CAPITULO 20

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Al dar las cinco y media Rin decidió que era momento de volver a casa, se levantó y se despidió de Kagura para tomar sus cosas y salir de la vivienda, está vez no iría en autobús puesto que minutos antes había pedido un taxi y afortunadamente al momento en que ella salió el automovil de servicio público ya se encontraba frente a la casa, subió de inmediato y comentaron la marcha, el tráfico era regular así que tardaron unos veinte minutos en llegar a casa de la castaña, antes de bajar pago por el servicio y una vez piso el suelo camino hasta la puerta de entrada en dónde para su sorpresa encontraba su madre charlando con la señora Kaede, antes de entrar se detuvo por varios minutos a saludar a su progenitora y así mismo a aquella anciana a la que le tenía tanto aprecio, luego de cinco minutos se despidió con la excusa de estar agotada por el trabajo e ingreso a su hogar, su padre no se encontraba así que no se detuvo hasta llegar a su habitación en dónde lo primero que hizo fue dejar su mochila en el escritorio y quitarse aquella calurosa ropa que traia puesta, para quedar en ropa interior; quizás su subconsciente le decía que se colocará algo más decente pero anhelaba tanto aquel descansó que el aire que fluía por su cuerpo a raiz de la falta de prendas era realmente satisfactorio y el hecho de encontrarse en su habitación le daba la libertad de andar sin ningún pudor por ella, ya que sus padre acostumbraban a pedir su autorización para ingresar y además de ellos nadie más vivía en aquella casa.

Cerro los ojos y disfruto de la frescura que el aire acondicionado le proporciono al cuarto y se acomode tal manera que su cabeza reposará sobre las suaves almohadas, amarro su cabello en un moño alto y cuando porfin encontré aquella comodidad tan ansiada no se movió más, hasta que ya no supo más de sí.
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Cuando despertó de aquella larga siesta, noto que la luz ya no se colaba debajo de la puerta y de inmediato supuso que era de noche así que tomo su teléfono y encendió la pantalla, tal como lo había pensado el reloj marcaba las 8:30, estuvo dispuesta a cerrar nuevamente los ojos y despertar al día siguiente, sin embargo un pequeño rugido de su estómago junto con el sonido de una notificacion proveniente de su celular provocó que desistiera de aquella floja intención, sin pensarlo mucho encendió nuevamente aquel aparato y de inmediato noto al causante de aquel ruido, un mensaje del Taisho.
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" - ¿Estás?...- "

Realmente no lo pensó mucho, pues una ves sus dedos tocaron la pantalla le respondo a su pregunta, y al poco tiempo ya ha ism formado una nueva conversación.

"- Acabo de despertar de una larga siesta...-

- Quisiera decir lo mismo, pero recién acabo de llegar a mi casa:( -

- ¿Mucho trabajo hoy? o ¿algo más?...-

- Por supuesto que exceso de trabajo cariño-

- Que triste, desde de estar realmente cansado-

- No tanto como para desistir de la idea de irte a buscar para que cenes conmigo ;) -

- No digas tonterías, debes alimentarte bien y descansar, mañana te espera otro largo día-

- ¿Acaso te estás preocupando por mi?-

- Por su puesto que si-

- Entonces...-

-¿No deseas que vaya por ti?-

- ¿En serio vas a hacer que lo repita?-

- Claro que no, así que preparate porque en media paso por ti-

- ¡Sesshomaru!-

- Nada de lo que digas me hará cambiar de opinión preciosa, así que date una buena ducha y busca algo para ponerte-

- Bye- "

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Aunque por chat dejo claro si disgusto respecto a salir aquella noche, en realidad no espero no un minuto para levantarse una vez leyó el último mensaje del hombre, se levanto rápidamente y fue hasta su armario a buscar algo de ropa, optó por un vestido azul de mangas tipo farol, pero que no llegaba a ser muy exagerado, le llegaba un poco más arriba de la rodilla pero que la cubría perfectamente bien, y eligió una sandalias sencillas junto con un bolso a juego, cuando dejo las prendas en la cama tomo la toalla de baño y fue hasta la ducha en dónde Sido aproximadamente diez minutos, al salir se secó con la toalla y se aplicó crema humectante, luego se coloco la ropa y aplicó un poco de loción para dedicarse a su cabello, paso el cepillo suavemente y se hizo una media coleta, no tenía ningún lazo que combinara con su vestimenta así que se hizo uno con una pequeña cinta azul que encontró entre sus cosas; cuando sintió que ya estaba lista ordenó un poco su habitación y bajo hasta la primera planta, en dónde encontró las luces apagadas asi que supuso que sus padres se encontraban en su habitación, subió nuevamente y tocó varias veces la puesta de habitación de sus progenitores para informarles que estaba a punto de salir, su padre arrugó el ceño pero su madre le dijo que no se preocupara, que disfrutará su noche sin pensar en ellos y eso fue exactamente lo que hizo; bajo nuevamente a la primera planta y una vez llegó a la puerta de salida logro escuchar el claxon del auto del hombre sonar, salió ceraanos cuidadosamente la puerta detrás de ella y justo como lo hizo en la mañana, subió al auto sin esperar a que el hombre la incitara.

- Definitivamente no hay poder humano. Que te haga desistir cuando tomas una decisión- suelta la mujer una vez se acomoda el cinturón.

- Pues yo realmente pienso que no estabas en total desacuerdo- aclara el mayor.

- ¡Touché!- suelta la mujer con sorna.

Estaba a punto de soltar una pequeña risilla cuando sus sonrisa fue opacada por un beso, como todos los que se daban aquel comenzó siendo uno tierno y con el pasar de los segundos paso a ser apasionado y quizás necesitado de más...

Pero Rin no sabía si estaba lista para algo más, así que se limitaba a seguirle el ritmo al Taisho, quien solo se separaba de ella cuando el oxígeno amenazaba con acabarse, el problema está vez fue que los segundos solo provocaron que sus labios se volvieran a unir, con aquel deseó que crecía en su interior como acompañante la cordura se Rin amenazaba con desparecer, y realmente no sabía si está vez el hombre podría mantenerse bajo control...
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CONTINUARA...

Si llegaste hasta aquí, gracias por leer preciosuraaa.♥️♥️♥️

Tu dulce presencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora