Aquella mañana Rin se levantó tan temprano como acostumbraba en un día de trabajo, luego de bañarse y cambiarse fue hasta la primera planta y se encontró con su madre tomando una taza de café junto a la ventana, le dió los buenos días y se dirigió a la cocina en dónde se preparó un sándwich de jamón y queso, no tardo más de cinco minutos en hacerlo y cuando ya estuvo listo camino hasta donde se encontraban su progenitora, quien sin dudarlo la recibió con una sonrisa.
- ¡Vaya que tú hermano se llevará una gran sorpresa!- comenta con sorna.
- Enserio te sientes bien con ésto - inquiere la menor con preocupación.
- Eso te debería preguntar a ti- asegura la mayor.
- Porque- pregunta la castaña con recelo.
- Cada vez que lo ves no puedes ocultar esa sonrisa de tu rostro, esa que al parecer solo se forma cuando estás con el- confiesa con obviedad la mujer. - Pero a pesar de notar en ti el deseo de estar junto a el... También noto inseguridad, y me da miedo que por eso termines lastimada- suelta la mayor.
- No entiendo mamá...- confiesa Rin con agustia en su mirada.
- Cariño, se ve a leguas que tú hermano odia a Sesshomaru- anuncia Akane. - Amor, que yo les de libertad de vivir sus vidas no significa que no me importen, los conozco tanto como a mí misma y se cuando están enojados, felices e incluso enamorados... Se perfectamente cuando tú te vuelves inflexible y el obstinado y ahora están actuando así, no se han dado el tiempo de entender la situación del otro, quizás el ha Sido más radical que tú pero si desde un principio hubieras Sido honesta y le hubieras planteado tus exigencias con tu persona quizás el no hubiera tenido la oportunidad de tomar terreno en esta situación; Rin lo que yo menos deseó es que ustedes estén peleados- confiesa la mujer en un tono nostálgico.
- Perdón por causarte problemas mamá - pide la menor mientras se acurruca en el abrazo de su progenitora.
- No me causas problemas mi amor, tu simplemente estás haciendo tu vida... Y eso está más que bien- asegura la castaña con una sonrisa mientras deposita un beso en la frente de su hija. - Anda, que si no te apuras llegarás tarde al trabajo- dice la mujer mientras le da posadas en la espalda a la menor.
Acción que porovoca que Rin se levanté del sillón y con un sonrisa camina hasta la cocina para dejar el plato en el lavavajillas y así mismo subir a su habitación, quizás su madre tenía razón y ella desde un principio debió dejarle las cosas claras al pelinegro; dejo ir sus pensamientos cuando noto como su teléfono sonaba, de inmediato lo saco de la mochila y mientras cerraba la puerta detrás de sí tomo la llamada.
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..." - Buenos días- anuncia con tono picaro el hombre.
- Buenos días- responde la castaña, imitando el tono de su novio.
- Ya saliste de casa-...
- Voy de camino a la estación de autobuses- ...
- Puedes girar un poco hacia a la izquierda- "
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...Luego de aquello la mujer por inercia hizo lo pedido por el albino, encontrandose con el hombre apoyando al capó de su camioneta, junto con un camisa negra y un pantalón clásico a juego se acercó a ella y sin ningún pudor plantó un dulce beso en los labios de la mujer, beso que fue interrumpido por los murmullos emocionados de varias jovencitas de preparatoria que pasaban por el lugar.
- Que pasa- inquiere el hombre con una enorme sonrisa mientras la toma de la mano para llevarla hasta el auto.
- Estamos en la calle- susurra la mujer con las mejillas sonrojadas
- No te preocupes, no seremos los primeros ni los últimos que lo hagan- asegura el hombre mientras cierra la puerta y gira el auto hasta llegar al lado del copiloto y subir.
- No entiendo cómo es que te puedes levantar tan temprano para llegar hasta aquí- suelta con recelo la menor.
- Ya ves, ¡todo lo que provocas tu!- suelta con sorna el Taisho mientras enciende el motor del auto.
Pero la mujer solo se limita a desaprobar con la mirada y a fijar su vista en la ventana, atención que le fue robada por la mano del albino, la cual poso sobre el grueso muslo de ella lo que provocó que la castaña se sonrojara por completo, desvío su mirada para intentan disipar sus pensamientos pero su intento de distraerse fue nuevamente fallido, pues el hombre dió un leve aprenton en su agarre lo que provocó que ella fijará su atención en el, encontrandose así al albino con aquella sonrisa pícara que lo caracterizaba.
- Hasta cuando te seguirás sonrojando- inquiere mientras para justo frente al semáforo.
- No de a qué te refieres- asegura la mujer evadiendo la mirada del mayor.
Sin embargo para sorpresa de ella el hombre no le refutó su respuesta, pero no por eso se quedo estático, simplemente dió otro leve aprenton a su agarre y fijo su vista en ella, que estaba quizás más sonrojada que antes.
- ¿Ves? A eso me refiero- habla mientras señala los redondos cachetes de su acompañante.
Rin simplemente contuvo la risa, pero nuevamente fallo pues a los segundos estallo en medio de una carcajada y se acercó a el sin previo aviso para darle un beso en la mejilla.
- Tendrás que acostumbrarte- asegura con una sonrisa.
- Mmm, honestamente me agrada la idea- responde para poner de nuevo el auto en marcha.
El resto del camino charlaron de la fecha para decirle a los padres del hombre acerca de su relación, al final se decidieron por la noche siguiente, el albino le prometió una cena en Luna menguante uno de los restaurantes más concurridos de Tokio, invitación que la mujer no dudo en aceptar y que gustosamente le agradeció con un apasionado beso; al llegar a la escuela se dispieron con un nuevo beso y tomaron caminos diferentes.
Aunque Rin estuvo ocupada el resto de la mañana, no puedo dejar de pensar en lo que le esperaba al día siguiente, aunque no lo quería aceptar en el fondo sentía algo de temor por los padres de Sesshomaru, aquel nervio de que no la aceptaran crecía en su interior y solo podía rogar una cosa al cielo, que fueran condecendientes con ellos.
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....CONTINUARA...
Si llegaste hasta aquí, gracias por leer preciosuraaa.♥️♥️♥️
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Tu dulce presencia.
FanfictionDesde que era una niña sus padres le dijeron que lograría grandes cosas, le insinuaban lo maravillosa y creativa que era, sin embargo, nunca le advirtieron sobre el complicado proceso de crecer, sobre aceptar tu cuerpo tal y como es, y valorar su op...