CAPITULO 13

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El pasar de los segundos se había sentido como una eternidad y cuando menos lo esperaron, la falta de aire acabo por separarlos.

- Como pudiste- inquiere la mujer mientras se cubre el rostro con vergüenza y respira agitadamente.

El peli plata intento balbucear un "Lo siento" pero antes de que las palabras lograrán salir de su garganta, la castaña había tomado su bolsa y comenzó a caminar decidida hasta la estación de taxis, luego de ver aquello el hombre se giró resignado y tratando de ahogar el grito de agonía que albergaba en su interior, sin embargo su intento de escape se freno al escuchar detrás de si un estruendo, de inmediato se giró y fijo su vista en aquella robusta silueta que conocía a la perfección, Rin se encontraba en el suelo, pues había tropezado con un roca a varios centímetros de ella, al parecer no había ningún raspón pero el impacto del golpe debió dejarla con algunas secuelas, ya que la mujer soltaba pequeños quejidos de dolor mientras tentaba su tobillo izquierdo. El Taisho corrió hasta ella sin pensarlo mucho y aunque la castaña se negaba a recibir su ayuda luego de varios segundos de forcejeó, accedió y el albino con completa seguridad la tomo en brazos para esta vez si ir en busca de un taxi, el cual consiguieron a los pocos minutos y de inmediato le indicaron la dirección del hospital más cercano; aproximadamente diez minutos después ya había llegado y de inmediato fueron hasta el área de urgencias a indicar su caso, a Rin la llevaron en una silla de ruedas mientras que el peli plata quedó en la sala de espera con los nervios de punta, espero por casi media hora hasta que por fin el doctor le informo que podía pasar, se encontró con la chica sentada en la camilla con ambas piernas recostadas, y en el tobillo izquierdo una benda y un compresa fría sobre el.

- Te sientes mejor- inquiere el hombre enviando la mirada de la mujer.

- Supongo- responde la castaña imitando la acción del hombre.

- El doctor dijo que te podías ir una vez que se desvaneciera el hielo de la compresa, pero tendrás que usar muletas hasta que te cures- informa el albino mientras la mira.

- Nada de esto estaria pasando si me hubieras dejado ir- recrimina la mujer.

- Estabas ebria- le recuerda el hombre.

- Pues ya no lo estoy así que te puedes ir-  responde Rin con el entrecejo fruncido.

- Lo siento, se que he hecho muchas tonterías está noche... - confiesa el albino.

- Demasiadas...- le aclara la joven.

- No deseó que tengas una mala imágene de mi después de todo esto, por favor déjame explicarte- habla el hombre con insistencia.

- Demasiado tarde- susurra la castaña mientras aprieta las manos en un puño.

- Rin...- súplica el hombre.

Pero la mujer se limito a guardar silencio, sentía tantas ganas de llorar en aquel momento pero ni siquiera entendía la razón de aquel deseo, se supone que debía estar feliz por aquel beso pero...

En el fondo sabía perfectamente que ese no fue el mejor momento, y que luego de tantas cosas ya no estaba segura si aquel amor que decía sentir por el hombre aún seguia intacto, además de eso aquello era imposible y ambos lo sabían... Ella no entendía sus razones y aunque quería saberlas, le daba miedo enterarse de cosas que le podían hacer daño.
...

- Te entiendo perfectamente, una vez se desvanezca la compresa te llevaré a casa y... No volveré a molestarte- informa el hombre para salir de la habitación.

Una vez el Taisho cerró la puerta detrás de sí, la castaña no pudo seguir reteniendo las lágrimas...
Su corazón era un completo desorden de emociones y aunque quería ordenarlas y saber con certeza que hacer en ese momento, su poca cordura se la había llevado aquella indiferencia que le propino al hombre para evitar soltar el llanto frente a el, asi que ahora su única opción era decargar aquel sentimiento en lágrimas y esperar que luego de varios minutos al fin la valentía regresará para enfrentar la situación sin dejar que la emociones nuevamente influyeran en su accionar; quizás era irónico contando que tan solo meses atrás había jurado estar enamorada, pero ahora era completamente diferente y aunque no lo quisiera para ella el hecho de haberle correspondido aquel beso al hombre se sentía como una traición hacia su hermano y cuñada, a quienes les había jurado no sentir nada por nadie, por eso en el pequeño lapso de tiempo que estuvo sola esperando a que la compresa se calentará, reflexionó sobre aquella situación a más no poder y al final termino tomando la decisión de tomar distancia con el Taisho, sabía que era imposible dejar de verlo teniendo en cuenta que era el hermano de su cuñada pero por lo menos desde aquel momento tomaría distancia, ya que aquella amistad se sabía fracturado por completo...

Al menos eso quería pensar, para no sentirse culpable por querer que las cosas fueran diferentes.
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Una hora después ambos se encontraban en un taxi, de camino a la casa de Rin pero ninguno había pronunciado palabra desde que salieron del hospital, Rin no había tomado en serio las palabras del hombre pero tampoco le podía dar a entender que dejaría pasar aquella situación porque eso sería hacerle creer que todo seguiría como siempre y eso no sería así.
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- Ya estamos llegando- informa el mayor.

- Lo se...- le responde Rin mientras mira por la ventana.

- Disculpa por todo lo que pasó hoy- repite el hombre como por quinta vez en la noche.

- Solo hagamos de cuenta que nada paso... Y gracias por lo que hiciste por mi- susurra Rin, cuando finalmente llegan.

El albino gira el auto para ayudarla a bajar sin embargo está se niega, por el contrario... Con más fuerza que nunca, tomo las muletas y camino hasta la puerta de su casa y sin despedirse ingreso cerrando la puerta detrás de si; Sesshomaru por su parte subió nuevamente al taxi y le indico la dirección de su casa para así partir.
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Aquella noche ninguno de los dos pudo dormir, y era evidente... Para Sesshomaru quien prometió no acercarse a ella, haberla besado no era algo de lo que se sintiera muy orgulloso, pero simplemente no lo pudo evitar, mientras que Rin quien por años estuvo enamorada en secreto de el, cuando por fin renunció a aquel amor todo lo que algún día deseó comenzó a caer sobre ella sin previo aviso, lo que provocó un colapso de emociones que poco a poco fueron haciéndola decaer y llenarse de culpa.
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CONTINUARA...

Si llegaste hasta aquí, gracias por leer preciosuraaa.♥️♥️♥️





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