CAPITULO 7

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Aquella mañana se levantó malhumorado, pues su padre había insistido en hacer una cena de año nuevo con toda la familia, y eso incluía a su hermana y cuñado...

El problema era que después de la discusión que tuvo con Naraku para el era sumamente difícil estar en el mismo lugar que el pelinegro sin tener que escuchar sus reclamos, situación que lo había llevado a tomar medidas extremas para evitar cualquier tipo de inconveniente que involucra a su padre más de lo debido, y aunque aquello había Sido difícil lo había conseguido... Al menos así lo creía hasta que recordó que aquella noche era la dichosa cena, se levantó maldiciendo todo a su alrededor sin embargo luego de casi dos horas todo el mal genio se  fue no por qué lo deseara sino por qué su madre había llegado a su casa a dejarle algunas cosas para noche y lo menos que se podía permitir era armar una escena de furia con ella presente, porque sin duda  lo primero que haría aquella mujer seria informarle a su esposo lo visto y este sin contemplar mucho la situación llamaría a su hijo a reprocharle lo sucedido cosa que no estaba dispuesto a dejar pasar, estaba completamente cansado de que todos cuestionaran su vida...

Su padre nunca estaba conforme con sus decisiones y tal parece que su hermana se había vuelto en su contra, realmente no entendía como todos podían tenerlo en tan baja estima, porque quizás el no era el más centrado pero jamás ha hecho una sola cosa sin pensar en el bien de los demás, sin embargo tal parece que cuando al fin comienza a pensar en el las demas personas difieren y si el se atreve a refutar su postura lo tachan de "irresponsable"  simplemente ya no sabía que hacer para poder mantener a todos contentos, era como si su felicidad dependiera de los demás... Para el poder ser feliz los demás deben estar felices con lo que el elija y se supone que así no funciona la felicidad, aquella situación le mantenía los pelos de punta y probablemente cuando al fin se acumularán todas aquella palabras que ha atorado en el fondo de su garganta para no herir a nadie, estallaria y el quedaría nuevamente como el "Malo" y se volvería a repetir la historia de siempre, debería seguir a su padre como perro faldero para así ganarse un perdón que jamás debió pedir...
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Luego de que Izayoi se fuera su ánimo no volvió a decaer, simplemente trato de mantenerse sereno para no seguir cometiendo error tras error y sorprendentemente aquello le había funcionado a la perfección ya que al llegar la noche pudo llegar a casa de su padre sin ningún tipo de rencor o recelo, más bien estaba algo alegre por qué vendría un nuevo año y en el fondo esperaba que buenas cosas vinieran con el, porque ya no deseaba seguir esperando simplemente quería que aquello que estaba destinado para el al fin llegará y se pudiera zafar del yugo de su padre.

El resto de la noche charlo un poco con su padre y hermano y cruzó alguna que otra palabra con Naraku, sin duda su amistad ya no volvería a ser la misma pero por ahora prefería llevar la fiesta en paz, ya no deseaba causar mas problemas y lo mejor era que aquella discusión no saliera de las paredes de la casa de su hermana, al llegar la media noche todos le dieron la bienvenida al nuevo año con un brindis y luego volvieron a casa excepto el, quien se desvío y en vez de eso fue hasta un mirador cerca del centro de la ciudad a tomar un poco de aire fresco, se concentro tanto en lo bien que se veía el cielo aquella noche que no noto cuando se hicieron las tres de la mañana pero una vez lo hizo no dudo en volver a casa, al ingresar se quitó el saco y revolvió un poco su cabello provocando así que la perfecta coleta que se había hecho horas antes quedara completamente destrozada.

- Feliz año nuevo para ti también...- susurra en un tono de voz casi inaudible mientras se para frente al ventanal y se sirve una copa de vino.

A pesar de ya estar en casa aún no tenía sueño, por el contrario su mente estaba más vivaz que nunca... Pues lo últimos días no había dejado de flexionar acerca de su vida, desde que era un niño y su madre murió hasta ahora cuando ya es un adulto...

Había estado reflexionando por qué se negaba a aceptar la idea de sentirse solo, pero luego de negarlo tantas veces ya ni el mismo pudo creerse esa mentira; su padre era un buen hombre, pero era demasiado estricto y el se había adaptado tanto a las normas morales de Toga que no supo en qué momento perdió el rumbo, de repente dejo de reconocerse cuando se miraba al espejo y se acordaba muy poco de la voz de su madre, de no ser por la pinturas y fotografías que su padre conservo para el quizás ya habría olvidado el rostro de ella, en ese momento supo que había algo mal en su vida y no lo entendía...

Realmente no entendía que era lo que estaba haciendo  mal y como podía arreglarlo, quizás no era el hijo ni el hombre perfecto pero se había esforzado tanto que realmente no sabía en qué momento había perdido esa parte de el, aquella parte risueña y comprometida con la vida se había ido y para su disgusto dentro de el solo quedaba aquel corazón tosco que nunca se repuso de la muerte de su madre, pues dentro de el aún vivía ese niño que lloraba a escondidas, aquel pequeño que se sentía una carga para su familia y por eso comenzó a actuar como su padre, para llenar ese vacío de aceptación que albergaba en su interior, ese niño que se vio obligado a sacar fuerzas de dónde no tenía para continuar con su vida sin perdirle ayuda a nadie...

Lamentablemente esa era la única parte que quedaba de el, la otra se había perdido y no sabía si volvería a encontrarla, no creía volver a hacerlo.

Hasta ese día, el día en que todo cambio...
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CONTINUARA...

Si llegaste hasta aquí, gracias por leer preciosuraaa.♥️♥️♥️

Tu dulce presencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora