CAPITULO 5

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El resto del día Rin la paso junto a su sobrina mientras que Sesshomaru no salió del jardín hasta muy entrada la noche, cuando fue hasta la habitación de huéspedes porque el sueño se volvió insoportable, a la mañana siguiente casi a las diez tal y como lo había proclamado  Naraku el día anterior, el y kagura regresaron a casa... La última adolorida y con su rostro completamente apagado pero siempre mostrando una leve sonrisa para que su pequeña no notase que en fondo se encontraba completamente destrozada.

- Podrías llevar a Kanna al parque... Se que ya hiciste mucho por nosotros pero no quiero que vea a su madre así y no se si sea lo correcto dejar a Kag sola- pide el peli negro a su hermana.

- No te preocupes, la ayudaré a alistarse - responde la chica mientras sube las escaleras directo a la habitación de Kanna.
...

Luego de varios minutos la castaña y la albina salieron en dirección al pequeño parque que adornaba el área central del conjunto residencial en el que vivía su hermano, cinco minutos de caminata bastaron para llegar y Rin se sentó en una de las bancas cerca del arenero mientras la pequeña son efusión corría hasta la resbaladilla, en es momento la castaña dejo que la brisa mañanera adornara su rostro y se llevará con ella cualquier pensamiento negativo que rebosara en su mente en aquel momento, sin embargo aquel momento reflexivo que había estado teniendo mientras observaba a su sobrina jugar en las resbaladilla fue interrumpido por el sonido de una voz a sus espaldas.

- Debiste decirme que las acompañará... No soy bueno consolando a las personas, además creo que Izayoi se enojaría conmigo si digo algo indebido- reprocha el albino mientras que se sienta junto con la menor.

- No pensé que desearas acompañarnos- susurra Rin evitando mirarlo a los ojos.

- Pues prefiero sentarme aquí a ver cómo juega en la resbaladilla una niña de cinco  años a quedarme en esa casa, Kag disimula su dolor pero Izayoi no para de llorar... Y me dan escalofríos cuando busca consuelo en mi y no se que decirle... Ahsk, no soy bueno para estas cosas- responde rápidamente el hombre mientras finge tener los pelos de punta.

- Es que debe ser muy doloroso, no soy madre pero... Perder a un hijo que realmente era deseado debe de doler mucho- susurra Rin con la mirada perdida.

- No sé que responder a eso... Jamás se me ha cruzado por la cabeza la idea de ser padre- responde en medio de un suspiro el Taisho.

- Pues ya deberías de comenzar a considerarlo, no falta mucho para que tus padres comiencen a atosigarte con la intención de que tengas un heredero-  le recuerda Rin con un tono de obviedad.

- Ni me lo recuerdes... - responde con desagrado el peliplata.

- No es algo tan malo...- reprocha la chica mientras le da un pequeño golpe en hombro.

- Claro que no es malo, lo verdaderamente malo es hacerlo con alguien a quien no aprecias en lo absoluto- aclara el mayor mientras la mira expectante.

- Tienes razón...- responde ella mientras le brinda una pequeña sonrisa. - Sin embargo quiero darte un consejo como tu amiga... Puedo- inquiere la chica mientras apoya sus manos a los lados y mira al cielo.

- Rin... Por eso insisto en que aún eres una niña pequeña, por más años que pasen persiste tu idea de tratarme como una niña cuando ve a alguien por primera vez- responde Sesshomaru en medio de una risilla.

- Entonces si es así, te diré lo que pienso- responde un poco más segura la castaña.

- Adelante- anuncia el hombre.

- Pues... Recuerdas que me dijiste que hay cosas que no se pueden evitar- inquiere la chica.

- Si- responde algo desconcertado el albino.

- Lo estuve pensando por mucho tiempo, y entendí que hay cosas no tan agradables que deben de suceder para un bien mayor... Quizás tú aún no te sientas preparado para asumir un cargo que jamás pediste, pero tu padre está depositando toda su confianza en ti y quizás ya sea el momento de retribuirle todo su esfuerzo- confiesa la chica.

- Vaya... Tal parece que ahora tú eres la que me das consejos a mi- responde algo sorprendido el Taisho.

- ¡Te estoy hablando en serio!- reprocha la chica.

- Lo se, lo se- es lo único que responde el peli plata.

Justo en aquel momento Rin se levanta de la banca y camina en dirección a Kanna, al llegar comienza a brindarle ayuda a la pequeña para mecerse en los columpios mientras que Sesshomaru solo se quedó en la banca observándolas para que luego de varios minutos desapareciera sin ser notado por ambas mujeres; el resto del día Rin permaneció en casa de su hermano sin embargo ya entrada la noche decidió volver a casa, pidió un taxi y le brindo la dirección, al llegar a casa encontro a una nota de su madre informándole que ellos pasarian la noche en casa ade Naraku para ayudar a Kagura y a su hijo en cualquier cosa que necesitaran, al parecer habían partido hace poco ya que se encontró con la cena aún tibia y de inmediato supo que su madre la había preparado recientemente para ella, en ese momento sonrió por qué supo de inmediato que pesar de todo su familia era muy unida, y quizás eso hacia que no se sintiera tan sola... Probablemente sería una solterona por el resto de su vida pero al menos tendría a sus padres y hermano con ella, también hallaría un plato de comida caliente al llegar a casa y un hombro donde llorar cuando lo necesitará.

¿Que más podía pedir?...

Se reprocho al recordar cómo le aconsejo a Sesshomaru que formara una familia, sin embargo tal y como lo había estado haciendo desde hace varios días  reprimió todas sus lágrimas y se sentó en el sofá a comer, realmente era difícil vivir entre la razón y el corazón porque entre más intentaba olvidar parecía recordar más cada momento y no se culpaba... Por qué después de todo, el había sido su primer amor.
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Si llegaste hasta aquí, gracias por leer preciosuraaa.♥️♥️♥️

Tu dulce presencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora