando de tranquilizarme.

Acepté sus palabras, pero no podía quitarme esa sensación de inquietud. En ese momento, vimos a la gata de Filch petrificada y un mensaje escrito en la pared con letras brillantes: "La Cámara Secreta ha sido abierta. Enemigos del heredero, temed."

Sabíamos que algo grave estaba ocurriendo en Hogwarts. La Cámara Secreta, un antiguo y oscuro secreto de la escuela, había sido abierta nuevamente. Debíamos descubrir la verdad detrás de esto antes de que fuera demasiado tarde.

Luego aparecieron Elizabeth, Hermione y todo Hogwarts. El señor Filch estaba furioso y me acuso de matar a su gata (estaba resentido conmigo porque cuando volví del entrenamiento de Quidditch embarrado porque había llovido, me llevó a su despacho para castigarme y yo descubrí que le había llegado una carta del curso "Embrujo Rapid", descubriendo que es un squib, una persona sin magia nacida de padres magos).

"No está muerta Argus, la han petrificado, pero como lo hicieron no se", dijo el director.

"El sí lo sabe, él lo hizo", comentó Filch furioso.

"Conozco el remedio exacto para el maleficio, podría curarla en un instante", fanfarroneo Lockhart.

"Tengo entendido que Madame Sprout está preparando una cosecha de mandrágoras y cuando estén listas hará una poción para revivir a la señora Norris", aseguro el director.

La discusión continuaba y el profesor Snape expresó haberme visto a mí, Ron y Draco en el lugar incorrecto y en el momento equivocado, pareciendo querer defendernos pero nos hundía aún más, ya que dijo que nos fuimos muy rápido de la fiesta de Halloween. Luego Lockhart argumento que yo estaba en su oficina respondiendo su correspondencia, poniendo fin a la discusión.

Entonces, Dumbledore nos ordenó ir a los dormitorios, nos despedimos de Draco, quien fue acompaño por Snape a las mazmorras, hacia la sala común de Slytherin y Ron, Elizabeth, Hermione y yo nos dirigimos con la profesora McGonagall a la torre de Gryffindor.

Ya en nuestro dormitorio, Ron y yo nos quedamos pensando mucho en aquel mensaje escrito en la pared, mientras nos miramos por un largo rato hasta que nos dormimos.

Hasta pronto 👋👋👋

La hermana melliza de Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora